En la primavera hay muchos primaveras de esos que hacen el primavera los doce meses del año, aunque sea bisiesto como el actual 2012. En todas las estaciones de autobuses y trenes y en todos los aeropuertos y puertos navales, siempre estàn los primaveras que se dejan meter mano a sus equipajes. Algunos dìas màs que otros. Se asoma el gancho de siempre, se acelera pidiendo ayuda y el primavera de turno acude a socorrerle mientras que Socorro, la tapada (como hacen todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos) llega y se lleva el equipaje del primavera de turno (como hacen todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos). Despuès, el gancho se acurruca en el suelo como si le doliera el vientre y, claro està, el primavera de turno le da un billete de 100 euros para que acuda al hospital màs cercano para que le operen y, como hacen todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos, el gancho agarra ràpidamente el billete de 100 euros y le dice al primavera (como hacen todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos) que se apañarà èl sòlo porque hay un taxi justo en la puerta (preparado por la pandilla por supuesto) y se marcha a toda velocidad diciendo que no hace falta que el primavera de turno le acompañe y el primavera de turno sonrìe con una amplia sonrisa (como hacen todos los que creen en los polìticos de todos los Partidos ideològicos). Una vez que el gancho entra en el taxi, el taxi desaparece ràpidamente pero resulta que el equipaje del primavera de turno no aparece por ninguna parte y el primavera de turno se asoma, todo nervioso, a la puerta pero ya no està el taxi.
Vale. ¿Dònde està el equipaje? Como hacen todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos nadie sabe nada de nada, aunque existen unos cuarenta individuos e individuas (como ocurre con todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos) que forman  parte del engaño. Que no se engañe nadie. Siempre hay primaveras en la primavera que hacen el primavera (como les sucede a todos los que hacen caso a todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos).
¡Pues vaya una tontuna èsta de los primaveras que hacen el primavera en la primavera y todos los meses de año, aunque sea un año bisiesto como el actual 2012! dirìa mi abuela materna si estuviese viva. ¡Mi prima Vera si que està bien! Y a todo esto... ¿quièn diantres es mi prima Vera? Como no tengo nunguna prima Vera debe ser Verònica. Verònica Forquè. ¿Quèeeeee? ¿Quèeeeee? ¿Quèeeeee? He dicho Verònica Forquè pero puede ser Verònica Arboleda. Por cierto, en la arboleda perdida y no me estoy refiriendo a la obra literaria, si se le puede llamar literaria a eso, de Rafael Alberti)  que hay junto al rìo... y esperen un momento que me rìo yo ahora... se toma mucho la sombra. ¿Recordàis a Sombrita? Pues mira por dònde La Vieja del Visillo informa que el tal Sombrita era un puncheur (no sè si se escribe puncheur o puncheur o puncheur pero se puede escribir puncheur o puncheur o puncheur) de los de antes de la Transiciòn; o sea, de los que daban guantazos entre las doce cuerdas. Ahora bien, si mi prima no es Verònica Arboleda bien pudiera ser Verònica Vandenberg. Pero si esta tampoco es... ¿quièn es mi prima Vera? ¿Serà que quiero decir mi prima Montse como bien escribe y describe Juan Marsè?. Algunos toreros estàn ya preparados para dar muchas verònicas entre el sol y la sombra. ¡Toma fantasìa de fiesta taurina para el cuerpo objetor de conciencia que no tienes ni conciencia de nada ni la has conocido nunca!
En los escapartes de las boutiques madrileñas (no lo confundàis con las boticas de los boticarios de pueblos que ya no se llaman boticarios sino doctores en medicinas varias para ponerse a la misma altura que los de la capital de España aunque les duela que sea la capital de España a unos cuantos que no estàn de acuerdo con eso y a los demàs no nos importa) de la Calle Serrano, algùn serrano lleva una mona de aquì te espero. ¡Què extraño es todo esto! O sea, que por aquì huele a lluvia pero no llueve nunca. ¿Y què hacemos ahora con el paraguas, el chubasquero y las botas de pocero? En alguna esquina se estàn partiendo de risa el taxista, el gancho y la tapada Socorro. ¡¡Socorrooooo!!
El primavera que hace el primavera todavìa se està preguntando donde està su equipaje con el paraguas, el chubasquero y las botas de pocero; o sea, que le pasa lo mismo que a los que hacen caso de todos los polìticos de todos los Partidos ideològicos habidos y por haber. Y yo os pregunto ahora a todos y todas: ¿Quièn fue el futbolista que dijo lo de a mì el pelotòn, Sabino, que los arrollo? ¿Quièn era conocido como Balarrasa? Me lo sè pero dejo que los adivinos que engañan a las personas junto9 al Estanque del Parque del Retiro de Madrid lo adivinen que, por supuesto, no lo van a adivinar porque son màs falsos que el cromo de un futbolista del Collerense porque los futbolistas del Collerense no salen en las colecciones de cromos de futbolistas de Primera Divisiòn; porque bastante tengo yo con adivinar el resultado final del partido entre el Real Betis Balompiè de Sevilla versus el Real Madrid Club de Fùtbol de Madrid que està a punto de comenzar y entonces està ya bien claro que el dìa 29 del presente mes de marzo del presente año 2012, que està presente todavìa, nosotros vamos a jugar al fùbol haya una huelga general o no haya una huelga general porque el fùtbol es sagrado y no lo que digan los sindicalistas de todos los Sindicatos ideològicos habidos o por haber.
Y para que sepàis que yo no soy el malo sino que soy el bueno y que el malo es el otro pues os voy a ofrecer las respuestas: el primero fue Josè Marìa Belaùste (que era de la plantilla profesional del Athletic Club de Bilbao) y el segundo fue un sacerdote misionero oficial del Ejèrcito español a quien todos sus compañeros le llamaban Balarrasa por su despreocupaciòn y alegrìa y que Fernando Fernàn Gòmez lo representò en una pelìcula española del año 1951 que se llama, por cierto, "Balarrasa".
Vale.