Club Deportivo Español de Quito (Diario)
Publicado en Jan 30, 2012
Recuerdo que durante la década de los 90 del ya desaparecido Siglo XX de la Humanidad entera, acudí como invitado por dos veces al Club Deportivo Español de Quito gracias a mi excelente amigo, y mejor persona, Emilio. Recuerdo aquellas dos veces: la primera me sirvió para presentar a todos los allí reunidos, que me miraban de reojo, de soslayo o como diciendo de dónde habrá salido éste, mis credenciales (¡estas son mis credenciales de buen español, señores!) y la segunda para retirar, ante el asombro de todos los allí reunidos, que me miraban de reojo, de soslayo o como diciendo de dónde habrá salido éste, mis credenciales (¡me voy con mis credenciales de buen español, señores!).
Recuerdo que, en ambas ocasiones, en la primera con mi Princesa y en la segunda me parece que también, pero siempre con mi Princesa dentro de mi corazón, comimos a lo grande gracias a la generosidad de mi excelente amigo y mejor persona, Emilio. En la segunda ocasión hasta pude jugar al tenis con los excelentes tenistas españoles allí reunidos pero ya avisé, y el que avisa no es traidor, que llevaba ya muchos años sin jugar tenis (en Ecuador se dice jugar tenis en lugar de jugar al tenis como se debe decir si empleamos bien la lengua española y de eso yo sé un mogollón) y que, por aquel entonces de la ya desaparecida década de los 90 del pasado Siglo XX, yo sólo me dedicaba a jugar fútbol (aunque se debe de decir jugar al fútbol) y a correr la Quito-Últimas Noticias, en cuya carrera de 15 kilómetros y algún que otro metro de más (y no estoy hablando del futuro metro de Quito sino del metraje de la carrera) participé durante 3 años seguidos y llegué a la meta (tengo pruebas palpables y ciertas de ello porque todavía conservo en España los tres dorsales que llevé, los tres certificados que demuestran que terminé la carrera y hasta el recorte de periódico en que sale la entrevista que tuvo el favor de hacerme un colega periodista quiteño para demostrar que no miento). Pues bien, volviendo a eso del tenis en el Club Deportivo Español de Quito pues nada... que no tenía yo ganas de jugar al tenis (Emilio tuvo la gentileza de prestarme una de sus raquetas) pero recuerdo que dejé bien claro, en una devolución con la izquierda, cruzada, que pasó casi rozando la red y fue un tanto que todos aplaudieron por lo bien ejecutado que estuvo (y que me ejecuten si estoy mintiendo) para dejar bien en claro que si me hubiese dedicado al tenis hubiese llegado a ser un gran jugador, por ejemplo parecido a Emilio (y ahora no me refiero a mi amigo y mejor persona Emilio Torres que sí lo es, sino al famoso Emilio Sánchez Vicario). Después me marché saludando a quienes quisieron saludarme. Años después he pensado más de una vez que si hubiésemos estado de verdad unidos todos los residentes españoles en Ecuador, en aquellos ya desaparecidos años 90 del Siglo XX, podríamos haber formado un sensacional equipo de fútbol de fútbol 11 amateur que hubiésemos llamdo Unión Española de haber estado de verdad unidos, y haber sido capaces de ganar algún torneo de barriales o, pensando todavía con más altas miras (¡y qué lindo queda escribir eso de altas miras!) si hubiésemos estado bien unidos y bien avenidos, los españoles residentes en Ecuador por aquellas fechas, hasta podríamos haber compuesto un sensacional equipo de fútbol 11 profesional llamado Unión Española de haber estado de verdad unidos, que hasta hubiésemos llegado a jugar en Primera División, haber ganado alguna vez que otra la Liga Ecuatoriana y hasta posiblemente haber jugado la Copa Libertadores y, ¡por qué no pues otras cosas más difíciles han sucedido y suceden en el fútbol profesional de 11 !, haber ganado alguna de ellas. Pero, en fin, y con esto acabo mi recuerdo de aquellos sucesos, dejándome de soñar "cosas que pudieron haber sido y no fueron" (como había yo leído, cuando era soltero, en un libro comprado al anciano poeta madrileño llamado Beraluís De la Peña) por culpa de no haber estado bien unidos los españoles residentes por aquellas fechas en Ecuador, pues nada. ¡Que no pude jugar al fútbol de 11 en el Club Deportivo Español de Quito porque, a lo peor, es que soy español pero no soy catalán!; aunque en Cataluña tengo mucha lejana familia y siempre que he estado allí jamás he tenido problema alguno aunque alguno mal pensado no se lo crea!.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|