Los trece capullos (Novela Corta - Guin Literario para Cine) Captulo 4.
Publicado en Feb 10, 2012
Madrid, 5 de agosto de 1939
En el patio de butacas del Teatro de la Comedia de Madrid, una gran masa de falangistas ultra derechistas vitoreaban a su jefe, Emilio Miño y Álvarez de Lope de Rueda, quien, ufano y sujetándose el correaje de su uniforme para que no se le cayese el pantalón, con una pistola en cada uno de los bolsillos de éste, presentaba a las trece inocentes chiquillas. - ¡¡Viva Franco!! -chilló mientras hacía el saludo nazi. - ¡¡¡Arriba España!!! -aullaron al unísono todos los asistentes haciendo el saludo nazi. - ¡¡Camaradas!! ¡¡Como bien dice nuestro querido y amado Generalísimo y Excelentísimo Señor Don Francisco Franco Bahamonde, España es una unidad de dentro de lo universal y tenemos voluntad de Imperio a pesar de los masones!! ¡¡Gracias a la inefable, valiente y maravillosa labor de nuestro viejo topo el gran Roberto Conesa, a pesar de su poca estatura física, y al cual algún día deberemos recordarle para siempre a través de algún tebeo que una su nombre de pila con el glorioso apellido de Alcázar, que sirva para ejemplo a los futuros infantes de esta nación... aquí tenemos a estas tres furcias rojas!! Son ellas, por orden alfabético de sus primeros apellidos paternos, para dar ejemplo de orden patriarcal, como Franco ordena, que es lo que necesita nuestra patria: Carmen Barrero Aguado, de 20 años y modista; Martina Barrero García, de 24 años y modista; Blanca Brisac Vázquez, de 29 años y pianista; Pilar Bueno Ibáñez, de 27 años y modista; Justa Conesa Conesa, de 19 años y modista; Adelina García Casillas, de 19 años y activista; Elena Gil Olaya, de 20 años y activista; Virtudes González García, de 18 años y modista; Ana López Gallego, de 21 años y modista; Joaquina López Lafitte, de 23 años y secretaria; Dionisia Manzanero Salas, de 20 años y modista; Victoria Muñoz García, de 18 años y activista; y Luisa Rodríguez de la Fuente, de 18 años y sastre. ¡¡Como veis es una verdadera colección de pimpollitas que tendrían que recibir la extremaunción antes de que se despidan de esta fabulosa vida que ha comenzado ya en España!!¿Quiénes quieren ser los trece valientes, valerosos y voluntarios camaradas que deseen ser los ejecutores para cumplir venganza por el daño que han hecho a la sociedad nacional? - ¡Vosotros sois los animales que estáis pudriendo a la sociedad humana! - ¡Cállate, Martina... que tú eres la más zorra de todas! - ¡Yo puedo ser cualquier cosa menos una zorra pero, sin embargo, tú sólo eres un vil escarabajo pelotero que acabas de salir del agujero donde has estado escondido durante toda la guerra civil del miedo que te chorreaba por las perneras de tu pantalón ya que te meabas cuando escuchabas el ruido de las bombas! - ¡¡He dicho que te calles!! - ¿Sabes una cosa, reptil venenoso? Sólo sabes arrastrarte por el cieno para hacer la pelota a ese tal Raimundo Fernández Cuesta y más que te cuesta ser medianamente hombre porque sólo eres un hombrecillo para mi. ¡A ti te digo yo que al único Emilio que admiro jamás lo serás tú sino a Emilio Castelar, aquel magnífico escritor gaditano que sí fue un verdadero y destacado orador y no un bocazas como tú que ni tansiquera sabes hablar bien el idioma de esta nación a la que te refieres por lo ignorante y patético que resultas ser; a ti te digo yo que al único Miño que admiro jamás serás tú sino a ese río que nace en la laguna de Fuenmiña, en Lugo, y tras recibir el Sil por Orense, forma frontera con Portugal hasta su desembocadura en el Atlántico, entre La Guardia de España y Caminha de Portugal; a ti te digo yo que al único Álvarez que admiro jamás serás tú sino a mi paisano madrileño Álvarez Gato que, siendo mayordomo de Isabel la Católica, supo ser un poeta amatorio a lo divino; y a ti te digo yo que al único Lope de Rueda que admiro jamás lo serás tu sino a aquel verdadero sevillano que supo reírse con buen humor en sus comedias como El rufián cobarde