El instinto
me hace desconfiar de las ambiguedades:
Cuando preveo un luto es noción pura.
Siempre sé de los caminos que recorro.
Nada se esconde en su rostro para siempre
pues mi instinto lo husmea como sabueso.
He descubierto huesos de mil años.
He visto las entrañas del sol tras mil crepúsculos.
Sé donde tocar fibras punzantes
que creen engañar con sus trucos mis ojos.
Pero yo soy quien hizo la palabra advertencia
y puede ver lo negro en las junglas más verdes.
La suma de mis sentidos se me adelanta
y el instinto me indica lodazales.
Hoy sé que toda apariencia es engañosa,
sobre todo con las falsas atracciones.