Un menda que no da ni un palo al agua, o sea que es un vago sentado en un despacho a todo lujo, gana 500.000 euros al mes y otro, que ha trabajado de sol a sol durante toda su vida y que ha sido siempre honesto, gana solamente 300 euros al mes. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. La economía sigue subiendo a marchas aceleradas y cada vez hay más reservas y más PIB pero cada vez comemos peor, comemos menos y hasta a veces nos quedamos sin comer. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Un altísimo número de Doctores en Economía, Asesores Económicos y mcuhos otros titulados como Masters y muy entendidos en materia de Economía se pasan días y meses y años enteros reuniéndose para combatir a la crisis económica y sacan un montón de datos macroeconómicos, microeconómicos, de índices y más indices indicativos de como va la marcha económica y dicen saber que con todo ello superamos la crisis económica pero cada vez hay más crisis económica. Pefro nadie tiene la culpa. Es el país.
Los estudiantes no tienen ni idea de donde se encuentra la Bahía de Algeciras y, además, no tienen ni idea de lo que es una bahía ni de lo que es Algeciras. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Se cometen adulterios, fornicaciones, prostituciones y otros nuemrosos vicios como homosexualdiad, lesbianismo y cosas aún peores como bestialismos inclusive. Pero nadie tiene la culpa. Es el país.
Se miente más que se habla, se cotillea en todos los canales televisivos, se dicen toda clase de tonterías y absurdos. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Cada vez hay más impuestos a pesar de que dicen que los están reduciendo a la nada, cada vez nos ponen más tasas y más burocracia que nos cuesta un montón de dinero aunque dicen que cada vez es más fácil, más barato y libres de impuestos las gestiones administrativas y de cualquier especie y, además, a los vagabundos se les cobra un impusto por el uso del suelo público donde tienen que dormir. Pero nadie tiene la culpa. Es el país.
Nadie puede ser declarado inocente a las primeras de cambio sino que tienen que celebrarse hasta siete jucicios completos con los gastos que se te ponen por las  nubes para que, después del séptimo juicio, declarar que eres inocente después de haberte quedado en la ruina. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Se han legalizado y ya es legal del todo asesinar y matar a los seres humanos más inocentes que son los fetos en gestación a los cuales, por ley, se les puede quitar la vida cuando a uno o a una le de la real gana. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Se pueden celebrar toda clase de divorcios que hasta se ha legalizado el divorcio exprés porque una vez él la miró mal a ella y no la habló durante veinte segundos seguidos o viceversa fue ella la que le miró mal a él y no le habló durtante veinte segundos seguidos lo cual dice la ley que es incompatibilidad de caracteres y ya se puede celebrar la ceremonia del divorcio faltando por supuesto al juramento que se dieron al casarse cuando se miraban bien y se hablaban durante veinte segundos seguidos. Pero nadie tiene la culpa. Es el país.
Se ha legalizado también el casorio, el bodorrio y el pifostio de las uniones de uno con  uno (dos padres) y el casorio, el bodorrio y el pifostio de las uniones de una con una (dos madres) y además se complica todavía el asunto diciendo que no sólo eso es legal sino que también se ha legalizado que puedan tener hijos o hijas o lo que sea para volverles majaras perdidos y perdidas a esos niños y niñas que, sin comerlo ni beberlo, no saben quien es el padre y quien es la madre y terminan totalmente esquizofrénicos, frustrados y al final se dedican a la droga y a la delincuencia porque ni se enteran de los roles que diferencian al padre de la madre. Pero nadie tiene la culpa. Es el país.
Existen muchísimos sinvergüenzas pero sinvergüenzas de verdad, de esos de tomo y lomo porque más sinvergüenzas no se puede ser, más nos exigen que les tengamos respetos y además les saludemos muy cortésmente y nos quitemos el sombrero y todo lo que llevamos encima para hacerles reverencias porque son grandes personalidades por supuesto muy sinvergüenzas. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Se puede rezar a Dios que no nos oye pero no se puede hablar con Jesucristo que sí nos escucha. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Nadie se puede enterar absolutamente de nada no vaya a ser que nos enteremos de la verdad y nadie sabe nada de nada ni qué es lo que está pasando ni por qué está pasando ni absolutamente nada de qué es todo esto. Pero nadie tiene la culpa. Es el país. Los adultos no me entienden nada de lo que hablo o escribo pero los más pequeños, los niños y las niñas que todavía están en sus primeras infancias, me entienden perfectamente bien. Pero nadie tiene la culpa. Es el país.