que, por ejemplo, puedes ser tú, y Las aceitunas que, por ejemplo, pueden ser tus ridículas aspiraciones de ser millonario haciendo la pelota a Franco cuando sólo eres gentuza nada más! - ¡¡¡ Cállate, desvergonzada, o no llegas ni al cementerio!!! ¡Repito la arenga nacional a todos vosotros, gloriosos patriotas! ¿Quiénes quieren ser los trece héroes que ejecuten a estas trece fulanas? - ¡¡Lo haremos yo y mis doce discípulos!! -rugió, con su voz afeminada, Onésimo Ledesma de Rivera mientras levantaba el brazo derecho. - ¡Se dice mis doce discípulos y yo, ignorante además de asesino! - ¡Vaya! ¡Ahora resulta que la más zorra de todas es también la más interesante, excitante y apetitosa! ¡Lástima que no tengamos ya tiempo suficiente para hacerte un favorcito en la cama! ¡¡Se dice yo y mis doce discípulos porque yo soy El Maestro y ellos quienes me obedecen!! ¡¡De buena gana te hacía ahora mismo entrar en razón con mi correa!! - ¡¡Está bien, Onésimo, está muy bien!! -¡¡Ya veo que está muy bien la zorra y que es una verdadera lástima que no podamos hacerla un favorcito en la cama!! - ¡¡Estoy diciendo que está muy bien que desees pasar a la memoria histórica de esta nación por ser El Justiciero que acabe con la vida de Martina Barrero García, y no sueñes fantasías ahora valiente subordinado, la rebelde de las causas perdidas porque sólo es una perdida nada más!! Todos los falangistas allí presentes lanzaron aullidos para celebrar el pésimo chiste de su jefe Emilio Miño y Álvarez de Lope de Rueda, más conocido en el mundo de aquella chusma de niñatos de papá como "El Aristócrata de La Cruzada" - ¡¡El Justiciero!! ¡¡Me gusta ese apodo!! ¡¡Seré El Justiciero que vengue la muerte de José Antonio Primo de Rivera!! - ¿Por qué no "El Primo" so primavera? ¿No te interesaría pasar a la memoria de vuestra historia de España como "El Primo de Primo" ya que no haces otra cosa más que el el primavera cuando te encuentras cara a cara con un hombre de verdad? Ya que alardeas tanto de tus facultades... ¿se puede saber qué harías tú conmigo, a solas los dos, junto a la rivera del Manzanares, so ridículo? ¡No está hecha la miel para la boca de un asno! - ¡¡Cállate, asesina!! - ¡¡Todos los cargos que nos habéis endosado a nosotras trece para acusarnos de ser colaboradoras de asesinos son más falsos que los monederos a los que se refería André Gide aunque hablaros a vosotros de Literatura es como querer hacer entender a una pulga lo que es una luna de miel porque estoy seguro que vosotros cuando oís lo de luna de miel se os hace la boca agua ya que no sois capaces nada más que babosear como los machistas que, a la hora de la verdad, ni chicha ni limonada!! ¡¡Sois vosotros los verdaderos asesinos y tú bien que lo sabes, Emilio!! - ¡¡Cuando te driijas a mí, Martina, hazte el favor de llamarme Excelentísimo Señor Miño!! ¿Entendido, víbora? - ¡¡Tú jamás serás excelentísimo y menos todavía señor!! ¿Entendido, buitre carroñero? A Emilio Miño y Álvarez de Lope de Rueda se le hincharon las venas del cuello... lo que, al parecer, era algo muy corriente y vulgar entre todos los líderes falangistas cuando se e ncolerizaban como niños sin juguetes. - ¡¡Si no fuese porque antes de que amanezca dejarás de existir... de buena gana sería yo el que te haría el favorcito en la cama... pero no puedo manchar mi noble sangre azul con una sangre tan roja como la tuya!! - ¡Quizás sea porque tienes una enfermedad en la sangre que te hace ser un impotente sexual además de tener un minúsculo cerebro y por eso nunca serías capaz de mezclar esa sangre enfermiza con mi roja sangre de hembra humana. A lo mejor la tuya sólo es de bicho inhumano, puesto que de hombre no tienes ni la mínima idea de lo que significa serlo! - ¡¡Basta ya de zarandajas con esta furcia, Emilio, y déjamela a mí y a mis doce discípulos!! ¡¡Deja que yo El Maestro, El Justiciero, siga ampliando mi hoja de servicios para llegar algún día a lo más alto del Olimpo Falangista... por supuesto que siempre debajo de