Un ejemplo de entre 35 voces (En voz alta/Antologías de poetisas de los 50 y los 70).
Publicado en Mar 09, 2012
En el término medio podemos encontrar un buen ejemplo. Es por eso que he elegido, como representación de las 35 poetisas que componen este libro comunitario titulado En voz alta y que reúne a varias poetas de las Generaciones de los 50 y 70, a Elsa López (solamente porque ocupa el lugar número 18 de todas ellas y no por otra cuestión).
Elsa López nació en Guinea Ecuatorial en 1943 y es catedrática y directora en Filosofía además de otros altos estudios. En la obra que le han seleccionado para este libro de poemas se encuentra, en primer lugar, el poema titulado "Me llevaron un día del mar y de la isla...". antes de hablaros algo de dicho poema yo os preguntaría si sois lectores y lectoras de los de verdad, de esos que aman la Poesía de Verdad, ¿os habéis sentido alguna vez errantes porque os llevaron de la luz a la oscuridad, con la fuerza bruta aplicada en vez del razonamiento lógico y humano?. Yo sí tuve esa experiencia; así que me adentro en el poema y descubro algo tan brutal como "me tiraron al patio las pantuflas de esparto, / el caballo de caña se murió en una esquina / sin gritos ni emboscadas detrás de un rostro pálido". Quizás leyendo este poema os podéis imaginar lo que a veces nos hacen experimentar cuando sólo somo como "un niño que soñaba un caballo de cartón abrió lo ojos el niño" ¿y sabéis lo que encontró?. Por ejemplo lo que escribe Elsa López en su segundo poema seleccionado y que se titula "Recuerdo aquella imagen de la abuela...". Lo transcribo completo porque es corto aunque esta poetisa es de verso largo y hendido en las entrañas del ser humano: "El suave balanceo de los lunares blancos / camino del cantero. / El machete en mano, / y un buen fajo de millo apretado en los brazos". Quizás alguno o alguna de vosotras no sepáis bien lo que es una mirada de la abuela o una frase sabia de la abuela o solamente un abrazo de la abuela. Sería bueno que leyeseis de vez en cuando Poesía de Verdad y dejarais por algún momento de vivir vuestra loca carrera por querer ser demasiado acelerados y aprendáis lo que es el remanso del regazo de una abuela que te abraza cuando tienes algo de miedo porque sólo eres un niño o una niña nada más. Tercer poema: "He averiguado el nombre...". Esta vez Elsa López acorta sus largos y henchidos versos para expresar, entre otras cosas, lo siguiente: "y se define ausente, / exiliada del sueño, / emigrante, / perpleja, /desgajada, / sin billete de vuelta". Quizás si os atrevéis ya de jugar a haceros más mayores de lo que en realidad sois y leéis esto podríais por fin comprender qué pasa en el alma de un exiliado, de un emigrante, de alguien que tuvo que salir de su propio país precisamente para ser solamente alguien. Yo también lo he experimentado y os deseo que nunca lo tengáis que vivir en vuestra propia carne. Y termino este brevísima selección de todo el libro con el siguiente ejemplo de Elsa López. Se titula "Ya nunca volveremos al viejo paraíso donde nace la lluvia... ". Y vuelve a alargar sus versos y a escribirlos como hendiduras en el alma. Por ejemplo cuando escribe: "Ya nunca volveremos a medir la distancia / que queda entre las ramas del drago florecido". Tal vez estáis tan ocupados en lo material, en lo plástico, en las apariencias, que nadie os ha enseñado u os ha querido enseñar lo que es la verdadera distancia de un ser humano que sueña. Tal vez leyendo todo este libro (incluidas las 34 poetisas restantes) podáis aprender mucho más de lo poco que aprendéis en los gimnasios de fortalecer los músculos en vez de fortalecer las ideas; en las discotecas de mover los esqueletos en vez de mover la imaginación y en las camas donde creéis que hacéis el amor cuando estáis destruyendo lo que es el amor. En fin. Que os recomiendo el libro. He aquí todos sus nombres: María Beneyto (Valencia), Julia Uceda (Sevilla), Aurora de Albornoz (Luarca - Asturias), Angelina Gatell (Barcelona), María de los Reyes Fuentes (Sevilla), María Elvira Lacaci (Ferrol - Coruña), Pino Betancor (Sevilla), Cristina Lacasa (Tasrrasa - Barcelona), Dionisia García (Fuente Álamo - Albacete), Francisca Aguirre (Alicante), Elena Andrés (Madrid), María Victoria Atencia (Málaga), María Teresa Cervantes (Cartagena - Murcia), Carmen González Más (Madrid), Pilar Paz Pasamar (Jerez de la Frontera - Cádiz), Ana María Fagundo (Santa Cruz de Tenerife), Rosaura Álvarez (Granada), Ana María Navales (Zaragoza), Blanca Sarasúa (Bilbao), Clara Janés (Barcelona), Elsa López (Guinea Ecuatorial), Paloma Palao (Madrid), María Victoria Reyzábal (Madrid), Juana Castro (Villanueva de Córdoba- Córdoba), Pureza Canelo (Moraleja-Cáceres) , Rosa Díaz (Sevilla), M.Cinta Montagut (Madrid), Noni Benegas (Buenos Aires-Argentina), Ana María Moix (Barcelona), Cecilia Domínguez Luis (La Orotava-Tenerife), Fanny Rubio (Linares-Jaén), Rosa Romojaro (Algeciras-Cádiz) y Amparo Amorós (Valencia). Han sido seleccionadas por Sharon Keefe Ugalde. Quizás al leer los poemas de todas ellas unidas sepáis más de uno lo que debe ser una unidad nacional, una unidad cultural y, sobre todo, una unidad humana de carácter universal. Y es que muchos de vosotros y algunas de vosotras habéis olvidado ya lo que es la Poesía y por eso estáis perdiendo el norte de vuestras vidas. Quiera Jesucristo que los poetas y las poetisas no lleguemos demasiado tarde a entrar de nuevo en vuestros corazones...
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