ME CANTO DE NUEVO
Publicado en Mar 10, 2012
Me celebro y me canto, Soy el único que puede cantarse a si mismo, desde el comienzo hasta el final. Estoy en todas las historias y soy el dueño absoluto de todas las tramas y representaciones Me canto, desde el amanecer hasta el ocaso, y en la profunda oscuridad de las tinieblas también me canto, Vago en las nubes y mi amiga es el alma que navega en el árbol, en la flor, en cada mineral, en el desocupado Voy de la mano con todos, con el atleta y el monarca y describo todas las oscilaciones de los astros en sus orbitas, Vago sin reposo, sin la ansiedad del marinero por zarpar o llegar a cualquier puerto, Ajeno de esperanzas de anhelos escondidos o ilusiones recónditas- En todos los éxodos soy el trotamundos que viaja hacia el mar como la gota y se diluye para recomenzar. La eternidad es como la sombra que oculta el hilo conductor que por los siglos de los siglos jamás se rompe. Me perpetúo en las oscilaciones del caleidoscopio, me multiplico en las formas, en miríadas de formas y estando en reposo mis destrezas levógiras o dextrógiras me perpetúan en la nada absoluta o en la nada aparente o en el todo. Voy dentro de cada uno de los cuatro elementos y en uno soy aroma en otro soy el canto del grillo o de la rana y en cada color suspiro como arcoíris que soy y desde ahí me canto y me escucho me amo en todo y me reconozco, me siento voy y vuelvo en un eterno retorno. Me afirmo en cada uno de los pabellones auditivos y resueno muchísimo más allá de las estrellas en los confines de todas las direcciones a partir de mi mismo. Sin esconderme permanezco oculto en cualquier pliego o en cualquier recodo, nadie me ve, y palpándome con todos los sentidos ignoran quien soy en esta realidad sublime de mi canto. Rio complacido con indulgente tolerancia y en mi ritmo cardíaco voy marcando todos los compases y allí también me canto y reduzco las matemáticas a cero y comienzo el retorno desde el nueve. Beso los labios y las formas a consciencia y me tumbo en las hojas de hierba y canto, Y me digo en el eros de doble juego que en el lecho marino también esta la materia prima de las hojas de hierba que es todas las niñas y me canto en los hombres arquetípicos y los estimulo a partir de todos los odios y las equivocaciones a que os miréis en el espejo al que le canto. Le canto a la libertad de todos los sistemas y a todas las cosmogonías, a todos los oficios sagrados y en mi esta el origen de todos los poemas, de todos los espectros, con los cuales, y junto con todos los misterios con los que adorno mi canción. Vago en los silencios prolongados y con su complicidad parece que meditara y no lo necesito porque todo lo tengo, no paso porque soy eterno, y viajo discreto con mi emblemática sombra. Esta canción se volverá un himno cuando la canten todos y cuando el regreso a casa se produzca por obra de mi canto, el auriga y mi alma, entonaran a dúo la metáfora de la canción de hierba y el canto a mi mismo que le inspira las metáforas al poeta que soy. Eres el misterio de la mujer de ensortijada cabellera que se reparte en todas direcciones y penetrando en la tierra devuelve sus pasos arriba y hacia el Norte y el Sur hacia el oriente y occidente. Venias de encontrarte con la majestuosidad de la reina que sin dejar el trono desciende con los trajes que la envuelven y la desposó y pisamos el mismo voluptuoso suelo al mismo tiempo. También le canto a la progenie ,a la mía, que jugando a conjugar todos los verbos envuelve el misterio que somos sin condenarnos ni increparnos puesto que siendo completamente ajenos a nuestros dominios hemos callado por siempre y para siempre- La contradicción de mi canto proverbial es aparente y me contraigo, me veo, me pienso en el espacio, en el mar abierto y en la tierra también abierta en apariencia. Caigo en uno y me levanto en otro o en los otros que viene a ser lo mismo. Que locura sublime en el eterno Aquí y ahora míos, que locura para decir lo bueno para decir lo malo, en esta persistente preñez del universo mío y tuyo, mías y tuyas son todas las sensualidades, los excesos de siempre, los arrepentimientos, y el imán implacable y libidinoso que juega y yo canto en la madre y a la madre y Al nido caluroso y tibio del polluelo y Al hombre temeroso de las hecatombes y de las llegadas y partidas que por si son una canto, un madrigal y al mismo tiempo la locura piadosa y tierna de viajero- ¨ Por último le canto a las cenizas de las que surge el Fénix y a la verdad que guía el universo y al ser que juega al todo y a la nada y a la fragilidad de una bolsa de polietileno a merced del viento y a la temida fragilidad del hombre que todavía parece despertar al libro en cuyas paginas esta dicho todo y en cuyas páginas me reconozco. L
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