Hierofanía de la Epistemología en la Comunicaciñon Social (Reflexiones)
Publicado en Jan 26, 2012
Cuando entras a estudiar Comunicación Social en la Facultad correspondiente de cualquier Universidad del mundo, hay tres conceptos imprescindibles que son las bases fundamentales del periodismo, tanto escrito como radiofónico o televisivo. Son los tres pilares en los que se debe sustentar, según la epistemología que nos inculcan cuando somos alumnos de dicha comunicación social: informar, formar y entretener. Así que hagamos un acercamiento a la hierofanía de estos tres conceptos.
En primer lugar, la principal función del periodista es dar información a los lectores, oyentes o televidentes, una vez que dicha información ha sido correctamente contrastada; tan contrastada cómo para poder decir que no es un simple rumor sino una noticia basada en un hecho real y verdadero. Este acercamiento de carácter hierofánico supone un hecho de gran trascendencia, tanto para el verdadero carácter semántico-ligüístico de la información que vamos a transmitir, como emisores que somos, a un grupo más o menos elevado de receptores del mensaje, a través del canal (hoja impresa, micrófono radiofónico emitiendo ondas o cámara televisora que hace llegar imágenes a las pantallas de los televidentes) como para la verdadera identidad singular de los buenos profesionales del Periodismo. Efectivamente, a la hora de informar es fácil hacerlo si eres un verdadero profesional y sabes elegir, de entre un gran número de notas que te llegan a las manos, las que tú crees, con el sentido ético y deontológico que debe ser parte de la personalidad del buen periodista, más importantes, más interesantes o más inéditas y curiosas. Porque todo ello sirve para informar. Entramos en el acercamiento hierofánico a la elevación de la profesión periodística: formar a través de nuestros conocimientos valiosos, culturales e intelectivos, la mente de quienes nos están leyendo, nos están escuchando o nos están viendo. Es una misión ineludible e inexcusable del buen periodista y es, en esos productos culturales y formativos, en donde se basa el acercamiento hierofánico del periodista a la especie de maestro o maestra en que se convierte dentro de la Epistemología profesional: la doctrina que nos han enseñado, en la Facultad de Ciencias de la Información o de la Comunicación Social, como los fundamentos y metodología del conocimiento científico que forman la que debe ser verdadera personalidad individual y académica del buen periodista o la buena periodista; puesto que en esta digna profesión no existe preferencia de un género sobre el otro. Pues bien, es a la hora de formar cuando se nota la diferencia de un periodista o una periodista con arreglo a otros compañeros o compañeras que o bien no son periodistas propiamente dicho o, si lo son, no saben en realidad lo que son la hierofanía trascendental y la elevación cultural, dentro de los límites de la ética y la deontología de la Epistemología de la Comunicación Social. El tercer concepto que, al parecer, es el que más atrae a muchos periodistas sin contenido intelectual elevado en sus pensamientos, es el entretenimiento. Aquí entramos a estudiar el acercamiento hierofánico hacia, entre otras cuestiones deontológicas y epistemológicas de nuestra digna profesión, el contenido moral de muchos hombres y mujeres que o se hacen pasar por periodistas sin serlo o son periodistas de ínfima calidad humana. Porque no debemos olvidar que, hierofánicamente, es trascendental en lo semántico, en lo lingüístico y en lo comunicacional, saber que los productos periodisticos de prensa escrita, radio oyente o televisión de imágenes, deben contener, en lo posible y cuando el caso lo amerita, gérmenes de información, formación y entretenimiento en dosis bien equilibradas: digamos, por ejemplo, una tercera parte de la programación propiamente periodística (dejamos aparte los anuncios publicitarios, las películas de cine y las entrevistas por citar solamente tres ejemplos que son independientes por sí mismos) para, con ello, haber estructurado, dentro de lo epistemológico y el acercamiento hierofánico a la escritura, el habla y la imagen: los tres componentes estéticos de la profesión periodística cuando se sabe perfectamente cómo se debe desempeñar esta digna profesión con equilibrio, con bases culturales e intelectuales adecuadas y a ser posible de muy alta especialidad, y con estilo propio; a lo cual es siempre muy aconsejable que se le una la originalidad, espontaneidad o cualquier accción recursiva que separa a los grandes del periodismo de quienes, si son periodistas, no son otra cosa sino mediocres comunicadores nada más. La profesión del Periodismo, escrito con P mayúscula de Pasíón puesto que no se puede ni entender ni comprender que un periodista o una periodista carezca de Pasión a la hora de escribir con su intelecto para culturizar, hablar con su idioma enriquecedor para hacer desarrollar la capacidad humana de los receptores y receptoras o emitir imágenes complementarias que sirvan para enriquecer el acervo memorístico de quienes nos observan. La hierafonía de la Epistemología (escrito con E de Enseñanza porque es necesario, para ser grande en el Periodismo, tener suficientes facultades magisteriales desarrolladas) en la Comunicación Social es, por tanto, el conjunto global de características personales que hacen destacar al gran periodista o la gran periodista por su uso y recurso de una semántica personal denotadora de un muy alto grado de conocimiento factual lingüistico, verbal oratorio o visual gesticulador que, usados de manera apropiada a cada momento de la programación (que corresponde a cada distinto producto del Periodismo), diferentes los unos de los otros, y les acerca a la verdadera realidad epistemológica de sus fundamentos básicos y esenciales, que le hacen destacar en su digna profesión. Hierofanía significa exactamente tomar consciencia de la existencia de los sagrado. El Periodismo es un gran poder social a escala mundial y debe ser tratado el tema de la moral y la ética del periodista como algo realmente sagrado. La palabra escrita, la palabra hablada y la imagen reproducida son los tres componentes más sagrados que tiene el Periodismo y, de ello, que sea un verdadero poder fáctico en las sociedades humanas. Si tenemos en cuenta el conjunto de fundamentos éticos y morales que, en la teoría, nos enseñan en las Facultades de Periodismo (Deontología profesional) como "corpus" preferencial de esta nuestras digna profesión, es necesarioo acercarse a los contenidos periodísticos como algo realmente tan sagrado que sea la manera adecuada de mostrar nuestros conocimientos epistemológicos que debemos tener como santo y seña... y defenderlo contra cualquier ataque que estemos recibiendo de cualquier otro poder político, económico, social o religioso; porque la cultura del periodista y de la periodista debe ser una manera hierofánica de actuar con ética y moral ante la sociedad. Por eso la Comunicación Social del Periodismo de cualquier lugar de la Tierra, debe estar desligada de cualquier ideología partidista y debe ser lo suficientemente libre y liberada como para entender de manera hierofánica nuestra profesión.
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