La Bolsa y media vuelta (El Chivatazo)
Publicado en Mar 13, 2012
Estamos tan preocupados de que la Bolsa suene que, ahora que suena y vaya que suena, nos dedicamos a dar una media vuelta a la tortilla para ver si por el otro lado se nos ha quemado o está tan lozana como por el lado que vemos. La Bolsa de las cotizaciones de las acciones sube y baja como un tobogán según los caprichos de los que son más maléficos que Caco. Anotad que en la mitología griega, Caco (en griego antiguo Κακός Kakós, ‘malo’ o ‘malvado’; en latín Cacus), hijo de Hefesto, era un gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo. Vivía en una cueva del monte Aventino en el Lacio (actualmente Roma), en cuya puerta siempre colgaban, para horror de los habitantes del lugar, las cabezas sangrantes de los humanos que devoraba. Así son los que manejan las Bolsas mundiales de las cotizaciones de las acciones. Pero ahora, resulta que todos se han dado ya cuenta, y ahora resulta (y que por resultados no falte el asunto y a ver si el Athletic Club de Bilbao alcanza un resultado de victoria contra el Valencia y el Málaga pierde contra el Real Madrid y, de esta manera tan sandunguera, los leones de San Mamés volvemos a situarnos por delante de las malagueñas de la Rosaleda en la Clasificaicón General que es Profesional y todo) que todos y todas estamos ya hasta el mismísimo gorro (los que llevan boinas hasta las mismísimas boinas y los que llevan sombreros hasta los mismísimo sombreros y los que sólo llevan pelos hasta los mismísimos pelos).
Si moral viene de mora, entonces nos encontramos con que la moraleja termina en la oreja y hay que tener ya las orejas bien tiesas y bien tensas para que podamos meter... en la bolsa por supuesto... algo, aunque sea muy poco pero mucho más poco que lo que se meten los que manejan la Bolsa de las cotizaciones de las acciones, con qué matar el hambre mientras comenzamos de nuevo a visitar las playas con los bolsillos más vacíos que el Arca de Noé una vez finalizado el Diluvio Universal y una vez sueltos todos los animales a su libre albedrío. Quizás por eso hay tantos animales de dos patas (entiéndase toda clase de gallináceos) haciendo lo que les sale de su libre albedrío aunque a los demás nos dejen sin ser libres y sin tener albedrío absolutamente para nada excepto para comprar un paquete (más bien paquetito) de pipas de girasol por ver si podemos llegar a final de mes, a final de semana, a final de hora y a final de desayuno (por lo menos dejen algo en nuestras bolsas para poder desayunar un "puñaíco" de pipas de girasol ya que las de calabaza son algo más caras). ¿Dónde están ahora todos esos animales de dos patas (y me refiero sólo a los gallináceos que manipulan las Bolsas de las cotizaciones de las acciones) que nos han vaciado nuestras bolsas del condumio familiar que ya no es ni cesta ni cesto sino una minitalega como mucho y además con más agujeros que un colador de esos de colar el café torrefacto. Según se les ve de vez en cuando gracias a las cámaras indiscretas de paparachis muy avezados en el Arte del Espionaje a lo kamikaze porque se arriesgan a ser abofeteados por los gorilas que respaldan siempre a dichos gallináceos, están bien gordos y hasta compran chicle para hacer globitos, de la marca Bazooka y todo, como diciéndonos que o nos conformamos con la pequeña bolsita de pipas de girasol para desayunar y ayunamos el resto del día y de la noche o nos sueltan un bazookazo que nos arde el pelo, las cejas, el bigote y hasta las canillas de las piernas ya bastante flacuchentas que se nos están quedando por culpa de sus regímenes y dietas alimentarias que nos imponen, según dicen ellos, para nuestro bien porque así guardamos la línea tipo "esqueletus moribundus" en que nos quieren terminar de convertir. Nos amenazan también con disparar con sus bazookas (marca registrada por cierto para que no haya plagio en esto de los chicles para señoritos y señoritas de alto postín y de postizas pestañas) a nuestras ya raquíticas cuentas corrientes, libretas de ahorros y alcancías tipo cerdito que tiene el más pequeñito de la casa. O sea, como si fuésemos canarios todos y no necesitásemos más que una bolsa pequeñita de pipas de girasol para poder subsistir más o menos flacuchentos mientras ellos son cada vez más orondos que ya hasta parecen ballenos llenos y rellenos. Yo es que me troncho de risa cuando leo que Conchita nos dice que nos abrochemos más el cinturón como si fuésemos ya camino de ser como los peregrinos hindúes (puros huesos nada más) haciendo el paseíllo en el coso taurinófilo y cinéfilo (porque alguna o varias películas se han rodado allí) de Las Ventas de Madrid. Y es que ya hemos vendido todos los melones, limones y melocotones y no tenemos casi ná de ná; o sea, no nos ha servido de ná el negocio y ahora nos tenemos que entretener con el programa de "Quiere usted ser millonario" para ver si nos cae la suerte, se equivoca el presentador o la presentadora de turno, y en vez de darle el millón de euros al menda que las acierta todas las respuestas nos atiende nuestra petición urgente, usando el teléfono interno del canal de la televisión para que no se entere nadie, y nos lo ingresa en nuestra cuenta corriente en lugar de en la cuenta corriente de ese menda que se las sabe todas las respuestas pero que está bien lustroso y se nota que no le falta de ná mientras nosotros no tenemos ná de ná. Hace ya unos añitos que estamos viviendo con la soga del ahorcado en nuestro cuello. Pero es que hoy estamos con el cuello más limpio que nunca (donde digo cuello quiero decir sueldo) porque no nos pagan ni para la ducha diaria; que es por eso por lo que tenemos que turnarnos todos para poder usarla (no se gaste demasiada agua por favor) una vez al mes... o dos veces cada trimestre... o mejor dicho tres veces al año. Así que cojamos la bolsa y demos media vuelta a ver si queda algo dentro de ella, aunque sea un manojillo de hojas de perejil porque es que nos están obligando con todo esto del tejemaneje de las Bolsas de las cotizaciones de las acciones a ser vegetarianos para goce y cachondeo de los que siguen las recomendaciones de los budistas que parece que van a hacer su agosto, durante esta crisis, vendiéndonos libros de cómo poder alimentarse como Buda manda: con sólo unas cuantas cebolletas y culos de nabos raspados y bien troceados en trocitos para que no nos sienten mal al llegar, digeridos, hasta el colon. Pues eso. Que las bolsas de las compras de nuestras chavalas ya no llegan a ser ni cestas ni cestillas sino una pequeñas talegas, bordadas con dibujos de ciruelas para ver si nos alimentamos con el pensamiento, en donde no caben ni dos huevos de gallina y, mucho menos todavía, dos huevos de avestruz. A ver quien se salva de este naufragio total. Y ahora que estamos necesitando dinero para pagar lo que gastan en suelas de zapatos nuestros niños y niñas jugando al fútbol y a la comba pues no nos lo dan y por eso algo tan sano como jugar al fútbol y saltar con la cuerda pues se lo vamos a tener que terminar por censurar a nuestros niños y niñas de España... así que en una próxima generación ya no vamos a tener futbolistas profesionales lo suficientemente preparados como para tomar el relevo de los actuales Campeones del Mundo (Casillas y compañía) ni tampoco saltadoras de altura suficientes como para que salga una sucesora de Beitia. En otras palabras, que a ver si viene una Mary Poppins cualquiera y nos da la sorpresa de que podemos volar, con el paraguas abierto por supuesto, hasta un país tan rico como los Estados Unidos sin tener que pasar, porque vamos volando, por ningún control de pasajeros y así, de extranjis más unos papeles que nos consiga el señor psiquiatra diciendo que estamos completamente sanos de la chinostra pero nos vemos famélicos solamente por culpa de los que tejemanejean las Bolsas de las cotizaciones de las acciones, podemos entrar a formar parte de Hollywood. Y a todo esto ahora viene lo último que sí que es gracioso de verdad. Que resulta que todos nosotros y todas nosotras somos tan pobres que no sabemos ni lo que son las acciones, ni sabemos lo que son las cotizaciones de las acciones ni tenemos nada en esa Bolsa que tanto manipulan los de la Bolsa. ¿Por qué estamos entonces pagando el pato de esta crisis de la Bolsa quienes no tenemos nada invertido en la Bolsa? Demos media vuelta y a por ellos oé... a por ellos oé... a por ellos oé oé oé... hasta que nos expliquen de una vez por todas y a ver si es por todas... por qué pagamos la crisis que ellos han producido en las Bolsas mundiales si nosotros ni nosotras no sabemos ni tan siquiera que bicho raro es eso de las Bolsas.
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