Admirada Leticia, sin ser de tu Méjico maravilloso, lo amo como a mi Colombia, como a todas las naciones de nuestra paradisiaca Latinoamérica. El pretérito del cual se hace mención en mi texto, no se refiere a los eventos y sucesos. Es el pasado sicológico que pueda impedir vivir el milagro de asistir al aquí y al ahora del ser humano.El tiempo consiste en pasado y futuro. Es la vida la que consiste en presente. Quienes desean vivir, no tienen otra alternativa que vivir este momento. Solo el presente es existencial. El pasado no es más que una colección de memorias, y el futuro no es sino tu imaginación, tus sueños. La realidad está aquí. Amiga Leticia, ¿sabes alguien de tu pais que admiro y sobre quien he escrito varios ensayos?... ¡Pachita, la chamana!, llamada el milagro de Méjico. Desde ella, entre tantas otras cosas, tu país es para mí fuente de sacra espiritualidad. Te recomiendo un singular libro llamado Curaciones chamánicas, de Jacobo Grinberg-Zylberbaum. Es posible que tu abuela hubiese escuchado algo de Pachita, o hubiese tenido la oportunidad de conocerla. Un respetuoso y estrecho abrazo desde el pasado, el presente y el futuro de Colombia, con el aroma presente de las naranjas y el café quindiano, mi querida Leticia.