Estas son las mañanitas que cantaba el rey Chuchín... y a ver si nos deja "El Chuchi", perro de presa de estos de la presa de Pelayos de la Sierra, dejar hacer sin meternos la hostia que dice que nos va a  meter porque le hemos dicho que no tiene ni idea de chutar a puerta y es que chuta que te chuta y que te chuta a lo mejor se chuta bastante y por eso ve hostias rodando por la Costanilla de los Ciegos... ¡que es ya ver bastante por cierto!... pero vamos a ver, chuchito, ¡qué te hemos hecho nosotros que lloras tanto!, bueno... pues eso.... que estas son las mañanitas que cantaba el rey Chuchín mientras hacía jardineras con Andrés en vez de trabajar en el banquillo porque... ¡mira que chutaba mal a puerta el Chuchi y anda p'al puerto de Navacerrada, Andresito, y vas y se lo dices de mi parte! Que sí, que estoy muy ocupado hoy en día con esto de las memorias de Yagüe, un tipo duro donde los haya, ¡vamos Pepe Luis, vamos!, con sus carnes magras al aire, porque la barriga, amigo Chuchi, ¡ay la barriga llena de magro!, no puede hacer a un mercanchifle un atleta y ahora olvídame, por favor, unas cuántas millonésimas de hostias... esto no... quiero decir micronésimas de siglo... ¡qué pasa, Chuchillín, anda aprieta el trasero sobre el sillín, y tira p'al puerto que a lo mejor hasta llegas a coronar la Cima, aunque tú en Cima (encima eso) no te comes ni una rosquilla y es que estás más pasado, so pesado, que hasta sopesas las oportunidades que tienes de darme una hostia antes de que yo te haya dado a ti unas tropecientas!... Y haz el favor de no tropezar con las jardineras que hace Andrés que se te van a caer los papeles de... ¿periodista?... ¿de verdad sabes lo que es el Periodismo con P de Papanatas?... ¡toma flan con natas y olvídame que estoy explicando a mis muchachos una cosa de la cual tú no tienes ni idea porque has nacido con el morro torcido y te has perdido por donde has venido! ¡Venga ya, enchufado, enchúfate con Baltasar a ver si te dan una oportunidad en Informe Semestral que es un nuevo programa para enchufados que tienen ganas de redactar algún que otro articulillo con pinganillo!.
Perdonad este impase pero, como habéis podido ya entender, el viejales de los cincuenta y muchos años de edad se va con su tiesto de una sola flor alicaída porque no la riega con las pantanosas aguas del Amarillo, que es un río así que no os riaís más de los amarillistas que ya sabéis que se enfada mucho el señor Yagüe, el tal Pepe Luis, cachalote chalote lote te, que está que se sale, más bien dicho salido del todo, y se sube por las paredes de Tranferencias, porque quiere hacer una trasferencia de empleados y no sabe cómo decir a las chavalas que no importa el sitio porque todos son iguales para él. ¡Toma ya democracia de fachadas, sí señor! ¡Olé tu salero, Pepe Luis, que no se diga que no eres tripero, que desde diciembre hasta enero, ya sabes lo que es ser orero! No. Que no queremos que nos digas la hora de entrada que nosotros ya hace mucho tiempo que hemos salido. A lo que vamos... ¡vamos que vamos que vamos!... como decía mi abuelica materna cuando me veía llegar a casa tras haber ligado... pero no... eso lo dejo para el final. Ahorta íbamos por el asunto de que el cincuentón, que lleva hasta clavel en la solapa de su chaqueta, va y la regala la maceta entera, y tal y cual, pero la cuestión  no queda ahi, sino que lo que tienes que descubrir ahora, sin que la más buena de todas se dé cuenta, es de saber dónde se haya el Banco Mercantil de Todos los Tesoros, porque a ella le gusta mucho La Isla del Tesoro, que no se te olvide que es de Robert Louis Stevenson por fa... porque si te olvidas de eso ella te da calabazas y como tú no quieres calabazas pues, ya a los postres en la CasaVasca, le despides al tarra (que es más bien pálido, con ojeras y paperas de tanto echar ojo a las chavalas guapas y de tanto papear los tarros de las chavalas guapas por ver si aceptan algo que nosotros no lo sabemos ni nos importa saberlo) con un ¡hasta luego melendi de chupi lerendi y a ver si dejas de darle tanto al manubrio con las brujas pirujas que te va a entrar el tifus, la malaria y el sarampión porque más pareces niñato que viejales!. Y entonces va el menda y se desmaya y, para hacerte el valiente delante de ella, acudes con el salero y le echas unos cuantos polvos... de sal `por supuesto... que le pones el traje perdido del todo y la corbata como si la hubiese atropellado una panda de búfalos y le levantas del suelo al más que cincuentón y le das alientos con el abanico de la chavala más buena de todas, que para eso están los abanicos y su lenguaje... ¡tal como lo estás leyendo tío! y escuchas a la abuelica diciendo... ¡ese es mi niño!... y tú, haciéndote pasar por niño que es mucho mejor que haciéndote pasar por chuleta de cerdo, ya sales con ella, a cierta distancia de ella para que no se enfaden contigo tus amigos que siguen en la barra intentando comprenderte pero que no saben si es que vienes o es que ya te vas, pues le das una colleja al de los pelos y dices... ¡a jugar, muchachos!... y entonces ellos se ponen a jugar en la máquina tragaperras y tú te vas con tu chavalilla de los 16 años hacia la Calle de Huertas para ver si está abierto ya el pub de Fídula... y no te importe si sabes o no sabes lo que quiere decir Fídula (si no se lo cuentas a anadie te cuento que es un instrumento y no importa saber qué clase de flautas y flautines se le parecen o no) porque ella tampoco lo sabe.
