Buscando una salida
Publicado en Mar 31, 2012
No supe cómo llegué allá arriba. El ático de la casa no era muy agradable, de hecho, hace mucho tiempo que no entraba, pero esta vez, lo hice porque era la opción más lógica que podía tomar, dentro del caos en el que me encontraba. Todo estaba muy umbrío allá arriba. Si no hubiese sido por el sol que ya se estaba escondiendo, y que vagamente, iluminaba de una manera refulgente aquel lugar, todo hubiese estado aún más lúgubre. Me acurruqué como pude al costado de un mueble y esperé a que pase el momento aterrador que vivía.
Escuché el paso estridente del tipo que había entrado a mi casa a robar. ¿Qué buscará?, ¿Viene por mí?,¡Me matará! eran frases que se despedían de mi boca en forma de murmullo, con todo el pánico que sentía. Se acercaba cada vez más, hasta que súbitamente sentí cómo la puerta caía frente a mis ojos por el golpe que el ladrón le había dado. ¡Tenía un cuchillo en la mano, que venía directo a mí! Desperté llorando. Miré a mi alrededor, estaba en mi pieza, en mi cama, junto a mi clepsidra, junto a mi peluche. Como si nada hubiese pasado.
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Tamara Alejandra