Crnica Deportiva (Jueves, 10 de mayo de 2012).
Publicado en May 09, 2012
Vista AlegreLO MÁS FANTÁSTICO LAS MODELOSDel partido ni me he enterado nada de nada.
En uno de esos campos que hay por ahí afuera y cuyo nombre ni lo sé ni me interesa saberlo porque no aporta nada interesante, ayer se celebró la españolísima final de la UEFA Ligue usted si puede, que enfrentó a dos equipos muy españoles a pesar de la tirria y la envidia que nos tiene el francés Michel Platini que, al parecer, no le gustan las modelos internacionales que están guapísimas y de muy buen ver para aquellos que no tienen demasiadas dioptrías en sus ojos. En un ambiente completamente caldeado y super caliente, se celebró la finalísima más españolísima de todos los tiempos balompédicos y de toda la Historia de la Humanidad en cuanto se refiere al Fútbol. Las gradas estaban llenas a tope y a rebosar de alegría gracias a que se encontraban un número incalculable de guapísimas y esculturales modelos que no puedo contar a ojo de buen cubero ni a ojo de águila. Sólo os puedo decir que ellas estaban enfervorizadas y bullidoras, armando bulla durante todo el combate; puesto que acudieron con ganas de hacernos la vida imposible y dando más guerra que el torero Guerrita que no sé por qué escribo esto del Guerrita pero que viene muy bien a la crónica por lo de las metáforas deportivas. Ellas acudieron, como locas y a lo loco se vive mejor, para contemplar un espectáculo inolvidabe para todas ellas y que Dios las pille a todas confesadas. Observándolas muy atentamente pues lo cortés no quita lo valiente y hay que ser muy valiente para estar aquí escribiendo como mejor me de a entender Dios; incluso me fijaba en sus partes anatómicas y resulta que la pelota subía y bajaba sin ton ni son alguno; porque el ton era complemento idóneo para sus bellos rostros y el son lo ponían ellas que chillaban y chillaban y chillaban y no paraban de chillar ya que, desbordantes de entusiasmo, estaban totalmente extasiadas mietras yo tomaba muy buena cuenta de lo buenas que están. A pesar de lo emocionadas que estaban todas las modelos internacionales que se iban animando cada vez más ¡y no sé donde va a parar la pelota del fútbol como sigamos así una semanas más! se pasaban los minutos con todo aquel peloteo, puesto que había un buen montón de guripas que querían hacerles la pelota a ver si conseguían un autógrafo de alguna de ellas, todo seguía su marcha natural... y ellas, pintadas sus rostros con los colores rojiblancos (con lo cual era imposible del todo saber con qué equipo iba cada una de ellas pues resulta que todas eran seguidoras de los rojiblancos y rojiblancos éramos todos para más inri y más elogio hacia ellas y a ver si alguna nos dice por lo menos cómo están ustedes al estilo del inolvidable payaso Fofó y nosotros callados y sin decir ni pío. Todo era un lío monumental. Todo era un follón de miedo. Todo era un pifostio de ni se sabe... Los minutos se corrían rápidamente y yo me consumía, poco a poco y a cámara lenta por mi manía sempiterna de fijarme en ellas, y las seguía, con la mirada solamente no vayan a decir que abandono mi puesto de trabajo como corresponsal del diario que me ha contratado sin darme yo ni cuenta ni cuenta que me hace porque me da lo mismo quien me haya contratado, sin hacer otra cosa más que mantener el pabellón español bien en lo alto gracias a mi serenidad que la aprendí cuando nocturneaba en la época de los serenos madrileños. Y lo más fantástico las modelos. Todo aquel espectáculo tan espectacular era verlas tan extasiadas y dando alaridos tras alaridos que si le pillan a uno de por medio le hacen polvo de ladrillo porque duras bien duras son y no hay forma de que algunos escarmienten. Volviendo al encuentro con todas ellas yo me preguntaba cuál sería el modus operandis y la mejor manera posible o imposible, pues da lo mismo que sea posible o imposible porque yo, al menos, ya estoy casado... para que el estadio no se viene abajo y tuviésemos que lamentar haber venido hasta aquí con el sueño que tenemos todos que es que ya estamos como ciegos de tanto mirarlas. El estadio parecía una caldera y parecía que de un momento, en medio del