La conciencia de ser (Reflexiones)
Publicado en Mar 29, 2012
Lo primero que hago para entrar en el tema en cuestión es preguntarme si podemos existir sin tener conciencia de que existimos. Desde mi punto de vista cristiano, todo ser humano tiene conciencia de que existe desde el mismo momento en que comienza a gestarse dentro del útero materno. En principio puede ser solamente por reacciones físicoquímicas ante las acciones de la madre; pero ya desde el primer momento de ser solamente un feto en formación está demostrado, por quienes no intentan engañar a nadie por intereses más o menos ocultos, que reaccionamos de alguna manera a lo que nos llega a través del cordón umbilical con la madre. Y a esas reacciones podemos llamarlo comienzo de una conciencia de ser.
Ahora bien, cualquier conciencia de ser que entendamos como tal no puede existir si solamente estamos convencidos de que es un producto material. Esa es la trampa mortal que han tendido siempre los materialistas cuando ha llegado el punto en que no han podido responder a las preguntas éticas y morales que les han gritado ser los culpables de tanto crimen realizado contra la conciencia de ser de otros seres humanos a los que se les ha desposeído de todos sus derechos para seguir siéndolos. Toda conciencia de ser se basa, principalmente, en las cargas espirituales que tenemos todos, absolutamente todos, los seres humanos desde el inicio de nuestra gestación en el útero materno. No os hablo de una espiritualidad social, ni de una espiritualidad psicológica, ni tampoco de una espiritualidad ideológica. Os estoy hablando de una espiritualidad natural; sencillamente del espíritu que anida en todos los seres vivos. ¿De dónde proviene esa espiritualidad natural que es el signo más evidente de la conciencia de ser? De la carga positiva que Dios infundió en todos los seres vivos y, de manera muy especial de los seres humanos a los que, además, les añadió el alma. Los materialistas han estado siempre ocultando sus ignorancias y, sobre todo, sus propios y repugnantes intereses beneficiosos para ellos (políticos, económicos, sociales y religiosos) que han practicado y han elevado a categoría de leyes, saltándose todo lo relativo al derecho a la vida: el derecho más irrenunciable que tienen los más inofensivos y, por lo tanto, el derecho que más deberían haber defendido los más poderosos; pero, todo lo contrario, los más poderosos son los que más han mentido a sus conciencias de ser a la hora de eliminar la posibilidad de expresar su conciencia de ser de los más inofensivos a los que han asesinado sin compasión alguna. Una conciencia de ser supone una capacidad de poder existir precisamente para poder expresar dicha conciencia de ser. En base a los materialismos, los poderosos han destruido cuantas veces han querido aumentar sus poderes, esas posibilidades que ningún ser humano tiene derecho, ni tan siquiera el derecho que ellos creen de su propiedad, de destruírlo; porque ninguna conciencia de ser pertenece a ninguna propiedad ni pública ni privada; porque ningún ser humano -desde el principio de su gestación en el mismo momento en que comienza su vida tras el contacto sexual de lo masculino con lo femenino- pertenece, en nada, a ningún otro ser humano; ni tan siquiera a la madre que lo lleva en su interior. Esa frase de que "puedo hacer lo que quiera porque este cuerpo es mío" es la mayor mentira, la mayor traición, el más cruel slogan para encubrir el mayor genocidio humano" que se han buscado para dar validez al crimen de haber asesinado a la conciencia de ser de otro ser humano diferente a ella. Eso es lo que no han querido declarar los culpables. Todo ser con conciencia de ser le pertenece a su conciencia de ser y no a la conciencia de ser de ningún otro ser humano y cuando digo ningún otro ser humano estoy incluyendo a la madre que tiene la obligación -no el derecho como ellas dicen sino la obligación impuesta por la misma naturaleza divina- de defender la conciencia de ser que se está gestionando en el interior de su cuerpo. No es que una mujer tenga "derecho a hacer lo que quiera con su cuerpo". Esa frase es la mayor necedad que he escuhado para ocultar esta clase de genocidios que son los genocidios más crueles que existen. La frase debe ser "tengo obligación de respetar la conciencia de ser de un ser ajeno a mí que llevo en el interior de mi cuerpo". La parafernalia mundial de los interes políticos, económicos, sociales y hasta religiosos, han llegado hasta el paroxismo de proclamar leyes legalizando el peor, el más brutal y el más deleznable de los genocidios humanos porque asesinan sin piedad y sin darle ninguna posibilidad de defensa a los fetos humanos, a esas conciencias de ser que les gritan, en el último segundo de sus vidas, ¿por qué no has defendido mi derecho a tener conciencia de ser mientras tú tienes conciencia de ser hasta para asesinarme? ¿por qué no me has dado, ni tan siquiera, la oportunidad de haber podido tener la mínima oportunidad de haberme defendido? ¿por qué eres tan cobarde que has decretado leyes contra mi conciencia de ser para lavarte cínicamente las manos mientras te has estando enriqueciendo al legalizar según tus intereses propios lo que significa arrebatarme de cuajo el derecho divino que no me ha otorgado la sociedad como haces entender para desculpabilizar tu crimen sino que me viene dado directamente por Dios?. Hoy es 29 de marzo de 2012. Hoy, en España, los politicos y los sindicatos proclaman, piden, invitan y hasta ruegan, que todos los que tenemos conciencia de ser nos unamos a la huelga general. Ellos que han legalizado el peor de los crimenes que puede existir (la eliminación por genocidio de la conciencia de ser de los más desvalidos) ahora quieren, desean y hasta ansían que todos los que tenemos conciencia de ser les apoyemos haciendo caso omiso a ese repugnable genocidio de los que ellos han eliminado del mapa humano asaltando, con toda clase de descaro, con toda clase de hipocresía y con toda clase de argumentos materialistas que sólo sirven para intentar acallar sus conciencias. Yo no. Yo tengo conciencia de ser. Yo no pertenezco a nadie que destruye la conciencia de ser de otro ser humano. Yo no estaré en esta huelga sino solamente para escribir este texto en el que les explico por qué no estaré nunca más al lado de los asesinos de los más inocentes, de los más inofensivos y de los que más derecho tienen, por primacía de Dios, de desarrollar su conciencia de ser. Conmigo que no cuenten para otra cosa sino para esta; para decirles que, por su culpa, por su egoísmo, por sus propios intereses, hay muchos millones de seres humanos a los que se les arrebató y se les sigue arrebatando la conciencia de ser que les otorgó Dios, aplicando la conciencia de ser que se han inventado con sus criminales leyes. Solamente por eso no estaré en la huelga general porque no deseo formar parte de una masa general de defensores del crimen humano sino que deseo formar parte de unos seres humanos que respetan la vida humana antes que comenzar a plantear otras reivindicaciones que me pueden parecer justas pero que, ante el genocidio de los más débiles e inofensivos seres con conciencia de ser, pierden para mí toda clase de validez y de justicia. Y yo no deseo defender unas reivindicaciones justas mientras quienes las defienden están cometiendo la mayor de las injusticias humanas. Me parece hasta de hipócritas. Por eso yo hoy no estaré con ellos.
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