¡¡A los toros!! ¡¡A los toros!! (Diario).
Publicado en May 03, 2012
Prev
Next
Plaza de Manuel Becerra. Parecían cosas de becerradas pero nada de eso, puesto que se trataba de toros bravos. Tenía poca edad todavía pero ya era consciente (puesto que ya tenía más de un año de edad). Las busetas esperaban en la Plaza de Manuel Becerra para ir hasta la Plaza de Las Ventas al grito pelado de ¡¡A los toros!! ¡¡A los toros!! que proferían los ayudantes de los choferes para ir atrapando a los que, desesperados por ver torear a las mejores figuras como los dos Antonio (Ordóñez y Bienvenida) por ejemplo, se llegaban incluso a colgar de las chepas de quienes ya estaban dentro de las busetas. Se jugaban hasta la propia vida por no perderse la extraordinaria corrida.
Eran tiempos en que, hablando de la Plaza de Manuel Becerra, el futbolista Becerril formaba parte de la plantilla del Real Madrid cuando el equipo merengue comenzaba a imponer su poderío en toda Europa y llegaba a ser conocido en el resto de los Continentes, aunque el tal Becerril era un "eterno suplente" ya que la defensa titular, casi siempre, era la formada por Marquitos, Santamaría, Lesmes II (que era hermano gemelo de Lesmes I del Valladolid). Pero me estoy desviando un poco de la ruta. No quiero ahora rememorar nada de fútbol pero el fútbol siempre me enganchaba al Carrusel Deportivo, sino a los toros, que era el segundo vicio nacional de los españoles. El primero, por supuesto, no es que fueran las suecas, como mal se ha dicho para denigrar a los españoles aun cuando fijarse en las suecas no era nada denigrante por cierto, sino el fútbol.
El caso es que yo veía a los aficionados taurinos subir a las busetas para no perderse ni un solo minuto de las corridas aunque algunos ni se daban cuenta de que la Plaza de Manuel Becerra está tan cerca de la Plaza de Las Ventas que se puede hacer andando, trotando o corriendo en menos que canta un gallo. Pero el vicio de los toros les hacía caer en aquella incoherencia geográfica y social porque les costaba unas buenas pesetas el transporte de la buseta que se la podrían haber ahorrado como hacía yo. Pero el tiempo de las corridas corría demasiado deprisa y había que correrse la distancia existente para llegar a tiempo de ver a los alguacilillos dar el inicio de aquellas grandes corridas donde, algunas veces, un espontáneo sobresaltado y lleno de miedo, saltaba y sorprendía a los más críticos y severos aficionados (los del Tendido número 7) que les llenaban de insultos por haber cortado no la oreja sino la faena que estaba realizando alguno de los dos Antonio; pero les gustaba mucho a las chavalas eso del espontáneo y tanto les gustaba que hubo hasta un torero que se llamó precisamente "El Espontáneo" como hubo otro, más pilas todavía, que se hizo llamar "El Estudiante" aunque no hubiese pasado de estudiar más que la enseñanza general básica. Y es que en aquel entonces la picaresca era algo muy generalizado entre todos los españoles y alguna que otra española.
¡¡A los toros!! ¡¡A los toros!! Aquella voces aguardentosas (de tanto fumar cigarrillos dentro de las busetas que entonces estaba permitido) introducían en mi cerebro imágenes imaginadas del gran "Manolete" que era, aunque ya le había matado un toro llamado "Islero" la localidad andaluza de .......... , mi gran ídolo de la tauromaquia con perdón, por ejemplo, de Fermín Murillo que entonces empezaba a destacar entre otros varios más. Y es que Manuel Rodríguez era mucho Manuel y mucho Rodríguez para mi imaginación y yo, por las noches, soñaba con vueltas triunfales al redondel de Las Ventas, con las dos orejas y el rabo lanzándoselas a las más guapas aficionadas.
Sí, guapísima colega Sara Carbonero, yo también sé escribir crónicas y puedo decir lo siguiente, con tu permiso y no te vayas a ofender por eso que ni quiero quitarte el puesto ni nada... y a ver si entendemos bien lo que estoy diciendo... "Los espectadores lo veían y no lo creían  pero a veces "La montaña tiene ojos!" y, antes de eso, "Tres eran tres" porque, después de eso, "Más allá del puente" atronaban en mi memoria los recuerdos de "Las minas del Rey Salomón" con chavala guapa incluida en el reparto; aunque a veces había que soportar algo tan aburrido, pesado y plomífero como "Guerra de valses" que era, verdaderamente, aburrida, pesada y soporífera.
