Hoy he descubierto algo espeluznante. Todos los días, un despreciable gato asesino de color pardo, se viene de otra casa de uno de nuestros vecinos a la vivienda donde estamos morando, temporalmente, mi Princesa y yo. Sucede que este gato asesino ya ha matado al gato macho que teníamos y, no contento con eso, hace dos noches tuve que salvar a nuestra pequeña gatita "Bebé" de una muerte segura porque la tenía presa del cuello y le ha dejado una herida bien visible que demuestra que cuento la verdad. He dicho, en voz alta para que se entere dicho vecino, que la próxima vez que vea al gato asesino entrar en el terreno perteneciente a nuestra vivienda intentado matar a la "Bebé" y a la otra gatita nuestra llamada "Colorines" le voy a meter una patada en las nueces que lo voy a enviar volando hasta lo más alto de la Sierra Espuña.
Y es que hoy he cogido un cabreo monumental cuando he podido ver, con mis propios ojos, la herida que tiene nuestra gatita "Bebé" en su cuello (y tal como me avisaba la preciosa y escultural modelo que tengo por esposa, que es sólo una chavalilla pero bien despierta) y por eso he dicho en voz muy alta lo que he dicho anteriormente para que se entere nuestro vecino pero bien enterado del todo. Y lo he dicho en voz alta y a pleno pulmón.
El inconsciente de nuestro vecino, todo chulito él (y que conste que también su gato asesino fue el que mató al gato "Chulito" de Carmen y Pepe) le ha dicho a mi Princesa que va a llamar a la policía para que venga a detenerme por haber dicho lo que he dicho y lo volvería a decir cuantas veces se le ocurra al gato asesino volver por donde estoy residiendo aunque sea temporalmente. Lo que no sabe el ignorante y chulito de nuestro vecino que eso es lo que estoy deseando yo: que llame a un policía porque le voy a contar, toda completa, la historia de este gato asesino que lleva ya a varios gatos muertos; puesto que ha eliminado, además de a nuestro gato macho y al gato "Chulito" a otros varios gatos y gatas que, de repente, ya no están en este mundo de los animales vivos y que supongo que también es obra de este gato asesino propiedad del insensato vecino.
A ver si el policía le pone una multa de muy señor mío a este chulito vecino que debería, sabiendo que su gato es un asesino de otros gatos y gatas que no le pertenecen a él, tenerlo bien encerrado para que no siga matando más. ¡A ver si con esta información el policía sabe la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad de lo que está sucediendo con este gato asesino y al vecino chulito le entra la razón, de una vez por todas, y cuando tenga que pagar la multa correspondiente, aprende a cuidar de que su gato asesino no entre en otros terrenos que son propiedad privada de otros vecinos! Si él está dispuesto a llamar a un policía yo estoy dispuesto a contarle toda la verdad al policía. En sabiendo que la Ley que contempla los Derechos de los Animales domésticos a no ser matados o sufrir violencia alguna por otros gatos nada domésticos sino salvajes, el vecino ahora ya no dice ni pío y parece que es un abejorro que ha aprendido a tener la boca cerrada porque en boca cerrada no entran moscas. Ahora ya no se queja nada porque los que nos vamos a quejar vamos a ser nosotros y nosotras para que ese gato asesinado quede incinerado para siempre. A ver si así le gusta a nuestro vecino chulito lo que es perder una mascota dócil y que no hace daño a nadie. Se me ocurre el siguiente slogan: "A gato asesino muerto más tranquilo está el huerto" (porque hay un huerto por medio que atraviesa el gato asesino sin ninguna clase de conciencia y sin importarle para nada que es un huerto de propiedad privada ajena a él).