Fue Albert Einstein quien dijo: "La creatividad nace de la angustia como el dolor nace de la noche. La inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quienes superan la crisis se superan a sí mismo sin querer superarse. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones"
Parto de esta genial frase para reflexionar ya rebasada la medianoche. La creatividad... ¿es en sí misma un talento o es solamente un producto fortuito? Se entiende, con total claridad, que no existe la creatividad como causa de una casualidad cualquiera; luego la creatividad es un talento que manejan quienes la desarrollan de manera consciente, aunque muchos son los que han creado creatividades artificiosas, artificiales y, sobre todo, falsas porque fueron parte de sus locuras. ¿Qué diferencia existe entre el talento y la locura? Una muy esencial que corresponde a la palabra bíblica cristiana de "por sus frutos lo conoceréis". El talento es siempre lúcido y lucido mientras que la locura es oscuridad y tiniebla.
¿Nace realmente la creatividad de la angustia?. En este punto discrepo de lo que dijo el genial Albert Einstein sin que tenga yo que pensar que soy tan genial como él. No es importante ser tan genial como él para poder rebatirle en esta ocasión. Para mí, y que me perdonen quienes creen que Einstein es insuperable, la creatividad no nace de la angustia sino del placer. Por supuesto que es mi manera de entender lo que es la creatividad. Por mi experiencia propia, que es la mejor manera de poder entenderse uno mismo o una misma y entender todo lo que uno o una puede crear, si no existe placer en lo que creas no es una creatividad sino una desesperación. Ha ocurrido, por ejemplo, con muchos escritores (pongamos a Edgar Alan Poe como uno de ellos), con muchos pintores (pongamos a Salvador Dalí como uno de ellos) y con muchos músicos (pongamos a The Beatles como unos de ellos). Podríamos citar otros muchos ejemplo que no trajeron a la humanidad creatividad propiamente dicha sino una especie de enajenación mental producto de una angustia inapropiada para la creatividad. Insisto en que la verdadera creatividad nace del placer de crear; lo mismo que sintió Dios cuando hizo la Creación. ¿No deriva creatividad de creación?. Efectivamente, creatividad deriva de creación y si, como sucedió con Dios Padre al hacer la Creación, sentimos placer con lo que creamos (por ejemplo yo estoy sintiendo placer al escribir este texto) eso es creatividad. La angustia, insisto, solo produce desesperación y no está creada la vida precisamente para que la vivamos desesperadamente sino pàra gozarla en toda plenitud.
Lo que dice Einstein al afirmar que el dolor nace de la noche tiene su punto de verdad pero no es algo absoluto. Es que resulta que sí, que es en las noches oscuras de la soledad, cuando no tenemos a nuestro lado a nadie que nos ame o a nadie a quien amar, se produce el dolor. En ese sentido concuerdo plenamente con Einstein aunque yo ampliaría más el concepto y diría no que el dolor nace de la noche (lo cual es parcialmente cierto) sino que el dolor nace de la soledad. Y la soledad no sólo se vive en las noches en que no tenemos a nuestro lado a nadie quien nos ame o nadie a quien amar; sino que también ocurre durante el día. La soledad es mucho más que solamente la noche. Así que sin negar lo que dice Eisntein creo que se quedó a medio camino al definir el dolor. Yo he visto el dolor en las noches, pero también he visto el dolor a plena luz del Sol.
Inventivas, descubrimietnos y estrategias no nacen de casualidades jamás, sino que son productos de esos talentos de los que habla Einstein y de los que habla, con mucho mayor acierto, la Sagrada Biblia Cristiana. Dios nos dio talentos para desarrollar creativamente (de ahí que vuelva a insistir que la creatividad sólo es producto del gozo) nuestras invenciones diarias, nuestros descubrimientos diarios y nuestras estrategias diarías para poder sobrevivir en el mundo terrenal. Y es que las inventivas son mucho más que los inventos y se refiere a algo mucho más importante que los inventos. Y es que los descubrimientos son mucho más que los hallazgos y se refiere a mucho más que los hallazgos. Y es que las estrategias son muchos más que los diseños y se refiere a mucho más que los diseños. Para sobrevivir en este mundo, los cristianos y las cristianas tenemos inventivas (a veces hasta somos capaces de crear inventos), los cristianos y las cristianas tenemos descubrimientos (a veces hasta hacemos hallazgos increíbles) y los cristianos y las cristianas desarrollamos estrategias (a veces hasta llevamos a cabo verdaderos diseños geniales y que me perdonen quienes me estén leyendo por haber escrito geniales pero es que son geniales en verdad). Porque los cristianos y las cristianas (sean cuales sean nuestras edades, géneros y físicos) somos, ante todo, muy inteligentes a pesar de todos esos  que van proclamando por ahí que tener a un Jesucristo Vivo como líder de nuestra trayectoria hacia la Eternidad es una religión de ignorantes cuando se equivocan en dos graves errores: el primer error es que no somos una religión  y el segundo error es que Jesucristo es la segunda Persona de la Santísima Trinidad, luego es el Hijo de Dios. Muchos despiertan un día, si es que le ha dado tiempo para despertar, y se dan cuenta de que es verdad que somos inteligentes porque hemos reconocido que somos hechos a imagen y semejanza de Dios.
La crisis. ¿Qué decir de la crisis? ¿Qué es realmente la crtisis? ¿Quiénes nos producen las crisis? No son las Fuezas del Bien sino, todo lo contrario, las Fuerzas del Mal. Por eso Albert Eisntein, que fue un creyente crtistiano, afirma que quien la supera se supera a sí mismo. Yo aclaro algo más este punto señalando que al superarnos a nosotros mismos nos encontramos con un yo evolucionado,  con un yo equlibrado, con un yo proyectado hacia el futuro y esa evolución de nuestro yo, ese equilibrio de nuestro yo y ese futuro de nuestro yo se produce precisamente porque superamos la crisis.
Por último estoy totalmente de acuerdo con el punto final de lo que dijo Einstein; porque estar atribuyendo siempre eso de que todos nuestros problemas son por culpa de la crisis es evidente que no es parte de ninguna solución sino parte del problema. Partiendo de una crisis generada en contra de nuestra voluntad resulta que si nos sometemos a ella estamos sometidos a quienes han generado la crisis. Si olvidas la crisis olvidas el problema y estás capacitado o capacitada para comenzar a darte una solución a ti mismo y a ti misma.