Cómo se cambia la Historia (Editorial).
Publicado en May 11, 2012
Todos los que tenemos cultura suficiente como para poder decir que somos, de verdad, cultos, sabemos que la Historia se puede cambiar dependiendo que suceda una causa o suceda otra causa totalmente opuesta. Cuando los griegos liderados por Jenofonte derrotaron a los persas de Artajerjes II la Historia de la Humanidad, al menos en el Occidente de Europa, fue de una manera diferente a la que podría haber sido si los vencedores hubiesen sido los persas de Artajerjes II en lugar de los griegos liderados por Jenofonte. Igual ha sucedido miles y miles de veces en nuestra historia humana. No es lo mismo que en la batalla de Waterloo del 18 de junio de 1815 ganaran los británicos de Wellington y los prusianos de Blücher o que hubiese ganado Napoléon I Bonaparte. Y tampoco sería la vida actual tal como la estamos viviendo si Hitler hubiese triunfado y dominado el Mundo en lugar de ser derrotado gracias a la intervención de los Estados Unidos de América lo que le llevó a sucidarse el 30 de abril de 1956.
La fecha del 9 de mayo de 2012, después de Jesucristo, también ha cambiado la Historia del Fútbol de una manera pero la pudo haber cambiado de otras que, bajo mi punto de vista imparcial, deberían haber sido mucho más justas. Sucedió durante la noche de este fatídico 9 de mayo de 2012 para el fútbol europeo. Estoy de acuerdo en que, tal como sucedieron los hechos, el Atlético de Madrid ganó merecidamente; pero siempre quedará en la memoria de muchos aficionados al fútbol como yo una sensación de fraude, de que el señor Stark, árbitro alemán de la contienda -y por ello juez de la misma- cambió la historia de dicho partido final de la UEFA League al no pitar un penalty que, a favor de los leones del Athletic Club de Bilbao, no quiso pitar porque no lo vio, porque no le dio la gana verlo o, como dicen algunos colegas míos que se lavan las manos como Poncio Pilatos ante la insensata petición popular de crucificar a Jesucristo en lugar de Barrabás, diciendo que hay penaltys que sólo se pitan o no se pitan según le da la real gana al árbitro y resulta que al señor Stark, ábitro de fútbol y por ello mismo un juez que debe ser imparcial ajustándose a lo que dice el Reglamento de la FIFA sobre el fútbol a escala mundial, no le dio la real gana de aplicar el Reglamento. ¿Qué es superior, la Ley o quien interpreta la Ley como le da la real gana unas veces pitando y otra veces no pitando según le conviene a su gusto? De manera totalmente imparcial, pues lo mismo opinaría de haber sido al revés o de haberlo sufrido el Socuéllamos Club Fútbol, digo abiertamente y sin tapujo alguno (pues un comunicador social nunca debe ser como Poncio Pilatos en estas situaciones) que lo que le hicieron a Llorente dentro del área de gol fe total y claramente un penalty. Esa misma falta (agarrarle la camiseta por detrás e impedir que siga avanzando con la pelota, cuando es fuera del área, todos los árbitros -que son jueces de la contienda y como jueces deben aplicar el Reglamento- pitan falta directa porque está fuera del área del gol... pero resulta que una falta directa, cuando está el jugador que la sufre dentro del área de gol, es penalty porque en las áreas de gol sólo puede haber o falta indirecta (cuando no hay voluntad y no evita un gol) o penalty (cuando es una falta directa como agarrar a un rival por detrás para evitar un gol). Además de este gravísimo fallo impropio de un juez imparcial como debe ser un árbitro que, según la definición de los diccionarios, en cuanto a los deportes, es "persona encargada de dirigir un encuentro deportivo y vigilar que se cumpla el Reglamento"; debe ajustarse sólo a lo que dice el Reglamento y no tiene ningún derecho de ningún tipo para decidir por su santa voluntad -que será muy santa pero es injusta- si es o no es penalty y eso es totalmente injusto... pero es que, además y para más inri y mayor vergüenza de los seguidores del Atlético de Madrid que están celebrando esta victoria que a mí me daria vergüenza celebrar si fuese yo uno más de dichos seguidores- es que hubo también, cuando el marcador estaba 0-1 a favor de los colchoneros, una jugada de ataque de los leones que podía haber terminado fácilmente en gol pero que... ¡otra vez!... el señor Stark anuló injustamente pitando fuera de juego cuando no era fuera de juego porque el delantero va avanzando, desde atrás y en velocidad, por la banda derecha y no hay nadie en fuera de juego