fregado de la batalla que se libraba en el césped, se oían algunos exabruptos de otros que no transcribo porque me da mucha vergüenza que me miren tanto y no vaya a ser que me censuren esta inolvidable crónica deportiva. El estadio parecía que se iba a quemar como si fuese el ya desaparecido comercio de Galerías Preciados y es que eran tan preciosas (hablando de Preciados y valga la cacofonía o lo que sea porque ahora no estamos para zarandajas lingüistas sino para ver que sucede en las gradas) y es que eran preciosas de verdad y si no que le pregunten a Alcántara el que escribe en la Verdad murciana; o sea, algo así como una verdadera exposición en una galería de lujo por sus preciosos valores visibles a vista de pájaro o con un tomavista angular de esos que usan los del objetivo indiscreto. Y a ver si dejamos de molestar con tanto indiscreto y nos portamos mejor que nos van a expulsar a todos y hasta pueden suspender el encuentro con todas ellas inclusive y eso pues no lo podíamos consentir porque a saber cuándo volvemos a encontrar a dos equipos tan españolísimos jugando una final de la UEFA Ligue y liguen ustedes con alguna de ellas si es que osan ser osados como viene casi siempre en los crucigramas. La emoción subía, cada vez y cada momento, en intensidad y no era corriente ni muy normal verlas alternando insultos las unas contra las otras pero sin llegar a la manos y tirarse de los cabellos porque eso es muy fea costumbre de las que no son guapas por cierto y dicho sea de paso y yo paso de todas esas así que me concentro en mi crónica y que sea lo que Dios quiera que sea y a quien San Pedro le regale una pues que le aproveche porque yo ya estoy casado. Sigo. Mis ojos, llenos de cultura por todo su iris (que también sale mucho en los crucigramas) iban de una a otra más y de otra más a otra mucho más y a ver si no me despisto ahora y me concentro bien concentrado que falta nos hace a todos. Así que me vuelvo a concentrar en aquel ambiente tan caliente que ya era hasta tórrido; pero aprovecho para seguir observándolas a pesar que que mi corazón late como una patata frita pero lo importante es que mantengo el pulso y sigo narrando con mi escritura palustre pero escritura al fin y al cabo y no como la de esos cabos que son tan ignorantes que no saben lo que es una modelo guapísima y escultural... digo... de fútbol y a ver si no se nos va el santo al cielo y podemos seguir escribiendo la crónica. Así que me vuelvo a centrar y no sé quien centra a quien pero eso es lo de menos, en estas excelsas bellezas y quien remate a puerta que remate a ver si meten ya algún gol que otro. Digo yo que era un encuentro sine qua non y sumsum corda con todas ellas de tan alta categoría internacional que para sí la quisieran tener todas las Mis Universos. Así que el encuentro con todas ellas merecía la pena, según piensan muchos pero se lo callan para disimular mientras que yo tengo que dar la cara por todos, que no solamente durase los 90 minutos reglamentarios sino que el señor árbirto, a no ser que sea de la acera de enfrente, lo alargue unos 30 minutos más si es posible y algunos minutejos más de añadidura por parte del cuarto árbitro que ni sé dónde se esconde ni falta que me hace para seguir con mi crónica que parece más un cronicón de Alfonso X El Sabio pero que mira que sí sabemos de modelos guapísimas y esculturales y de fútbol pues para ir tirando. La calidad de lo que allí estaba ocurriendo y sucediendo (a uno le acaban de soltar una chuleta de toma pan y moja y no vuelvas a molestarme otra vez) pues esto no tiene ningún parangón posible en la Historia Universal del Fútbol y la pelota no para de dar botes extraños yendo de un lado para otro sin orden ni concierto de Chopin alguno aunque algún chopinazo o chupinazo o como se diga pues ha habido... pero yo, como dijo SAR Juan Carlos I, a lo mío... que para eso estoy aquí como corresponsal especial. Ellas eran dignas de ser observadas con un telescopio disimulado y escondido en cualquier rincón del estadio que es muy bueno para el Objetivo Indiscreto y a otro indiscreto le acaban de dar otro chuletón de para que vuelvas al año que viene y te acuerdes de nosotras y yo, en