Amar es algo que no se puede explicar fácilmente, es sentirse libre, pero a la vez tan atado; es respirar un aire fresco, que llena completamente el cuerpo y renueva cada vez las fuerzas para levantarse cada mañana.
Es caminar y avanzar hacia el paraíso, es esperar todo de la vida.
Pero qué  lindo es sentir todo esto cuando se es realmente correspondido, de no ser así, eso de ser libre y estar atado, se vuelve tormentoso, querer correr y no poder hacerlo, ese aire que se respira raspa la garganta y se siente ahogada el alma.
Caminar hacia donde, si no se sabe si el día de mañana estarás ahí, o quizás estarás volando en otros valles.
Qué  triste se siente mi alma al sentir estas inseguridades, el amor es bello, es todo, cuando se comprende que hay cosas no alcanzables, que hay cosas que no son para uno, quisiera que mi corazón comprendiera todas esas claves para vivir en armonía con el alma, mirar hacia otro lado y solamente recordar con cariño ese sentimiento vivido.
Corazón,  camina conmigo y no camines pensando ¿en dónde estará?, ¿me querrá?, ¿me extrañará? o ¿pensará en alguien más?.
Descansa mente mía, descansa cuerpo mío: Creador, padre amoroso, dame fuerzas para salir de este hoyo que mata mi vida, pierdo días preciosos que me brindas, me hace desperdiciar todas tus bendiciones, las sonrisas de quienes me acompañan día a día, la ternura de la voz de mi madre cada mañana cuando dice en mi despedida al salir de casa…Dios te Bendiga, me da mucha seguridad y ánimo de que ¡así será! Dios me bendecirá aún más,  colmando mi vida de alegrías y sueños cumplidos.
Alma mía, repara el ánimo, duerme, quizás mañana el sol brille, ilumine mi rostro y podamos así caminar con esperanza y libertad, hacia el mundo soñado.