Soñé que era transparente. Las personas no me veían pero me recordaban... ¡De verdad que me sentí importante! Siempre en las nubes, diciendo cosas sin sentido, mirando sin escuchar, oyendo sin mirar, sintiendo sin tocar y tocando sin sentir.
Ahí estaba yo, fija, estática. Callada. Y no sé si alguna vez quisieron saberlo todo de mí, una vez oí que era una persona interesante...
No lo entiendo, cuando miré al espejo sólo era yo, dos ojos, una boca, una nariz, un par de orejas y pelo largo cayendo sobre mis hombros. ¿Qué de interesante podía tener alguien con una apariencia tan común?
Siempre fui tan afortunada, tuve suerte, al menos eso es lo que recuerdo.
Ahora mirando mis pies espero.
Estoy esperando, no sé qué es, no sé si debo yo buscar, pero esperar me hace sentir con mucho tiempo libre y nada que hacer.
La noche no tiene estrellas, creo que lloverá.
Lo que supe por la mañana, la lluvia había traído consigo algo. ¡Pero también algo se llevó!
Este príncipe no tiene rostro, y ésta princesa quiere ser amada de la forma más pura y sincera que exista. 
Porque esta persona quiere atesorarlo toda su vida, porque quiero darle mi primer amor, porque quiero que la muerte nos separe.
Espero que existas y vengas por mí, quiero que me enseñes a hacer las cosas difíciles, quiero que me enseñes a amar cada defecto que posea, quiero que saques lo mejor de mi.
Y así, si me lo permites, seré lo mejor que te haya pasado.
Tendremos un felices para siempre.
Debes perdonar a esta princesa tan común, proveniente de un reino desconocido y sin ninguna habilidad.
Ella no es más que alguien con un gran anhelo, ella desea amar.
¡Ha leído tanto!
Por eso, debes asegurarte de mostrarte completamente como eres para que ella ame cada parte de ti, para que pueda aceptarte desde el fondo de su corazón y pueda vivir su cuento de hadas y demostrar al mundo que el amor no es algo que dure dos horas como una película, sino, algo que dura más allá de la eternidad.
¿Soy sólo una ráfaga de viento?