Del libro "Poética de las sombras" - La luz viajera.
Publicado en Feb 03, 2012
LA LUZ VIAJERA
En los Llanos Orientales y el Tolima soy un mito folclórico y estable; me llaman luz viajera por mi lumbre de rápidos chispazos destructivos y estrepitosos como tiesto roto. Luzco brazos de pulpo y llama trífida porque fui una abuela condenada a penas desmedidas, varios siglos, por actos con mis nietos cuando estuve de paseo en los predios de la vida. Al cantar los gallos en la madrugada ruedo como bola luminosa sobre alambrados, estacones y barrancos, que no faltan en ningún potrero. Cruzo muros y puertas de las casas como gráciles capullos de algodón; me agradan las montañas empinadas, donde trepo a la copa de los árboles junto a trochas, riberas y lagunas, caminos silenciosos y quebradas. Me atraen las crecientes de los ríos, mansiones descuidadas y ruinosas, lugares donde duermen los tesoros, playas remotas y tierras despobladas junto a bruscas laderas y peñascos. Quienes buscan llevarme hasta sus casas deben rezar con devoción sincera una plegaria mayor a las normales, y si quieren apartarme del entorno, lanzar denuestos y muchas groserías. Hay lugares en los Llanos donde voy como bella mujer lasciva y joven seduciendo vaqueros que cabalgan sobre bestias veloces y resueltas; a los enamorados mentirosos, borrachos, masones y perjuros los ultrajo y acoso como un tábano. De pronto me convierto en una lengua inflamada y voraz como un demonio, pero huyo al escuchar imprecaciones o recibir machetazos furibundos como en altas montañas del Tolima. En mí ven una mujer desventurada que murió prisionera entre su rancho abrasada por un violento incendio sin que nadie acudiera a rescatarla, y que espanto por eso a los viajeros cuando cruzan en noches solitarias. Otros juran que fui violada en vida por no pocos vaqueros criminales, que llegaron incluso a destrozarme a través de humillantes sodomías y otras formas de amor inconfesables. Es por eso que busco la revancha sobre las ancas de sus cabalgaduras, abrazando a los hombres por detrás para chuparles la sangre y masturbarlos hasta que caigan inertes sobre el piso desde el lomo de sus caballerías. El farol de Las Nieves soy en Tunja y parto de una casa junto al templo para cruzar silenciosa, en línea recta, hasta la plaza llamada de Las Nieves; luego sigo al Sagrado Corazón, colegio señorial donde me pierdo sin dejar ninguna huella de mis pies. Son mis ancestros del antiguo Lacio con la diosa Ceres, madre de la Tierra, y en Grecia igualmente con Deméter, deidad bienhechora de la agricultura. Como ven, no soy ninguna espuria sino un mito respetable y noble en diferentes lugares del planeta, aunque sufra mi castigo vergonzoso por la errada justicia de los hombres.
Página 1 / 1
|
raymundo
Verano Brisas
MAVAL
y porque tiene que ser mujer???...vaya ...si parece que siempre la hembra es la causante
de todos los males del mundo...
vaya historia!
como siempre traes novedades!
Verano Brisas
Filiberto Oliveros
Recibe un cálido abrazo. Filiberto.
Verano Brisas
María Ester Rinaldi
Como siempre, es un placer leerte.
Te dejo un abrazo luminoso.
LUMA54