porque, además para que exista fuera de juego tiene que haber centrado el jugador citado hacia algún compañero y, sin embargo, cuando pitó fuera de juego el señor Stark pues todavía el mismo jugador tenía el balón en sus pies. Con estas dos jugadas los del Athletic Club de Bilbao quizás no hubiesen marcado ningún gol y seguirían perdiendo por 0-1, o quizás hubiesen marcado un solo gol y ya estarían en 1-1 o, también y es lo más probable -para vergüenza del árbitro y los seguidores del Atlético de Madrid y conste que yo soy madrileño y he vivido años enteros de mi adolescencia y primera juventud, a muy pocos metros de distancia del Estadio Calderón de los colchoneros- los leones se hubiesen colocado con 2-1 a favor. ¿Es lo mismo llegar al descanso ganando por 2-1, o empatanado 1-1 o incluso empatando 2-2 en lugar de irse al descanso perdiendo por 0-2 como sucedió por el capricho y la necedad del señor Stark, de nacionalidad alemana, que pitó lo que le dio la real gana en la primera parte del partido aunque en la segunda ya estuviese correcto pero cuando el daño se había producido de manera irreversible?. ¿Cambió o no cambió el señor Stark la historia de este partido? He leído a algunos historiadores, sobre todo ingleses y franceses, que han pedido, algunas veces, perdón a los españoles por la cantidad de mentiras y sarta de embustes que escribieron otros historiadores compatriotas suyos contra España; sobre todo la injusta, nefasta, falsa y repugnante Leyenda Negra Antiespañola, nombre que se da a las interpretaciones de la historia de España, a menudo peyorativas, que se difundieron a partir del Siglo XVI, porque tenían y sentían hasta en sus bilis envidia de España y de los españoles, insitiendo como bordes e ignorantes dichos autores, en el carácter oscurantista de la monarquía española (Inquisición que no fue inventada por España como dicen sino por el papa Inocencio III desde el Vaticano que no era tampoco español sino italiano nacido en Anagni en 1160; actuación explotadora de los indígenas en las colonias americanas callando que los ingleses y los franceses, además de otros europeos, también hicieron exactamente lo mismo pero con el agravante de que casi eliminaron por completo a los nativos que tuvieron la desgracia de ser conquistados por ellos; lucha contra la Reforma en Europa que se llamó Contrarreforma y no fue una idea española sino que surgió también del Vaticano y más exactamente en el Concilio de Trento celebrado desde 1545 hasta 1563 convocado por Paulo III (no español sino italiano de Canico donde nació en 1543) y finalizado por Pío V (no español sino italiano de Milán donde nació en 1499) y represión en los Paises Bajos llegando a decir la salvajada y la brutalidad de que los españoles se comían crudos a los hijos de los neelardenses y neerlandesas cuando no pondría yo la mano sobre el fuego asegurando que no había algún caníbal en otros países europeos no solo en Gran Bretaña y Francia sino también incluso en los mismos Países Bajos o Suiza o Autria, por poner tres ejemplos de ciudadanos que se creen muy cultos pero que cuando se remueven las tierras de sus lujosos jardines bien cuidados aparecen multitud de cadáveres humanos enterrados tras orgías, violencias, violaciones, mutilaciones o sadismos antes de asesinarlos. ¿Se cambió o no se cambió la Historia de la UEFA League del fútbol europeo por capricho del señor ábitro/juez o juez/árbitro apellidado Stark y de nacionalidad no española sino alemana que interpretó el Reglamento como a él le dio la real gana en vez de cumplir con lo que dictamina el Reglamento?. Si la Historia se ha cambiado tantas veces como han sucedido unos hechos en vez de suceder otros completamente opuestos (por aquello de que toda consecuencia proviene de una causa y luego crea otra causa que produce otras consecuencias y así sucesivamente (la famosa Ley Causa-Efecto) lo mismo sucede con la Historia del Fútbol Mundial por el capricho y los intereses de los árbitros; algunas veces por capricho -como la noche del 9 de mayo de 2012 en el Estadio nacional de Bucarest- y otras veces porque hay hombres con maletines y con mucho dinero dentro de los maletines para convencerles de que arbitren a favor o en contra de alguien. Si el penalty fue penalty es penalty diga lo que diga el señor Stark o cualquier otro ser humano aunque fuese San Pedro o San Pablo. El Reglamento dice que es penalty y penalty es y el Reglamento está siempre por encima del árbitro como la Ley está