silencio, sigo escribiendo y describiendo sobre este espectacular partidazo. Discurre el tiempo y yo discurro cuál será la posible salida de escape si la ocasión lo requiere pero me dan el aviso de que tengo que mantenerme hasta el final o no me publican la crónica. Así que ya no discurro porque discurrir es una tontería y me pongo a pensar cual puede ser la mejor manera de transmitir a las hojas de papel reciclado, porque es que usamos papel reciclado para que nos se nos enfaden los viejos verdes de Los Verdes, todo lo que mis ojos están contemplando y con el cuidado de que uno de los mojicones que están repartiendo no me llegue a mí. Asi que sigo cronicando que es palabra muy bien inventada, contando la verdad de lo que está ocurriendo y sucediendo en las gradas que como siga así el partido va a ser más que una cróncia de fútbol una crónica de sucesos. Pero la sangre que ya abunda por las narices de otro a quien le han dado un soplamocos no llega al río sino que ha salido urgentemente al lavabo o los servicios higiénicos a ver si se le pasa el chorreo. Y como no estoy de chorra pues sigo con mi crónica. Es imposible describirlas con todos los detalles pero acaban de detener a 16 de no sé cual equipo y se los llevan a comisaria rodeados por un total de 240 gendarmes. Todos los detalles de estos esculturales cuerpos son imposible describirlos porque tendría que usar unas doscientas resmas de papel reciclado y eso pues no puede ser. Sucede que en las gradas están tan hermosas que uno no se puede concentrar demasiado no vaya a ser que se den cuenta y se lancen contra mí y para eso que se lancen contra otro que no sé qué está mirando y que le aticen de verdad. Las bofetadas seguián repartiéndose como pan candeal y menuda candela que estaban repartiendo las guapísimas y esculturales modelos. Yo sé que más de uno y más de dos y hasta más de tres van a salir muy calientes hoy del estadio. Que si por esto que si por aquello ahora las tremendas modelos se ponen a hacer la ola de manera continuada y yo ni me entero de por qué lo hacen pero debe ser porque está el encuentro muy reñido y esto parece no ya un campo de fútbol sino la playa de la Manga del Mar Menor totalmente embravecida con tanta ola viene y tanta ola va que es un gusto, una delicia y placer verlo como las hacen de manera tan rojiblanca que me entra el rojo de la vergüenza que me está dando y el blanco porque me he quedado in albis y mis pensamientos se me pierden en no sé qué recóndito momento de mi vida pero me parece que fue cuando metí 7 goles en un sólo partido y eso es verdad y como es verdad continúo escribiendo que para eso me pagan y espero que me paguen y no me peguen. Procuro ahora pensar para pasar desapercibido del todo y fijándome en todas ellas a ver qué reacciones tienen para enterarme de cómo va el encuentro o partido o lucha o combate o enfrentamiento o batalla campal o todo eso que se dice en las crónicas de fútbol. Aquí los merengues no tienen ya nada que decir porque son demasiado blandos para estas carnívoras y tampoco los culés porque no se comen ni una rosca con estas carnívoras y ni tan siquiera los periquitos con estas carnívoras pueden ir ni a la vuelta de la esquina. ¿Y qué decir de los granotas murcianistas? Lo dejo en la incógnita a despejar y alguno ha despejado la pelota con tanta brutalidad que ha estado a punto de ciscar el marcador electrónico y vuelvo a lo mío. Y es que esto de verlas cómo desloman a alguno es digno de contarlo pero... de repente... se empiezan a insultar las unas contra las otras que no sé de qué bando son pues todas visten de rojiblanco o a lo mejor es por cosa ajena al fútbol por algún dime y direte que parece mentira que estamos a estas alturas del Siglo XXI después de Jesucristo y estemos todavía con lo de los dimes y los diretes. En medio de todos los exabruptos con que se dicen las unas contra las otras hay un resquicio a la esperanza de que firmen la paz y... vaya... parece que se han calmado. La bronca ha debido ser porque ya se ha metido un gol digo yo y claro las unas perdedoras se han enfadado con las otras vencedoras. El caso es que todas las modelos internaiconales que están buenísimas