El día 9 de noviembre de 1965, exactamente a las 5'28 de la tarde se produce un apagón total de la luz eléctrica en toda la ciudad de Nueva York y otros lugares de los Estados Unidos. Sobre aquello esto es lo que ha escrito Christopher Boone en Internet:
"Causas del apagón.- El suceso se produjo el 9 de noviembre de 1965, sobre las 5.30 de la tarde. De repente, la luz se fue y dejó a oscuras a ocho estados de la costa este, siendo especialmente conocido el de la ciudad de Nueva York. Durante cerca de 14 horas, se paralizaron todas las actividades, produciéndose pérdidas millonarias.Y es que tras el primer momento de incertidumbre, las siguientes horas fueron empeorándose con problemas de tráfico, ascensores que no funcionaban, se paralizaron los metros, comunicaciones…El error se explicó como un colapso en la red interconectada de 375.000 voltios que unía Canadá y la costa noroeste de los EEUU, al parecer originado por una sobrecarga debida a varios fallos en el sistema de protección automática de la red.El primer fallo apareció en la estación generadora hidroeléctrica Sir Adam Beck (Queenston, Ontario), donde se produjo un pico de demanda que forzó una abrupta salida de servicio. El excedente se recondujo hacia Nueva York, al parecer ante una falla de los controles.
Pero esto llevó a una salida de servicio por sobrecarga del sistema, ya que hubo otro error en los sistemas de protección. Con esto, se retornó el excedente inicial de nuevo a Ontario, con lo que la planta quedó fuera de servicio.Ya lo tenemos todo a oscuras. No hay televisión, no hay luz.¿Qué hizo la gente?
Aparece el mito... Se habla por primera vez del famoso boom de natalidad en agosto del año siguiente, 1966.La revista New York Times realizó unas entrevistas a distintos doctores que decían que se había producido un gran incremento de la natalidad en el periodo de 9 meses después del apagón. Esta es la parte más romántica del mito, sin duda. Es bonito pensar que ante tal aburrimiento y sin luz (y la consecuente dificultad de encontrar los preservativos), pues hicieron lo que debían. Parecía obvio. Sin otras distracciones, la gente se puso a lo que se puso.Incluso hay quien le daba el toque simpático diciendo que “todo fue causa de la iluminación con velas”, porque “Los neoyorquinos somos en el fondo muy románticos".
... pero alguien lo investiga.
Y se acaba descubriendo que esta historia romántica no era real.En 1970, el demógrafo J. Richard Udry, de la University of North Carolina at Chapel Hill , realizó un exhaustivo estudio estadístico donde demostró que no hubo ningún incremento en la natalidad de las áreas afectadas.Extraigo de un sitio que se dedica a estudiar leyendas urbanas (aquí ) el estudio estadístico que realizó este demógrafo, a partir de datos obtenidos de una colaboración de Carl Erhart y el New York City Health Department.Para la realización de la tabla, se tienen en cuenta los siguientes aspectos:Se toma la fecha del 10 de noviembre (noche del apagón) como la de concepción de los bebés.Se asume un periodo de gestación de 280 días desde la última menstruación.Con estos datos, y mediante una distribución estadística que no nos vamos a dedicar a explicar aquí (porque nos gusta ser estrictos pero no pesados), se estimó que más del 90% de nacimientos concebidos en el apagón, tendrían lugar entre el 27 de junio y el 14 de agosto de 1966. Nada raro. Si nos ponemos a pensar, es 9 meses después del suceso.Por lo tanto, en la tabla se muestra el porcentaje de nacimientos producidos en ese periodo de tiempo, respecto al total del año, para los años del 1961 al 1966.No existió jamás dicho aumento de natalidad".
Y ahora voy yo, Diesel, ha escribir mi propia versión de los hechos (perdonen si creen que exagero en mi imaginación).
El pánico se apoderó de todos los neoyorquinos y neoyorquinas, además de los habitantes de los otros ocho estados donde se produjo el apagón. ¿Qué había sucedido para que se apagara toda la ciudad de Nueva York? Muy pronto alguien hizo correr la noticia de que había sido un ataque de los extraterrestres. Muchos creyeron que era verdad; que los extraterrestres estaban ya iniciando la conquista de la Tierra empezando por una de sus ciudades más emblemáticas: la ciudad donde se encuentra la Estatua de la Libertad. Muchos temblaron de pavor sólo de pensar que la libertad humana acababa de empezar a llegar al principio de su final. ¿Era el principio de una pesadilla o era el final de un sueño?
Las leyendas, como esa del aumento del número de nacimientos 9 meses después -lo cual ya se ha demostrado, por el texto anterior, que es totalmente falso, empezaron a extenderse durante muchos meses después y hasta algunos años tras el suceso. ¿Quién o quiénes habían conseguido apagar todas las luces eléctrica de la ciudad de Nueva York? ¿Qué poderes tenían aquellos supuestos extraterrestres capaces de colapsar, en unos breves minutos, a la ciudad más emblemática del mundo libre? El suceso dio pie para escribir muchísimas páginas de prensa, para llenar muchísimas horas de comunicaciones radiofónicas, para programas enteros de televisión y hasta para publicar algún que otro libro que los lectores y las lectoras (best sellers todos ellos quizás) devoraban con gran avidez. Para muchos fue, durante mucho tiempo, el único tema de interés principal en las tertulias de todo el mundo; desde las conversaciones entre los más pobres en alguna taberna de los bajos fondos urbanos hasta las conversaciones en los grandes cenáculos de las clases más altas de la sociedad mundial. 