Después de mucho pan y vino (y es que todavía no jugaba en el Zaragoza un tal Marcelino pero ya se le veía venir como sustituto de Murillo y perdona que mezcle el fútbol con este popurrí de escenas que mis ojos recuerdan porque hasta mis ojos recuerdan a veces) se me iluminaba todo el rostro contemplado "El puente sobre el río Kwai" que, como no había parné suficiente tenía que conformarme con los fotogramas de la cartelera hasta que lo pude coleccionar en cromos.
Todos nosotors, los chavales, sabíamos que las chicas preferían "Botón de ancla en color" pero nosotros nos imagínabamos muchos colores al ver solamente "Botón de ancla" nada más (ni en color ni en gaitas que se pareciese al color sino en blanco y negro), estimada Sara Carbonero, y mientras tanto en la plaza a la cual yo no podía entrar nunca excepto para ver las tonterías y charlotadas del "Bombero Torero" y eso porque nos regalaban las entradas, un banderillero quizás hasta fuese parte del reparto de "Currito de la Cruz" poniendo tres pares de banderillas de aquí te espero comiendo un huevo (frase muy famosa entonces entre toda la chavalería callejera). Y digo yo que quizás me gustaban los toros de tanto ver pasar a los tranvías madrileños con el anuncio de la pasta dental "El Torero" porque entonces todavía no había llegado ni "Colgate" ni "Profidén" pero estaban a punto de llegar.
¡¡A los toros!! ¡¡A los toros!! guapísima colega Sara Carbonero y es totalmente cierto que en la carbonería de la acera de enfrente yo veía toda la colección de toreros, en cromos de color sepia azul, y por eso me sé lo de los dos Antonio (Ordóñez y Bienvenida sea usted señorita) mientras compraba astillas, picón y almendrilla para el brasero. Por aquel entonces ya preveía yo que "Los pájaros" iba a verla toda completa. Estoy hablando de Alfred Hitchcok que era de verdad como para tener miedo. El caso es que algunos iban tan colgados que se colgaban de las banderas por ver a los dos Antonio, el Ordóñez y el Bienvenida, en un mano a mano de cuidado que te caes y te estroncias Venancio y mira por dónde todavía jugaba Venancio en el Athletic Club de Bilbao formando aquella gloriosa delantera y no hay que pensar mal pues hablo de fútbol, guapísima colega, formada por Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza. ¡Verles jugar si que era una "Psicosis" de verdad! Y también era una "Psicosis" de verdad ver a tantos tíos, primos bien primos por cierto y algunos que otros despistados sobrinos, colgados de las banderas para ver cómo Antonio Ordóñez vencía a Antonio Bienvenida porque el año anterior Antonio Bienvenida había vencido a Antonio Oordóñez!. Y así tirábamos para adelante en aquellos años en que ví y me emocioné mucho, al final de la peli, aquello de "Ladrón de bicicletas" proque yo veía a los obreros de las zapatillas blancas (quizás por eso, gua`písima Sara, el día que tu naciste los albañiles usaban zapatillas blancas y no me refiero a ti sino a la Montiel porque tú si queres joven de verdad y cuando tú naciste ya los obreros usaban zapatos como Dios manda subir en bicicleta desde Vallecas City y entonces me emocionaba con "El Zorro" pero no con ese tal antonio Banderas (que es otro Antonio diferente) sino con la serie de cómic de "El Zorro" para que sepas que yo también sé escribir sobre aventuras en ranchos y cosas parecidas y si no te lo crees espera a que publice "Dos pistolas escarlatas" que te vas a caer de espaldas cuando la veas. Bueno, en realidad me está entrando un poco de vergüenza porque "Así no se trata a una dama".
¡¡A los toros!! ¡¡A los toros!! Un mensaje que era mucho más interesante incluso que "Lo que el viento se llevó" aunque no estaba mal tampoco esa tal Escarlata que es diferente a la "Escarlata" mía y yo no tuve nunca escarlatina, ni sarampión, ni me operaron nunca de las anginas porque crecía delgado pero sano por dentro y sano por fuera. El viento se llevó nuestros deseos porque "La tentación vive en el piso de arriba" y al piso de arriba había que subir arriesgándote a ser visto por la abuela y llevarte una verdadera salmodia que quiere decir monserga y COSAS por el estilo; así que subir al piso de arriba, donde estaba la tentación de no sé qué asunto, había que hacerlo muy a escondidas y yo probé suerte más de una vez y no hallé nada peligroso en el asunto porque sólo consistía en subir del quinto al sexto y luego bajar más rápido que el Rayo Vallecano, amiga colega.
