Una vez ms
Publicado en Mar 21, 2012
Y una vez más, me dispongo a escribir lo que no soy capaz de decirte.
¿Sabes? Esperaba más de ti, la verdad es que confiaba en que fueras diferente a todo lo que había visto hasta ahora, distinto a todos los chicos que habían pasado por mi vida. Tenía la esperanza de que fueras el punto y a parte. Sinceramente… creía que eras la historia de mi vida. No… no diré el AMOR de mi vida, porqué no estoy del todo segura de que sea así… Pero de verdad, te aseguro que pensaba que serías la excepción a la regla. Puede que de alguna manera esté decepcionada, pero tampoco te echo la culpa de nada. Nunca sería capaz de reprocharte nada, y mucho menos de no esperar lo mejor para ti. Muchas veces, y aún todavía, hay momentos en los que me gustaría odiarte. Si, desearía ser capaz de encontrar algún defecto en ti que haga que te menosprecie. Que me haga ser mala persona y que te critique por él. Pero es que no puedo. No te he encontrado ningún defecto, y si lo hiciera… estoy convencida que lo único que conseguiría es que me gustaras todavía más de lo que ya lo haces. Tú me has decepcionado, pero no más de lo que me he decepcionado yo a mi misma. El hecho de ilusionarme con tanta rapidez. El hecho de pillarme tan fácilmente… ¿Quieres saber otra de las cosas que me molesta? El no ser capaz de olvidarme de ti. A pesar de que pongo todas mis fuerzas para hacerlo, no lo consigo. Y el problema, es que quizá una parte de mi no quiere olvidarte. Sin embargo la otra, lo necesita. ¿Sabes porque? Porque quererte duele. No sabes cuanto… Ni yo misma lo he sabido hasta ahora. Y si, has oído bien. Te quiero, y no me importa gritarlo al mundo si al final, por mi bien, logró dejar de hacerlo. Me siento estúpida, muy estúpida diciendo esto… porque a pesar de que esté siendo sincera y de que me enorgullezca de ello, sé perfectamente que estás con otra persona. Sé que no has sentido, no sientes, ni sentirás nada más que una amistad (si es que realmente me ves como una amiga) por mí. Y admito que me cuesta muchísimo asumirlo. Pero, no me queda otra opción, ¿no? No tengo ninguna alternativa. Cada día es más duro, y no entiendo como soy capaz de hacer que no me pasa nada. Que no me importa. Sin duda alguna, hago el papel de mi vida. Finjo que todo está superado, que se ha desvanecido de mi mente cada palabra, cada gesto, cada mirada… cuando en realidad, lo que hace que me levante cada día, es precisamente eso. Me hago daño escuchando esas canciones, pero es que las necesito para no derrumbarme. Puedo decir que mi corazón está roto a pedazos, si, en trozos muy pequeñitos. Pero necesito recordar para que no se esparzan. Para que permanezcan ahí para cuando esté lista, juntarlos. Recomponerme y pasar pagina. Muchas veces me culpo a mi misma, me echo en cara el hecho de sentir lo que siento. Me enfado conmigo misma por no poder ser capaz de fijarme en otros chicos y dejarme de tonterías. Olvidarte y punto. Mis amigas me dicen que hay más peces en el mar y que soy lo bastante buena como para encontrar a alguno que me merezca. ¿Sabes el problema? Que yo no quiero a ninguno que no seas tú. No soy capaz de fijar mis ojos en un chico que no seas tú. Y eso me hace sentir un poco torpe, y digamos la verdad… un poco gilipollas también. Quiero tener algo que sé que no puedo tener, y aun así… todavía no me rindo. Porqué no, no he tirado la toalla. Hasta hace un par de días seguía luchando, ¿sabes? Por ti, tú eras el único motivo por el que valía la pena. Y quizá todavía lo sigues siendo. Si, el motivo de mis sonrisas. Todavía sigo sin entender el porqué de muchas cosas, pero he asumido que nunca seré capaz de entenderte. Jamás entenderé el porqué de esa caricia, el motivo de tu interés por verme en esas gradas, ni tampoco el porqué de tus enfados por motivos que ni yo misma sé. No, no entenderé el tipo de relación que hemos mantenido. No lo haré si no te dignas a explicármelo, pero es que… creo que ni tú mismo lo sabes. Quiero pensar que no has jugado, que has actuado como te salía actuar en ese momento, me gustaría pensar que el problema ha sido que te he confundido, que he llegado a tu vida y te he descolocado. Y lo seguiré pensando, dado que me gustaría que dentro de lo que cabe, tú y yo tuviéramos un final feliz.
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LIBARDO BERNAL R.