¿Qué sucedió en realidad aquel día en la ciudad de Nueva York? Era indudable que algún grupo de seres, quizás extraterrestres, habían hecho colapsar a la ciudad inteligente. ¿Eran los extraterrestres más inteligentes que los humanos? ¿De qué misterioso planeta procedían aquellos seres? Toda clase de teorías, en verdad disparatadas, hizo aumentar, aún más, el mito que sirvió para que algunos se enriqueciesen publicando artículos en revistas como del estilo de "Mundo Desconocido". ¿Nadie conocía la verdad? Resultaba evidente que no. Pero muchas veces lo evidente no es cierto. Resulta que la verdad podía ser mucho más lógica que todo aquel disparate de los extraterrestres y sus consiguientes chismes de los salones de la alta sociedad o de las fogatas de los vagabundos entre los viejos trenes abandonados en alguna vieja estación pasando por toda clase de ambientes humanso. 
Esta es la hipótesis que yo presento como una posibilidad más sensata que todas esas barbaridades increíbles. El asunto era mucho más humano dentro de lo inhumano que era. El asunto es que existía un Comando llamado "Bebé Eme". ¿Qué significaba "Bebé Eme"? Era como se conocía, entre sus componentes, al grupo formado por BBEM: "Bebé Eme" era el Grupo que había tramado los que yo llamo "Operación Herencia". Ya explicaré, después, en qué consistía la "Operación Herencia" que necesitaba precisamente que se produjera el apagón de la ciudad de Nueva York.
Primero es necesario saber que el Grupo BBEM ("Bebé Eme") se componía de un cuarteto sumamente ambicioso: el pro soviético "Orejas" (la primera B) que era la fuerza Bruta del Grupo por su carencia casi absoluta de estudios. "Califa" era la segunda B ya que era el encargado de intervenir en la Bolsa de Nueva York y los principales sistemas de la Banca, lo cual redundaría en todo el mundo por el efecto dominó; el ambicioso "Gimi", con estudios solamente medios o mediocres pero muy Emotivo, era el líder intelectual del Grupo y su ideología era la nazi; y "Fantini" (la M del Grupo) se encarga de dirigir los Medios puesto que era el encargado de Manejar y Manipular todo el sistema informático pues tenía bastantes conocimientos sobre esta materia. Pero había una quinta persona muy importante para el Grupo "Bebé Eme": la querida de "Gimi", la conocida como "La Quina", con estudios primarios y de Secretariado, por lo que era experta en cambiar todas las informaciones reales de informes laborales y sociales por otras de carácter inventado por ella bajo mandato de su amante "Gimi". 
Ellos fueron los que, por algunas horas, tuvieron en jaque a toda la nación estadounidense y, de rebote, al mundo. Pero... ¿cuál era el verdadero objetivo del Grupo "Bebé Eme" BBEM? Se pudo descubrir que se ponían en comunicación entre sí, antes de dar el jaque mate definitivo, a través de una canción infantiloide que decía así:  "somos malos mala sombra somos malos de verdad somos como una espina que sólo sabe pinchar y más malos que la quina". El objetivo final -el verdadero objetivo- de los cinco era crear el llamado "Caos Total" que consistía en producir, con la suma de las cinco fuerzas de conocimiento aunadas para hacer el Mal, el caos en las cuentas corrientes de los principales Bancos estadounidenses y los principales Bancos europeos para trastornar por completo todos los estados bancarios de las cuentas corrientes y desviar toda la suma de dinero que más pudiesen desviar hacia la cuenta corriente de "Gimi" hasta convertir a éste en el hombre más millonario del planeta y, de esa manera, una vez restaurada la calma, ser el hombre más poderoso del mundo y dirigirlo de manera totalmente autoritaria, despótica y dictatorial. 
Con lo que no contaban los componentes del Grupo BBEM ("Bebé Eme") y "La Quina" era con la intervención de un valiente veterano policía del FBI (en cuyas instalaciones habían conseguido introducirse los 5 conspiradores del Mal) que resultó ser mucho más fuerte físicamente que "Orejas" y un muchacho, conocedor de bases elementales de informática pero mucho más inteligente que "Gimi". Aquel veterano policía del FBI y aquel inteligente muchacho unieron sus capacidades físicas y mentales de tal manera que cambiaron, totalmente la situación hacia el Bien y con ello salvaron a la humanidad de caer en las garras del enloquecido y despótico "Gimi". Ellos dos lograron, unidos por el afán de salvar al mundo del Mal y conducirlo hacia el Bien, destruir la "Operación Herencia": el objetivo final de toda aquella confusión y todo aquel pánico que se creó al producirse el apagón de la ciudad de Nueva York.  
Esta historia, contada a mi manera, forma ya parte del Arte de la Cinematografía porque existe y su título es "La jungla 4.0" (El 4 se refiere al Grupo "Bebé Eme" -BBEM- y el 0 se refiere a "La Quina"). Lo que nadie supo ni sabrá jamás es cómo se produjo la empatía en el binomio formado por el veterano policía del FBI y el muchacho que pasaba siempre inadvertido a pesar de su extraordinaria inteligencia; lo cual no seré yo quien lo descubra, ni lo desvele ni, mucho menos, lo dé a conocer. Basta y sobra con contar la Historia que, posiblemente, tenga mucho de veracidad aunque, a primera vista o a primera lectura, parezca increíble... pero es que la realidad supera casi siempre a la ficción.