Como "El cartero siempre llama dos veces" yo esperaba ansioso la respuesta de los Reyes Magos para ver si me felicitaban" en alguna que otra ocasión pEro mis escapadas hacia el sótano que es que daba miedo de verdad y eso sí que era mcuho más emocionante que subirse hasta el sexto piso y mucho más peligroO porque decían que andaba pro allí el "hombre del saco" cuando yo comprobé que el único hombre del saco que llegué a conocer fue el colchonero Mejías que hablaba con la voz gangosa cerca del Mercado de Ibiza a donde me llevaba mi madre, a escondidas de los otros tres, para regalarme un buen puñado de aceitunas mientras ella compraba los arenques para mi padre.
Lo del Bombero Torero era muy gracioso y emocionante pero mucho más emocionante resultaba ver los carteles del Circo Price donde salía la esplandente trapecista Pinito del Oro (debíamos contentarnos con verla sólo en los carteles de las paredes donde, paradójicamente, se anunciaba "Prohibido fijar carteles, responsables la empresa anunciadora") porque no había dinero suficiente para ir a verla en persona. Y hablando de oro (vaya usted a saber cómo se llamaba en realidad Pinito del Oro pero puedes consultarlo en Wikipedia que para eso está) resulta que a la mayoría de los toreros les daba por vestir de oro y grana y no como ahora que es un verdadero lio saber qué colores usan en sus trajes de luces y para luces artísticas proque inteligencia le sobraba un montón, las de Alfredo y no me refiero ahora a Alfredo Distéfano, que era el mejor futbolsita de todos los futbolsitas habidos y por haber, ni tampoco de Marcial eres el más grande (que era Lalanda) sino de Alfredo Landa que, para que lo sepas, guapìsima Sara Carbonera, tú que sabes tanto de crónicas de cine, era autor principal de "Los santos inocentes" junto con Franciso Rabal (Paco para los amigos de Águilas) y, bueno, también estaba la de "Raza" que la verdad no me apetecía verla porque era más bien bodrio nacional que otra cosa y es que a mí me da lo mismo la derechha que la izquerda porque sé jugar al fútbol con las dos piernas y meter goles con las dos piernas pero quiero volver y volver volver a tus brazos otra vez... que era canción pegadiza que no se me ha olvidado del todo.
Es muy natural que nos gustasen los toros aunque más me gustó a mí lo de la censura de "Mogambo" que vaya lío se armó con cambiar al amante por el hermano (o algo parecido) pero yo seguía entusiasmado viendo los cromos de toreros que estaban en la pared de la carbonería del carbonero (y no estoy diciendo nada de tu apellido) de la acera de enfrente, en la misma Alcalde Sáinz de Baranda que debía dicho nombre a algún alcalde por lo menos tan famoso como el de Móstoles. "Las nocehs de Cabiria" la vi a escondidas (estaba prohibida para los menores por culpa de las famosas censuras de los curas de sotana y dedos ensortijados que la calificaron con 3-R que resultaba ser "gravemente peligrosa" porque me invitó mi madre a verla en el cine de nuestra calle pero calle usted, por favor, guapísima colega Sara Carbonero, no vayan a enterarse los otros tres que no la vieron y me pueden coger todavía más envidia. Yo apunté en mi memoria lo de "El pisito" de los ricos hacendados para contrastar con el pisito que tanto anhelaban los pobres y que luego la censura terminó por aceptar que terminara bien cuando en el original terminaba mal pero había que hacer colar que lo de la Tómbola Diocesana de la Vivienda era una gran maravillosa idea franquista cuando sólo era una forma de sacar los céntimos, pesetas y duros a los de las clases menos acomodadas que se creían que era verdad. Y allí íbamos, a la Tómbola Diocesana de la Vivienda, junto a La Cibeles y, de paso, mi abuela me hacía beber agua fresca de una fuente encantada y por eso me ví también "El manatial de la doncella" que fue un manantial de imágenes que me dejaron deslumbrado del todo.