dicho sea de paso por estos mundos futboleros han dejado de lanzarse epítetos y ahora hay que tener mcuho cuidado con ellas porque a más de uno le pueden sobar los morros y ponérselos a caldo. En cuanto al juego en sí mismo, y lo digo de manera independiente autónomo, ellas están empleando el fair play o juego limpio porque no llegan a pelearse ni a pelarse porque están mucho más guapas con el cabello largo digan lo que digan las demás, esas feotas que se hacen femenistas radicales porque las tienen envidia y las quieren siempre peladas a lo garçon porque tienen envidia de sus largos cabellos, pero sigamos con el encuentro o el desencuentro porque ya no sé ni qué está sucediendo sobre la alfombra verde que es linda manera de llamar al campo de fútbol. Los nervios los tenemos a flor de piel y a otro le van a despellejar la piel como las siga molestando con piropos no posibles de reproducir por le del buen gusto, la ética y la moral que muchos han perdido y no saben recuperar, que es que hay que saber decirlas epítetos cariñosos en vez de groserías de mal gusto. Sigo otra vez observándolas hasta el máximo detalle dentro de lo posible (lo demás es imposible del todo) y el tiempo va transcurriendo hasta que suena el final o me parece que ha sonado ya el final porque he oído el pito, digo el silbato, de alguien que debe ser supongo el del árbitro. De repente, cuando más entrañable y nostálgico me encuetro yo contemplando este maravillos espectáculo femenino para que sepan algunos que el fútbol también es para chavalillas guapísimas e inteligentes al mismo tiempo y no como dicen las feministas radicales que no son mas que unas envidiosas y solo unas envidiosas (y los machistas que no son más burros sueltos que deberían estar en alguna cuadra pastando alfalfa en lugar de venir a los estadios de fútbol) me entero de que sí; de que ha terminado el partido tan españolísimo que hasta Michel Platini ha decidido no acudir (y nosotros no tenemos la culpa de que la Justa sea tan bruta o de lo que le pasó son su mejor amigo y su mujer y eso no lo cuento porque no viene a cuento y no me importa en absoluto saber si fue verdad o mentira porque es tema muy privado y lo respeto). Y entonces voy y me doy cuenta que me está mirando, fijamente y a los ojos como queriéndome hipnotizar con su mirada, las mejor, la más buena, la más guapa, la más esucltural, la más inteligente, la de mejor ver y otros varios etcéteras más, de todas ellas las aquí congregadas y ¡mira por donde! resulta que es la jovencísima chavalilla con la que estoy casado. Y entonces me pongo a escribir como un loco. No estoy loco ni nunca lo he estado jamás... pero esto es un truco que estoy muy acostumbrado a hacer, lo de hacerme el loco, para disimular. Así que sigo como loco (pero nunca como un locaina de esos como Almodóvar and Company) escribiendo en mis cuartillas. Del resultado final no puedo contarles nada, absolutamente nada, porque extasiado y contemplando el maravilloso espectáculo de todas las modeos internacionales no me he enterado ni de una sola jugada sobre el césped; pero no se preocupen ustedes porque tanto el resultado como lo sucedido sobre la cancha de juego ya lo podrán ustedes saber pasando de página y leyendo la crónica de un colega mío que ha venido aquí, porque es su obligación profesional y no la mía en este encuentro, estar escribiendo de lo que ha pasado en el partido entre los dos atléticos equipos que mira que están fuertes y cachas todos ellos porque digo yo que para eso son todos atléticos. Todos los goles, todas las jugadas más importantes, todos los destacados, todos los que han fracasado, todo lo que han estado haciendo los árbitros (al cuarto árbitro nunca se le ve porque no se sabe nunca donde se mete y a donde se mete la chica del 17 y de donde saca para tanto como se gasta pero a mí ni me importa saberlo) y todas las declaraciones de vencedores y vencidos. Reclamaciones al maestro armero de Éibar. El asunto es que, al final de un encuentro tan emotivo, emocionate y emocionador como el que he tenido con todas ellas, aunque soy tímido y me da vergüenza escribirlo y mucho más decirlo por la radio, ha estado muy bien esto de las