Hay un niño abandonado en el metro. En el metro hay un niño abandonado. Nadie se apiada de él. Nadie quiere aproximársele. Nadie le pregunta nada y lo primero que hacen cuantos  pasan por su lado es apartarse. Nadie ve al niño abandonado en el metro. Puede ser un bulto de basura. En la gran ciudad, son pocas las diferencias entre bolsas con basura y gente. Entre basura y basura y gente y gente. En este rincón del metro no hay ningún niño, amigo, usted alucina. Observe bien, no hay ninguna persona y mucho menos un niño. Tal vez usted es ese niño del cual nos habla. El niño abandonado en el metro, tiene la mirada fija en la ventana cuando este se detiene. A nadie le importa su mirada. Nadie le pregunta para dónde viaja solo en el metro, a esas horas de la noche. Siempre ha viajado solo. Acostumbra viajar como si no hubiera metro. Sabe que a su lado nadie está vivo dentro de aquel largo  vehículo.