MINIFICCIN (5)
Publicado en Mar 13, 2012
INFLUENCIAS LITERARIAS “Usted está influido por Robert Walser”. “No, lo leo demasiado”. “Está influido, entonces, por Jorge Luis Borges”. “Mucho menos. Él no me conoció”. “Creo que está influido por Juan José Arreola”. “También lo leo, por lo tanto no creo que me influya”. “Es innegable que está influido por Kafka”. “Lo leí y lo leo: No creo que pueda influirme”. “¿Danill Harms, sí? “Lo leo en las traducciones que del esperanto hizo Carlos Alberto Castrillón”, para la revista Kanora. “Usted está influido por Ionesco”. “También lo leo”. “¿Teme reconocer en los de otros sus fantasmas?” “Pertenezco a esa legión. Ninguno me influye. Quien sí me ha influido un poco, soy yo, a quien nunca leo”. CLASE DE FILOSOFÍA EN ALGUNA UNIVERSIDAD CON PROFESORES Y ALUMNOS INTELIGENTES “La metafísica es sólo un capítulo de la literatura fantástica”. No le gustó a Popper este axioma de Borges. La literatura fantástica es sólo un capítulo de la metafísica. Al leerlo, Lovekraft arrugó el entrecejo mirando de soslayo al repugnante engendro que dormía a su lado. Un capítulo es sólo metafísica de la literatura fantástica. Dijeron Derrida y Wittgenstein y continuaron escribiendo capítulos y más capítulos de sus libros. Un capítulo es sólo literatura fantástica de la metafísica. La literatura metafísica es sólo un capítulo de la fantasía. La fantasía metafísica es sólo un capítulo de la literatura… Todo sencillo para profesores y alumnos inteligentes, hábiles en el manejo de los datos, que estudien y enseñen en universidades importantes. Escriba cada enunciado, si es inteligente y ocupa algún cargo docente en la universidad, cien veces, como niño haciendo planas. Pero usted no es un niño. Usted es un hombre capaz de filosofar. Combínelos entre sí. A medida que lo haga comprobará que la metafísica, la literatura y la fantasía, dejarán de ser metafísica, literatura y fantasía para transformarse en metafísica, literatura y fantasía. Entonces comenzarán a funcionar en usted la metafísica, la literatura y lo fantástico, pero podrá cometer el error de ponerse de acuerdo con Borges, Popper, Lovekraft, Derrida y Wittgenstein y el resultado no va a satisfacerle mucho. CAMINO A LA IGLESIA –¿Para dónde vas? –pregunta el hombre a Nadaie. –Para la iglesia. El hombre, extrañado porque la dirección en que aquel caminaba era en sentido contrario al lugar donde se levantaba la iglesia del pueblo, insistió: –Si vas para la iglesia, ¿por qué caminas en dirección contraria? Nadaie, dijo: –No lo había advertido. Como estos árboles y estas piedras, esta gente que me rodea, el perro y los caballos que encuentro a mi paso, las nubes y el viento que juega con mi cabello, cuanto encuentro desde el amanecer hasta el atardecer y por la noche me predican sobre la presencia de Dios, deduje que este camino era el correcto para llegar a la iglesia. N. del A.: Nadaie era el personaje de un libro de parábolas que en 1978 pensé publicar en 2000. La asquerosa literatura Nueva Era, a la cual se parecían mis textos, me indujo a sacrificar el proyecto y más de 100 parábolas semejantes a esta.
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