ti, Júpiter de los camaradas!! - ¡Vuelvo a repetirte que se debe decir mis doce discípulos y yo; pero ya veo que la cultura es imposible que entre en ese cabezón que tienes que no creo yo que exita gorra alguna todavía inventada o por inventar para tapar por completo ese ridículo pelo a cepillo que parece que te lo han cortado con garlopa! - ¡¡Te repito que yo soy El Maestro y El Justiciero y por eso siempr voy delante de mis doce discípulos dando la cara!! - ¡A lo mejor es que te gusta darles el culo a los doce y por eso vas siempre delante de ellos! ¡¡Si tú fueses Jesucristo, en este mismo instante dejaría de ser una verdadera cristiana como lo soy y me convertiría, de inmediato en atea sin remedio alguno! - ¿Quién ha dicho Jesucristo? - ¡¡Yo!! ¡¡Yo he dicho Jesucristo, cabezón... que tienes más cabeza que toda la curia del Vaticano junta y eso que es ya decir mucha cabeza porque todos ellos reunidos en cónclave han sido capaces de ayudar a producirse el milagro franquista de La Victoria!! - ¡¡Jajajajaja!! ¡¡Ese tal Jesucristo sólo es el líder de mujerzuelas de las calles como vosotras que sois todavía más pecadoras que la Magdalena!! ¡¡Yo me estoy refiriendo a que nosotros somos Los Trece Auténticos y yo su líder El Maestro y El Justiciero!! ¡¡Yo soy El Líder!! - ¿Otro bonito apodo para tu ego de niño bobo? Y ya que eres tan bobo... ¿por qué no te apodas también Bobina?... te vendría muy bien ese apodo de niñita, bastante histérica por cierto, ya que al parecer sabes tanto de mujerzuelas de las calles y tú te crees tan puro que eres clavadito a la muñeca Nenuca con la que yo jugaba cuando era sólo una bebé? - ¡¡No hables más con ella, Onésimo!! - ¡¡Excelentísimo Señor Don Emilio Miño y Álvarez de Lope de Rueda, necesito sacarme la espina!! ¡¡No permito que ella quede por encima de mí!! - ¡¡Quedar encima de ti no es nada difícil, retaco... que eres más enano que Garbancito, so infantil!! - ¡¡Que dejes ya de hablar con ella... porque nos estás dejando en ridículo a todos, so memo!! ¡¡Llevadlas al camión y, antes de que se acabe la madrugada, fusiladlas junto a los otros detenidos junto a las tapias del Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena; porque a lo mejor resulta que son hasta vírgenes, lo cual no se lo cree ni el más tonto del burdel!! - ¡¡Veo, so bruto, cafre con tirantes por no decirte cerdo con tirantes que también lo eres, que conoces muy bien lo que es un burdel!! ¡¡Quizás porque eres incapaz de amar a una mujer sana ya que te gusta, como a todos los cerdos, la mierda!! - ¡¡Vamos... llevaoslas de aquí antes de que yo mismo las elimine en este sagrado lugar donde, a partir de ahora, siempre proyectaremos nuestras heroicas hazañas bélicas!! - ¡¡Eso está hecho, gran jefe camarada!! ¡¡Vamos, muchachos, vamos al camión con todas ellas y así cuando salga el alba un nuevo futuro se abrirá para todos nosotros, Los Trece Auténticos!! ¡¡Pasaremos a ser los más dignos representantes de la Formación del Espíritu Nacional, los más dignos fenicios de la Falange!! ¡¡Y nuestra hazaña será ejemplo de valor, valentía y virilidad, que se escriben con uve de Victoria!! - ¡Tenéis menos valor que un céntimo de alpiste so pardillos, sois menos valientes que Sancho Panza delante de una simple pandilla de corderos so borregos; y no poseéis de virilidad ni la milésima parte de la que tiene un eunuco so castrados! - ¡¡Ya cállate, que me desesperas!! - ¿Cómo es que un machito como tú se desespera ante una simple mujer como yo? Lo que ocurre con vosotros, machistas feminazis, es que sois más impotentes que un gusano ante una leona. ¿Qué te ha parecido ahora mi chiste? ¿Tienes acaso chistorra o solamente es otro chiste nada más? A Onésimo Ledesma de Rivera le temblaba el pulso más que un flan ante la puerta de un colegio de niños hambrientos y su cara estaba enrojecida de rubor, de furor y de estupor. - ¿Eso es lo que has aprendido de La Pasionaria? - No he conocido jamás a La Pasionaria; pero eso lo he aprendido de mi padre... quizás tú no sepas quién es el tuyo. - ¡¡Te voy a tener que meter un par de hostias, Martina!! - ¡¡Basta ya, Onésimo, sólo liquidadlas junto a las tapias del cementerio y es más que suficiente!! - ¡¡Eso es lo que te salva!! - ¿Me salva tu gran jefe a pesar de que tú eres El Maestro? - ¡¡No me vuelvas a provocar porque voy a cagarme de un momento a otro!! - Procura hacerlo dentro de la taza del water, no vaya a ser que luego tu gran jefe te haga limpiarlo con la lengua.