Amanece
Publicado en Apr 11, 2012
Despertarás un día de invierno
necesitando el dulce olor de su cuerpo, para sentir cada latido de su corazón y así recordar que sigues vivo. Buscarás sus tibias manos, tan suaves y sutiles como el cielo, para envolverte en ternura y convertir tu hastío en locura. En un frío amanecer querrás sentir sus tersos labios tan rojos como la sangre y tan ardientes como el mismo fuego. Al llegar el alba abrirás tus ojos y la luminosidad de su femina belleza le dará sentido a tu existencia con tan solo observar su brillo angelical. Amanecerás un día de invierno queriendo sentirte vivo a su lado y descubrirás que son solo anhelos... Porque ella nunca estuvo allí.
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LIBARDO BERNAL R.