modelos que ahora resulta, que exaltadas del todo, salen del campo, dirigidas faltaría más, por la más de todas ellas en todos los sentidos físicos y espirituales, que es su capitana y que resulta ser la chavalilla con la que estoy casado. Y van voceando su grito de guerra que es ¡¡Que se repita al año que viene!! ¡¡Que se repita al año que viene!! ¡¡Que se repita al año que viene!! mientras van soltando castañas a diestro y siniestro que a más de uno les dejan mas sonados, por culpa de la castañas que van dando, que las maracas de Machín o la trompeta de Armstrong y alguno se cree que está en la Luna porque es de noche y está viendo las estrellas del dolor que producen estas castañas repartidas a la remanguillé y sin mirar a quien dan por aquello de da a todos los que pilles por delante y no mires a quien das (que es consejo muy cristiano pero cierto). En fin, que del partido no me he enterado nada de nada, pero que nada de nada, y solamente he visto modelos internacionales por todas partes y escrilo lo que debo escribir y no lo que no debo escribir luego no me pueden censurar porque no he escrito nada malo sino todo lo bueno que he visto. Reclamaciones al maestro armero de Éibar. Y sabed todos, mis más fieles lectores de crónicas deportivas, que a más de uno os van a poner a caldo cuando lleguéis a casa un poco pasada ya la medianoche o la media luna que es bonita manera de poetizar la medianoche decir la media luna y os vais a enterar lo que es la luna menguante porque os van a menguar el cerebelo del chirlazo que os van a dar en vuestras casas vuestras parientas por estar donde no debíais estar; o sea, por estar acompañándome en estas funciones laborales de periodista enviado especial y os van a situar en el espacio interestelar. Y de esta nos os salva ni la Tía Purguilla (como decía mi abuelita Rufina) porque alguno os habéis creído que esto de una finalísima españolísima de la UEFA Ligue sirve para ligar con las mejores modelos del universo cuando la inmensa mayoría de ellas, por no decir todas, ya están pilladas y bien pilladas (algunas casadas como sucede con la mía y otras con novio y compromiso ya formal). O sea, que quien viene a por lana sale trasquilado. En cuanto al resultado final me da lo mismo lo mismo me da porque yo he sido contratado para hacer una crónica "de ambiente" y no "de hechos"... y sí que existen en el periodismo profesional para que os enteréis so enterados. Es cierto. Existen crónicas deportivas que son solamente crónicas de "ambiente" y no de detallar lo que sucede en el césped con los jugadores de ambos equipos, con los entrenadores de cada equipo y con los árbitros. Yo he cumplido con mis labor. Reclamaciones al maestro armero de Éibar y si no os gusta esta crónica de "ambiente" (que es una de las subdivisiones en que se dividen las crónicas periodísticas) pues id a la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid y sabréis que es cierto y verdadero lo que digo y que por eso he hecho esta crónica "de ambiente" so enterados que solo sois unos enterados y nada más que unos enterados pero os enteráis menos que Rigoberto Picaporte solterón de mucho porte y es que como sois solamente unos solterones habéis venido a este partido de fútbol a ver si ligábais con algunas de ellas; pero no podéis ligar ya porque son frutas prohibidas (unas por estar casadas como Dios manda y otras por estar ennoviadas como manda también Dios) y si alguno se va caliente a la cama y le duele la cabeza y tiene altísima la fiebre que se ponga unos cubitos de hielo, dentro de un pañuelo, en la frente como al estilo de Sertucha el del Sabadell o Quincoces el del Real Madrid y a ver si así se le pasa. Al final es mejor no provocarlas porque son verdaderas caníbales salvajes. Crónica terminada. La he escrito poniendo incluso Antetítulo, Título, Postítulo, Leader (o Entradilla) y Texto... y el Contexto es todo lo que cada cual quiera entender del Texto. Reclamaciones al maestro armero de Éibar. Ahora me voy a casa a tomarme un zumo de frutas variadas y a descansar mientras trabajo en otro tema. Para que sepáis que soy profesional y no estaba de broma.
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