¡¡Después de que me hallas liquidado quizás no podrás descansar nunca más o quizás podrás descansar para siempre!! ¡Nunca se sabe qué hay más allá de la muerte, pero en cuanto a nosotras se refiere ni somos lo que decís que somos ni jamás seremos lo que vosotros queréis que seamos! ¡Somos revolucionarias pero no hemos participado en ningún acto de violencia y nuestras manos nunca se han manchado de sangre como las vuestras, ni hemos ayudado a que nadie se manche sus manos de sangre como las vuestras! - ¡¡Además de brujas, mentirosas!! - ¡Y tú, además de imberbe, hasta es posible que seas un sapo cornudo. En cuanto a ese viejo topo de Roberto Conesa, al cual vais a dedicarle, al parecer, un tebeo para eternizar su memoria, decidle de mi parte que además de ser sólo un viejo decrépito es como una rata sucia porque los topos viven de la misma manera que ellas; aunque, bien mirado, las ratas, al menos, se dejan ver de vez en cuando. Decidle, también de mi parte, que los viejos topos son siempre los traidores de los traidores; o sea, doble traidor... que es lo más bajo a que puede caer un hombre... si es que es un hombre que lo dudo... Aquello de que su gran jefe Emilio Miño y´Álvarez de Lope de Rueda le podría obligar a limpiar el water con la lengua le hizo aún más sonrojado de vergüenza al antes ufano Onésimo Ledesma de Rivera que se sentía tan humillado por Martina Barrero García que había tenido que aguantar que le llamara feminazi. Así que ella terminó su defensa. - ¡Puede que tu gran jefe te haya dicho una gran verdad! ¡He visto a tristes payasos de circo y son mucho menos patéticos que tú! - ¡¡No me llames de tú!! ¡¡Llámame Excelentísimo Señor Don Onésimo Ledesma de Rivera!! - Pero... ¿qué pasa aquí?... ¿a todos os ha dado por auto nombraros Excelentísimo Señores por aquello de la igualdad, la fraternidad y la libertad de hacer lo que os dé la gana o es que todos tenéis complejos de Grandes Doctores Honoris Causa aunque vuestra causa sea asesinar a inocentes por el simple hecho de no formar parte de vuestras filas? ¡Yo sólo llamo Excelentísimo Señor a Jesucristo, y que Jesucristo se apiade de todos vosotros, faranduleros siniestros, aunque quizás sea cierto lo que dijo de que no debemos echarle perlas a los cerdos, sobre todo a los cerdos que usan tirantes para que no se les caigan los pantalones del miedo que pasan cuando escuchan la explosión de una bomba! - ¡¡Se acabó esta conversación!! ¡Onésimo, coge a tus doce discípulos y, entre todos unidos ya que de uno en uno no seríais capaces de hacerlo, llevadlas ya hasta las tapias del Cementerio del Oeste antes de que os vean demasiados madrileños! ¡Es mucho mejor que no haya mucha gente presente y, si os hay, que sean tan pocos que nadie pueda hacer caso a lo que cuenten! ¡Habrá camaradas cubriendo vuestras espaldas y también el viejo topo Roberto Conesa estará rondando por allí a ver a quién pesca! ¡¡Así que ya basta de seguir haciendo más el ridículo ante estas trece mujerzuelas!! ¡¡Debemos ser siempre unos machos y no permitir que nos llamen por más tiempo machos cabríos cornudos porque no podemos seguir permitiendo que unas hembras nos saquen tantas veces seguidas los colores a la cara!! El parlamento de los allí reunidos se acabó en ese instante y Los Trece Auténticos salieron del Teatro de la Comedia de Madrid... detrás de aquellas trece inocentes chiquillas. Subidos todos en un camión fueron pasando por las calles madrileñas enfilando hacia la de Narváez, doblaron por la de Alcalde Sáinz de Baranda, cruzaron