Una aventura en Vallecas (Diario)
Publicado en Mar 01, 2012
En los barrios duros del corazón de Vallecas he tenido muchas y diversas aventuras (en el buen sentido de la palabra aventuras no vaya nadie a pensar mal de mí ya que no me refiero a aventurillas de esas con mujeres malas sino a verdadera aventuras) pero voy a narrar y dejar escrito en mi Diario una muy especial de la que tengo muchos recuerdos inolvidables mientras canto lo de "Para que no me olvides ni tan siquiera un momento".
Pues resulta que en cierto comedor para personas necesitadas y hambrientas (y no me refiero a las monjas sino a algunos que se llamaban cristianos) muy cerca del famoso Puente de Vallecas donde los vagabundos pasean errabundos por esos mundos de las necesidades más perentorias (digamos cerca de las calles de Peña Prieta, Peña Gorbea y vaya que apretaba el hambre por cierto y la calle de Pico Cebollera que le hacía mucha gracia a ciertas personas eso de Cebollera y no sé qué más pero que quienes conocen Vallecas saben muy bien dónde está) un grupo de ex hipys y otras "hierbas" del pasado pues que resulta que tienen una despensa con toda clase de buenos jamones, buenos vinos y hasta buenas pastas. Y voy yo y me entran ganas de cenar y como dan meriendas con la condición de que no puedes salir afuera y te tienes que esperar adentro hasta que llegue la hora de cenar pues les sigo la corriente pero que resulta que lo de la despensa es para los 4, 5 ó 6 mangantes que dirigen el comedor y lo que menos vale y menos sabroso está es lo que les ofrecen a los hambrientos que vienen allí a ver si les dan de merendar y cenar. Claro que, a cambio de eso, que lo recogen de unos camiones enormes que llegan hasta los topes de comida, hay que acudir a todos sus cultos; que yo no sé por qué me hacen ir a mí también porque les explico que ya soy cristiano verdadero y que me conozco bien la Sagrada Biblia Cristiana pero no se lo creen y eso a mí es que me daba igual porque lo que quería yo saber era qué pasaba en realidad allí. Y mira por dónde cuando algún necesitado de la Palabra de Dios me pedía alguna orientación cristiana y yo comenzaba a dársela pues que venía el más matón de todos aquellos dirigentes y me obligaba a callar con no sé qué amenazas de partirme la cara mientras yo me parto de risa otra vez (como me ha pasado muchas veces en la vida). Total que descubro que allí no tratan a todos por igual y que hay preferencias y que si no te sometes a sus mandatos (por lo cual dudo de ellos) pues no te dan de merendar, no te dejan aburrirte esperando la cena y no te dan de cenar. O sea, en resumen: no eran verdaderos cristianos. Y recuerdo que uno de aquellos dirigentes, muy catalán y muy especial él, pues creo que era independentista y mezclaba ideologías políticas con religión. ¡Toma tomate Matute!.
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