Marcha de Madrid a Torrejón de Ardoz (Diario)
Publicado en Mar 22, 2012
12 de marzo del año de 1978. La corriente crítica del PSOE, Izquierda Socialista, de Madrid, ha decidido asistir el próximo domingo a la séptima marcha a Torrejón, destinada a pedir la desaparición de las bases norteamericanas en España y, en concreto, la de esa localidad madrileña. Fuentes de Izquierda Socialista informaron ayer que la coordinadora de Madrid había decidido sumarse a la manifestación y que habían comunicado a dirigentes nacionales de la corriente esta intención pidiéndoles que se sumaran a ésta si lo deseaban.
Pablo Castellano, líder de la corriente, según las mismas fuentes, ha mostrado su intención de asistir en el caso de que vuelva a tiempo de Barcelona, donde tenía previsto permanecer hasta el domingo. Igualmente, el diputado Carlos López Riaño manifestó que asistiría a la marcha si no se lo impiden otras obligaciones que había contraído para ese día con anterioridad. La pancarta que llevarán los miembros de la corriente crítica del PSOE mostrará la siguiente leyenda: "Por una política de izquierda, Izquierda Socialista". Al final de la manifestación, la candidata a la autonomía de Madrid por Izquierda Unida, Isabel Vilallonga, informará que en su programa electoral figurará la celebración de un referéndum en Madrid para que los ciudadanos se pronuncien sobre su deseo de que permanezca o no la base de Torrejón. Aquella mañana hacía un calor abrasador y teníamos que ir caminando hasta cubrir los 20 kilómetros de distancia entre Madrid y Torrejón de Ardoz. Entre los miles de participantes estábamos los tres autónomos independientes que no pertenecíamos a ningún Partido Político y a ningún Sindicato: José Luis, Andrés y yo. Supongo que había otros compañeros del Banco Hispano Americano pero no recuerdo a nadie más; por lo menos todos los que hubiese pertenecían a Partidos Políticos y Sindicatos. Nosotros tres no. Nosotros tres sólo participábamos para luchar por los derechos sociales. Aquella manifestación, en concreto, era para pedir la desaparición de la Base Aérea Militar de los Estados Unidos del pueblo madrileño de Torrejón de Ardoz; cosa que se consiguió, por fin, en el año de 1992. Aquella Marcha a Torrejón de Ardoz la tengo bien grabada en mi memoria. Vistiendo ropa de sport, bajo el calor asfixiante, nosotros tres -al igual que otros muchos y muchas participantes- tuvimos que hacernos unos gorros de papel con hojas de periódicos. Con esos gorros puestos sobre la cabeza pudimos hacer que el calor no nos abrasase los sesos. También recuerdo algunas cosas como la pelea brutal que enfrentó a unos saharauis contra unos marroquíes. Alguno de ellos sacó una navaja y quiso cortarle el cuello a otro. Recuerdo que en aquella Marcha participaron Pepa Flores (la Marisol de la época franquista) y el que era entonces su pareja Antonio Gades (que bien muerto está ya por cierto y no lo digo por celos sino porque le había metido en la cabeza las ideologías marxistas leninistas del Partido Comunista de España el muy mamoncín) Ahora bien, el citado Antonio Gades, acompañada de ella, bien que hicieron la Marcha cómodamente en un coche que me parecía demasiado lujoso para ser coche de un comunista. Igual hicieron los líderes de todos los Partidos Políticos participantes y de todos los Sindicatos de cualquier color. Los dirigentes bien cómodos dentro de sus lujosos automóviles y los de las bases obreras, hasta proletarios como dicen ellos, sufriendo el calor insoportable y haciendo los 20 kilómetros a pie. Al final conseguimos llegar a Torrejón de Ardoz casi deshidratados (no así todos los líderes de los Partidos Políticos y Sindicatos que llegaron bien frescos por cierto porque eran tan frescachones y caraduras como para hacer la Marcha en sus coches de lujo) y algunos de los de a pie, contentos como estaban de tal hazaña, entraron en el pueblo de Torrejón de Ardoz corriendo y dando gritos de indios (como en las películas del cine) y es que aquello parecía más bien una película de cine que una verdadera Marcha. Nosotros tres, me parece que acompañados de alguien más que no recuerdo quiénes eran, repusimos fuerzas tomando unos batidos de chocolate en una terraza de un bar restaurante y nos dirigimos al Recinto donde se iba a celebrar el Festival musical y tal y tal y tal. O sea, música intercambiada con aquellas insoportables arengas políticas que nos soltaban los líderes de los Partidos Políticos y Sindicatos: discursos aburridos, completamente pedantes y llenos de soflamas que luego eran mentiras. Así que actuaron, como siempre, Ana Belen y su esposo y yo sólo estaba interesado, dicha sea la verdad, en escuchar el canto andaluz de Pepa Flores. Por cierto, Andrés es muy exagerado (al igual que cuando se refiere a su prima Pilar que no se lo cree ni él) porque lo que hice yo, seguido de Andrés, fue saltar el control de seguridad que habían montado unos policías y, sin hacer caso ni a los policías ni a nadie más, me acerqué a Pepa Flore (Marisol) y nos dimos las manos en señal de amistad. Andrés hizo lo mismo copiando lo que yo hacía pero no la besamos ni en la cara como dice el mentiroso de Andrés. Después de todo lo demás ya fue muy aburrido pero nos quedamos por allí hasta ya bien caída la tarde y cuando yo ya estaba dispuesto a volver a caminar los 20 kilómetros de distancia, ahora en sentido inverso: Torrejón de Ardoz a Madrid; hubo alguien que nos ofreció llevarnos a la capital de España. A mí me daba lo mismo porque tenía fuerzas suficientes para hacerlo otra vez a pie y caminando pero José Luis y Andrés estaban verdaderamente rilados (cansados) y sólo por ellos dos acepté volver a Madrid en coche.
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