siempre por encima del juez o la juez. ¿Fues justa o fue injusta la manera de ganar por 0-3 los colchoneros a los leones? Fue totalmente injusta. Esto ya entra en él área de las conciencias pero yo digo que si fuese seguidor del Atlético de Madrid (y soy madrileño) se me caería la cara de vergüenza en vez da pavonearme como un pavo real (ave gallinácea originaria de Asia, de magnífico plumaje, principalmente en el macho, cuyas plumas de la cola, moteadas de ocelos, pueden levantarse y extenderse en abanicos como yo les ví hacer en el Parque de La Fuente de El Berro de mi querida ciudad de Madrid donde siempre me he criado y a donde quiero volver para tener residencia fija pero ya mismo y a no tardar ya nada más) y, desde luego, no se me ocurriría ir a gritar y pendonear a la Fuente de Neptuno sabiendo que ha sido ganada la Copa de manera injusta, de manera antideportiva y siendo regalada por las decisiones de un árbitro que en cuanto vio que ya el 0-2 era inapelable en contra del Athletic Club de Bilbao empezó a pitar bien. ¡Qué poca vergüenza!. Hacer la vista gorda y callarse como un mudote es muy fácil. Lo digo por la gran cantidad de colegas deportivos y deportivas que no están hablando de estos dos hechos (el penalty no pitado que sí que fue penalty y el fuera de fuego que sí fue pitado cuando no era fuera de juego) y que hicieron pedazos a un Athlétic Club de Bilbao lleno de jóvenes españoles contra otro equipo en el que la mayoría eran, con perdón y no tengo nada en contra de los extranjeros sino todo lo contrario pues tengo infinidad de amigos extranjeros y extranjeras o quizás más amigos extranjeros y extranjeras que españoles pero no de españolas para dejar las cosas bien claras) de jugadores no españoles. Escribir ahora que el Atleti jugó de maravilla la segunda parte y batió justamente la Athletic Club es muy fácil y te gana el saludo y los regalos y piropos si eres periodista femenina de todos los seguidores colchoneros pero escribir la verdad solo te gana la indiferencia de los demás que se callan como un Buda de piedra. Está bien. Me gano la indiferencia de quienes me leen pero escribo la verdad de lo que he visto que es la verdad de los hechos que sucedieron de manera imparcial. Analizar que el señor Stark, alemán de nacimiento y no español, pitó fatal en la primera parte no es pecado y a ver si dejamos ya de decir que los árbitros españoles son peores que el resto de los árbitros europeos, como por ejemplo los alemanes, porque no solo el ejemplo del señor Stark demuestra que es falso sino que desde que los señores ingleses míster Ellis y míster Leafe eliminaron injustamente al Real Madrid contra el Barcelona en la Sexta Copa de Europa (precisametne en semifinales) porque no le interesaba a la UEFA que se llevaran los merengues seis Copas de Europa seguidas, está la Historia plagada de arbitrajes nefastos y árbitros corruptos (no digo que ayer el árbitro fuese corrupto pero sí digo que fue nefasto) y no se trata de árbitros españoles sino del Resto de Europa. A ver si dejamos ya de decir tantas tonterías sobre todos los árbitros españoles, como hacen muchos ignorantes, porque generalizar es, precisamente, forma de hablar y actuar de los ignorantes. En el Estadio Nacional de Bucarest, ayer se cambió la Historia del Fúttbol de Europa por capricho de un árbitro apellidado Stark que da la casualidad que es alemán pero pudo ser escocés o galés por ejemplo; por lo cual no estoy generalizando sino personalizando y para mi entender, para mí y sólo para mí o quienes quieran pensar como yo, es una indignidad lo que hizo por muy señor digno que sea. Yo jamás le saludaría si me lo encontrara en alguna reunión o paseando por las calles aunque no le diría nada porque bastante le estará diciendo su conciencia. Yo me pregunto finalmente: Si la Historia fuese tal como debe ser podriamos estar ahora hablando, quizás, de una victoria de los leones del Athletic Club sobre los colchoneros del Atleti de Madrid en vez de lo que ha sucedido. ¿Ven como la Historia sí se puede cambiar según sea el historiador que la cuente? Pues eso es lo que sucedió en el encuentro entre Athletic Club de Bilbao y Atlético de Madrid. Buenas noches. Y lo siento por Almudena porque Almudena me cae muy bien y es una chavala guapísima de las que a mi me encantan a pesar de que sea fan del Atleti de Madrid o quizás por eso mismo. Para que vean que he sido imparcial en mi comentario.
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