la de Doctor Esquerdo y continuaron, por el Barrio de La Elipa, hasta llegar a las tapias del Cementerio del Oeste, el llamado de Nuestra Señora de la Almudena. Era ya plena madrugada. - ¡¡Bajad del camión de una en una y sin hacer demasiado alboroto!! Y las treces inocentes chiquillas bajaron mientras iban siendo apuntadas por los fusiles, cargados hasta el máximo de balas, de aquellos trece niñatos de papá, imberbes e impotentes, que se refugiaban tras sus armas para aparentar ser hombres. - ¡¡Vamos... caminad hacia las tapias...!! -siguió ordenando Onésimo Ledesma de Rivera. Las trece jovencitas, sencillas muchachas del pueblo madrileño que demostraron tener más valor que todos aquellos mamarrachos falangistas, auténticos según ellos, y a pesar del miedo a perder la vida a edades tan tempranas ni rogaron ni derramaron una sola lágrima. Pronto quedaron enfiladas junto a las tapias del cementerio, al lado de otros cuarenta y tres hombres también detenidos por culpa de otros chivatos o por culpa de la envidia de otros malos vecinos; y Onésimo Ledesma de Rivera siguió dando órdenes ante la mirada triste y enfurecida de algunos madrileños que se encontraban ya como espectadores excepcionales de aquel momento de "gloria" falangista. - ¡Que cada uno de vosotros, mis doce fieles discípulos, elija solamente a una; pero a mí dejadme a la Martina! ¡Es cuestión de honor! - ¡Sería cuestión de honor si tú fueses honorable! - ¡Veo que hasta el final sigues siendo tan habladora como las que van diariamente a hacer la calle! - ¡Al menos las que hacen la calle lo hacen con valor y no como vosotros, títeres del guiñol de vuestro gran jefe, que las utilizáis para daros un valor ficticio que nunca conseguiréis que sea real! ¡Y bien sabes tú que nosotras no somos de ellas porque al menos somos trabajadoras y no ganduleamos como vosotros, so pijos! - ¿Sabes rezar? - No sabemos rezar ni nos interesan los curas ni las monjas; pero sabemos hablar con Dios. - ¿Y por qué ese Dios en quien tanto creéis no baja del cielo para ayudaros a salvar la vida? -Quizás te equivoques, enano mental además de charlatán afeminado... quizás ese Dios que tú no conoces nos esté dando la oportunidad de liberarnos definitivamente de todos vosotros. Pero de esas cuestiones entendéis menos todavía que de lo que es una verdadera mujer. - ¡¡ Basta ya!! ¡¡Di tus últimas palabras de despedida de este mundo!! - ¡Este mundo actual es una mierda creada por vosotros, cagones! ¡¡Madrileños, nunca nos olvidéis a ninguna de las trece!! ¡¡Que mi nombre no se borre de la Historia!! - ¡¡Fuego!! ¡¡Camaradas, haced ya fuego!! Los fusiles de Los Trece Auténticos falangistas, según ellos, vomitaron sus descargas de balas ante la impotente mirada de unos pocos madrileños que se encontraban, aquella madrugada, en los alrededores del Cementerio de la Almudena de Madrid. Y las trece muchas cayeron fusiladas por los treces imberbes feminazis. Junto a ellos cayeron los cuerpos de los otros cuarenta y tres hombres que también fueron fusilados en aquel mismo momento en que la Historia de España se llenó de fango. Llovía sobre Madrid... - Maricones... - No lo digas muy en alto, Julio. - No son más que unos maricones vestidos de gilipollas, Mariano. - Sólo son trece cretinos y su mentalidad es más pequeña que la de los monos de los titiriteros aunque, al menos, los monos de los titiriteros tienen gracia pero estos trece son solamente patéticos. - No, Mariano, no son trece cretinos sino trece capullos. - ¿Qué hacemos ahora? - Esperar a que se vayan para enterrarlas cristianamente. Yo te aseguro y te afirmo que nuestras trece rosas pasarán a la Historia y la memoria histórica de los españoles de bien siempre las recordarán por sus nombres y sus dos apellidos mientras que estos trece capullos quedarán en el olvido para siempre. Esto sólo ha comenzado... pero el final está todavía por llegar... - ¿Qué vas a hacer, Julio? - Mañana, Mariano, mañana...
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