EL ALFILER Y EL MARTILLO

El alfiler se endereza como puede
ante la presencia del martillo.
y sacando la voz le dice:
¡ya llegará tu hora!

El martillo desconcertado
mira de un lado a otro:
¿dónde dejaron los clavos?  

Una tachuela, rabiosa
increpa al deslenguado alfiler
¡Cierra la boca, calla,
que si te escucha
¡estamos sentenciados!

Ay temerosa y cobarde
me tienes sin cuidado...  
¡Ea, ea, Martillo tú estás acabado
eres basura, no vales nada.
De ti se arrancaron los clavos
¿Ves, ves... porqué no te vas
a jugar con los gusanos?

El martillo ve un alfiler
vociferante y temerario
y antes de darle un golpe
éste se escurre en el fango.

¡Ya verás, ya verás,
Martillo desgraciado!