AGONA
Publicado en Apr 06, 2012
En torno al moribundo nadie esperaba palabras suyas cuando le oyeron preguntar: “¿Oraciones?”. Un sacerdote y las ancianas de la aldea, entonaron en coro oraciones junto a su cama. Un gesto de su mano sobre el pecho y las rezanderas se fueron cuando preguntó: “¿Lágrimas?”. Como si rondaran la casa, entraron varias plañideras y lloraron cerca del agonizante. Otro leve gesto y las plañideras salieron en silencio.
Se impacientaron quienes esperaraban verlo morir. Hubieran querido estrangularlo o asfixiarlo. Cualquier medio discreto para acelerar su retardado final. Le escucharon preguntar: “¿Música?”. Trajeron las jaulas que reunieron por la aldea y las colgaron frente a él. Sus familiares más cercanos las sostuvieron en sus manos, balanceándolas sobre el moribundo. Ninguna de las avecillas cantó. Se arrinconaron en sus jaulas. “¡Música, música!”, gritó feliz el hombre y falleció.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|