Como todavía es pronto para abrir los pubes (yo digo pubes en lugar de pubs porque es más castizo y saleroso) mientras te vuelves a reír por lo de la sal derramada en el traje y la corbata del señor de la maceta, le invitas a un café con buena leche, sobre todo con buena leche para que vea ella que no estás enfadado, en la Cervecería Alemana que para eso está puesta allí mismo, a tiro de piedra entre la Plaza de Tirso y los leones del Congtreso, puesto que el tal Tirso metatarsiano me parece que nació en Molina pero no sé yo si es que es italiano y a Mollina la pronuncia Molina o es que sí es verdad que nació en Molina pero vaya usted a saber señor molinero de papeles; me refiero a un barrendero que le da por coger varillas por allí por todas las calles que pasa con su carreta con burro incluído y es que es bastante burrito el tío porque es tío de alguien y de cuyo nombre ahora no quiero acordarme hasta que llegue de nuevo el alba de tormes o el alba de duero o el alba de guadiana por citar sólo tres albas de las muchas que conozco y que no son precisamente varillas sino de las de rompe y rasga y, por favor, rompe y rasga la octavilla que te acaba de entregar un  desesperado de esos, nigromantes y tal, que dice que sabe quitar los males del desamor con unas cuántas sesiones de magia de no só qué color y anda ya, anda p'al monte montenegrino que eres más negro que Negrín, se lo dices porque el menda es camerunés y ni idea tienen  de Negrín a pesar de lo negro que parece ser este mandinga de las octavillas, y ya sin rechistar y diciendo lo de "¡como quieras chavala, como quieras que para eso soy un mandao de los que le mandan hasta cuadrar las cifras de los recibos del gas, agua y electricidad"! y bueno, pue eso, que te sientas frente a ella y sacas tus apuntes de la Facu (no de la Facunda no sea que se te enfade sino de la Facultad que tienes para escribir todo lo que dicen los casposos profesores del Opus Dei) y como ves que ella no se entera de nada de lo que tienes apuntado en los apuntes tomados a punta de bolígrafo y tente tieso pues le hablas de que eres un pringao que se quedao y que como estás quedao sólo eres un pringao... para que no se dé cuenta de que ligas con muchas y no sea que por esa cuestión pida un bollo de frambuesa para acompañar al café y hacerte gastar más... y hablando de frambuesa te recuerdas lo del chicle de fresa y, con aire de marcial eres el más grande, te levantas del asiento y con unas cuantas zancadas pero al estilo torero, vas a la de las cerillas y le compras el chicle y, depués de pelar el papelito, le dices a ella que abra la boca como si fueras a sacarle una muela del juicio y le introduces el chicle y... ¡vamos!... ¡vamos a contar historias!... y comienzas a enrollarte con los los cortijos que para eso has leído mucho de cortijos y de botijos que para eso las leído mucho de botijos y ya está la cosa a tono y entonces le cuentas un chiste de Tono que esté a tono con las circunstancias y como las circunstancia a veces vienen derechas y a veces vienen izquierdas pues terminas con un cuentecillo sobre fachas con motos esperando a que pases por Príncipe de Vergara ya sin ninguna a tu lado, y entonces ella suspira mientras masca el chicle y tú guardas unos minutos de silencio por los compañeros caídos antes de tiempo (los que tuvieron que renunciar a seguir en la carrera) y te quedas mirando a la ventana mientras ella se preocupa por tu futuro pero tú vas y le suelta... ¡Mi futuro promete mucho!... pero no le prometes nada no sea que te tome la palabra al pie de la letra. Y entonces deletreas con toda facilidad, para darte importancia ante ella, lo de el cielo está enladrillado quien lo desenladrillará el desenladrillador que lo desenladrille buen desenladrillador será. Y esperas a que suene el timbre del recreo... no... perdona pero es que se me ha ido San José al cole de Lope de Rueda... no... lo que tienes que hacer es esperar a la hora de que abran los pubes (les llamo pubes porque hay por allí muchos púberes masculinos y muchas púberes femeninas que se creen todo lo que digo aunque a veces cuento cada bola que es la repera o quiero decir cada bola que es un queso andorrano o que sé yo). En fin, que esperas a que se abran los púberes mientras echas un sueñecito recostado sobre el hombro de ella que como cree que estás nostágico te acaricia el rostro y ya está el ligue a punto de caramelo....¡y no te me duermas, chaval, que viene otra vez un carcamal!. Bien. Eso lo dejo para luego. Abur. Hasta que el alba les despierte del mal sueño al Ovíes, al Magro, al Enrique, al Pérez, al Moreno y a todos los fachas tan conocidos y que de mi parte que reciban un cordial saludo pero ahora me espera una cocacola zero y espero que mientras me la tomo no me pongan  un cero en conducta pero me voy a dar un garbeo con garbo o qué se yo. Hasta después.