Pero la verdad, guapìsima Sara, es que yo no iba nucna a ninguno de esos saraos, preciosa Sara, de los ricos pero me encantaba escuchar el alirón de los del Bocho meintras cantaban !Por el río nervión bajaba una gabarra rumba la rumba la rumba! y es que sucedía que la rumba había llegado ya a los bailes como el de "La Bombilla" donde yo no acudía para no ligar con empleadas de hogar (las concoidas por aquel entonces chachas) con las que ligaban los paletos parientes lejanos que venían a Madrid en busca de ligues y se conformaban solamente con lo que pillaban en "La Bombilla" porque yo aspiraba a otra. Y resulta que "El cañón de Navarone" comenzaba (no sé si ahora comenzará también así porque los tiempos cambian que es una barbaridad) con la barbaridad de soltar un cañonazo que nos dejaba a todos el alma en vilo y el corazón en un puño pero que luego no pasaba nada de nada.
Has de saber que eran tiempos, después de todo eso, en que iríbar se hizo más grande que tu Iker Casillas y por eso todas las chavalillas guapas cantaban lo de ¡Iríbar, Iribar, Iríbar es cojonudo, como Iríbar no hay ninguno!. Y bueno, dejando bien claro que Iríbar fue mejor que tu Iker Casillas (no lo confundas con Casilla de mi Español que tanto tuvo que aguantarle como suplente en tu Real madrid) y bueno... pues eso.. que me lo pasaba de bute con las historias de Becerril, no el de tu Real Madrid sino con aquella tira, que era la tira de risa verlo, de "Becerril y Monucho". ¡Cosas de Pumby, estimada Sara Carbonero, cosas de Pumby que era un gato similar al Gato con Botas pero más a lo español! y es que si todavía me crees que estoy en la edad infantil porque digo que tú está muy bien pues soy infantil y a mucha honra. Y ahora dejo esta crónica de sucesos raros porque voy a ver si tengo suerte y puedo entrevistar a Pedro Laín Entralgo (que no sé si le conoces) y a Ana Bolena (que no sé tampoco si la conoces) poque yo sí he conocido a Laín y Ana y tengo que hacer una entrevista a tres bandas (me acuerdo del billarista Gálvez jugando a las tres bandas del billar y siendo campeón de Europa por lo menos varias veces para que lo sepas) a ver si hacen las paces o se va cada uno por su lado y santas pascuas tengamos todos y tengamos todas.
A lo mejor dices de mí que soy "El hombre que sabía demasiado" pues si va por mí te equivocas porque yo no soy ese sino "El joven que aprende mucho" que es cosa muy distinta y no soy tan cortito como parece (a pesar de mi continua timidez) porque mido 1'80 y no voy a discutir contigo por un milímetro más o un milímetro menos. ¡¡A los toros!1 ¡¡A los toros!! Que a mis 18 eneros recién cumplidos pues voy por al vida no tan ciego como el de "El Lazarillo de Tormes" sino que voy por la vida no de creído como van los que conoces tú sino como creyente y ya está. Sí. No soy ningún ciego sino quizás el lazarillo que lleva siempre de la mano a mi guapísima chavalilla de tan solo 16 años para que no tropiece con ningún mangante, quiero decir magnate, de esos que tanto conoces tú. Y bueno... como dice Carla... y bueno... pues termino diciendo que entonces estaba ya de muy moda cantar lo de "caracol col col saca los cuernos al sol". Fin de memoria. Fin de recuerdos. Fin de historietas. Y a ver si la próxima vez me escribes otra historia más intereante. Abur como decimos los leones.
Addenda.- Me encantó leer "Vacaciones en Roma" en mi pequeña colección  de libros "Pulga" y luego también me encantó verlo en la película también titulada "Vacaciones en Roma" que mira por dende la prota principal era Grace Kelly (la mismna que la de "Mogambo") pero prefiero ser más pequeño y escribir cuentos como "La Mariposa Encantada" antes que leerme todo el rollo de la vida de Grace Kelly y las historias de casoríos y divorcios de Carolina de Mónaco y menos todavía toda esta purrela actual de ligues pasajeros, amoríos, rupturas, reconciliaciones, nuevas ruipturas, nuevas reconcilianciones, bodas, bodorrios y después de tantas bodas y bodorrios, tantos divorcios y más divorcios por aqui y por allá. Yo soy de una sola y de una sola puedo escribir cualquier historia como la ya citada "La mariposa Encantada" que es mucho mejor y más sana que todas esas cuestiones que ya cansan hasta al más pintado y para pinturas prefiero los lapices "Alpino" antes que tanto "Carioca" como hay por ahí suelto y digamos por ejemplo Almodóvar...
Página 1 / 1
Foto del autor José Orero De Julián
Textos Publicados: 7132
Miembro desde: Jun 29, 2009
0 Comentarios 259 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Página de Diario personal.

Palabras Clave: Diario Memoria Recuerdos.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy