Buen día a todos y todas: Hostelling International. Discover the real hostel experience. Say HI to the world. Esto quiere decir: Hostelling Internacional. Descubra la verdadera experiencia de hostería. Diga HOLA al mundo. ¡¡Hola Mundo!! Recuerdos del gran payaso Fofó a través de ¿Cómo están ustedes? En cuanto a mí respecta yo muy bien Gracias a Dios. Escribo desde el Albergue Juvenil Santa Cruz de Marcenado, número 28 de dicha calle de Madrid, mientras echo una ojeada al mundo. En este segundo día he llevado a cabo un corto circuito para recordar aventuras extras que me han sucedido en mi querida ciudad de Madrid. Primero he podido reverdecer laureles en la Facultad de Periodismo de la Complutense de Madrid, en donde he podido demostrar que el profesor Arnoriaga y el "compañerete" Ovíes no tenían ni idea de lo que es, en realidad, la Asignatura de Redacción Periodística: el primero de ellos por ser un vago de siete suelas que se paseaba todas las clases, con la mano en los bolsillos o metiendo los dedos pulgares entre la correa y el pantalón diciendo que esa Asignatura era una tontería y que escribiésemos lo que quisiéramos para darnos el aprobado y el segundo de ellos porque sólo iba al aula para ver si caía alguna "palomita" en sus redes porque como estaba enchufado en el "segundo canal" no necesitaba estudiar ya que tenía el puesto de periodista televisivo asegurado desde el primer año de carrera. Los dos eran fachas redomados y de los dos me acuerdo ahora y me lo he pasado bomba recordando sus caras que eran más feas que las de los demonios del inframundo babilónico llamados Lugalgirra y Meslamtea. Partiéndome de risa, después del consabido café con leche en la Cafetería de dicha Facultad, he comenzado mi gira propiamente dicha.
¡Qué felicidad pasar de nuevo por el Arco de Triunfo de Moncloa! Allá por donde tantas tardes iba yo, con mi bolsa de deportes repleta de libros hasta los topes, silbando tonadillas madrileñas de diversas índoles para cumplir con mis obligaciones de estudiante de una Carrera que era la que yo tenía siempre presente desde mi primera infancia. Y recordé cuando la profesora de Historia del Periodismo español nos llevó a tres estudiantes en su propio coche y hablamos de si era mejor morir a causa del calor o a causa del frío. Después de aquel debate ya nunca más volvimos a tocar aquel tenebroso asunto. 
Paseando por la antigua Zona Azul yo buscaba a los "famosos" neonazis de las motos super-star, pero nada de nada... han debido desaparecer de la órbita terrestre que rodea a la ciudad de Madrid. Tampoco vi, para nada, a los "zapatustras" de los Guerrilleros de Cristo Rey y he pensado que, a lo peor de todos los peores, se han metido a cabestros y están comiendo piensos compuestos en alguna ganadería de las de la Antigua Mesta del año 1273 después de Jesucristo o están bebiendo agua en el abrevadero de los burros de Navalagamella, que tanta risa le entra a mi Princesa cuando habla de dicho lugar; bañándose por supuesto, tal como vinieron al mundo en el Río Perales. 
Seguí mi gira adentrándome en las espesas callejuelas cercanas a Fuencarral, habiendo dejado atrás la Cafetería Comercial -donde viví emocionantes aventuras en mi primera juventud- y comprobando que ya no existe la Academia González-Cañadas donde cursé mis estudios de COU (Curso de Orientación Universitaria) cuando triunfé sacando en número 1 de todo Madrid en el examen que tuve que hacer y que por eso en la Facultad de Periodismo (Ciencias de la Información para decirlo más académicamente) la señorita de la Secretaría conocía mi nombre y mis dos apellidos porque me dijo que estaba colocado en el primer lugar y estaba ya agotada de tanto ver mi nombre y apellidos; a lo cual solamente la sonreí ligeramente y comencé mi larga travesía por el desierto de aquellas aulas.
En Fuencarral no encontré a la librería Fuentetaja pero no me importó porque mis libros no van a ser expuestos en los escaparates de dicha librería donde si se pueden obtener si se les pide "ex-profeso" y ellos lo piden a su vez a Novum-publishing S.L. informando que se titula "Morir por ti Siempre". El caso es que más adelante, desembocando hacia la Puerta del Sol pasé por entre medio de las "prosti" para ver si se acordaban del día en que intenté culturizarlas un poco para captar a clientes de más clase que los viejos verdes y jóvenes parduzcos que captan, con una larga lista de nombres de filósofos de la Antigüedad; entiéndase por citar solo unos pocos ejemplos de griegos para no ser demasiado extenso: Agripa (filósofo), Alejandro de Afrodisias, Alejandro Polímata, Andrónico de Rodas, Anniceris, Antíoco de Ascalón, Antístenes, Antípatro de Cirene, Antípatro de Tarso, Apolodoro (epicúreo), Apolonio de Tiana, Arcesilao, Aresas, Aristion, Arístipo, Arístipo el Joven, Aristóteles, Aristóxeno, Aristóbulo, Aristón de Atenas, Arquelao (filósofo), Aspasia de Mileto, Bulágoras, Celso, Clearco de Solos, Cleobulina, Crantor de Cilicia, Crates de Malos, Crates de Tebas, Cratipo de Pérgamo, Crisipo de Solos, Critias, Critón de Atenas, Dexipo (filósofo), Dicearco de Mesina, Diceoneo, Diógenes de Babilonia, Diógenes Laercio, Dionisodoro, Diotima, Diógenes de Oinoanda, Echecles, Echecrates (filósofo), Elio Aristides, Enesidemo, Epicteto, Epiménides, Eratóstenes, Espeusipo, Eudemo de Rodas, Eunapio, Fanias, Fedón de Elis. Filodemo de Gadara, Filón de Alejandría, Flavio Arriano, Glaucón, Gorgias, Hecateo de Abdera, Hecato de Rodas, Hegesias, Heráclides Póntico, Heráclito, Hiparquía, Hipias de Élide, Idomeneo de Lámpsaco, Jenócrates, Licón de Tróade, Lisis de Tarento, Menedemo, Menipo de Gadara, Mnesarco, Mónimo de Siracusa, Máximo de Tiro, Neleo de Escepsis, Onasandro, Panecio de Rodas, Parebates, Perictione, Pirró, Platón, Polemón de Atenas, Polemón, Porfirio, Posidonio, Protágoras, Seleuco de Seleucia, Sexto Empírico, Simplicio de Cilicia, Simón el Zapatero, Sinesio de Cirene, Sócrates, Teles (filósofo), Teodoro de Cirene, Teodoro el ateo, Timeo, Zenón de Tarso, Zenón de Sidón y Zoilo. ¡Fue una de mis mejores aventuras con las "prosti" que ejercen en Madrid capital! Recuerdo que se me quedaron boquiabiertas como si estuvieran escuchando a un "tocado del ala" pero recuerdo muy bien que ninguna de ellas, ni mucho menos ninguno de sus chulos de "prosti" me pudieron tocar nada... y mucho menos las nueces que esas solo las toca quien las tiene que tocar... o sea...
Tras estos bellos recuerdos pasé por donde estaba Cima, Puerta del Sol, Pasadizo de San Ginés y Calle Mayor, en donde me partía yo de risa mientras estudiaba para bancario; puesto que algunos años de mi segunda adolescencia los pasé de bancario pero nunca de banquero... y seguí adelante pasando por la Casa y Torre de los Lujanes y el Bar Amarilla. De la Casa y Torre de los Lujanes, gracias a la invitación de la Bonifacia, mujer del Goyo, puedo decir que allí visité yo una buena tarde acompañado de mi madre, la celda donde estuvo encerrado, según dice la tradición oral, el rey Francisco I de Francia durante su cautiverio tras ser capturado en la Batalla de Pavía en 1525. Del Bar Amarilla (que me recuerda a un futbolista del Elche Club de Fútbol y compañero de Alcantarilla, Oviedo y Mezquita por citar solo a unos muy representativos de aquel equipo alicantino) recuerdo yo haber tomado algunas cervezas con mi entonces amigo Luis Líter Mayayo al cual le he retirado ya mis saludos. Y antes de llegar a estos dos lugares me hizo mucha gracia el pasar por donde existía una tienda de quesos (me parece que se llamaba Mantequerías Leonesas) donde, en aquellos tiempos, al pasar por su puerta olía a pies que te tiraba de espaldas. 
Tras ver el cambio de guardia en el Palacio Real de Madrid, pasé por el mismo lugar donde una noche hablé con don Quijote, Sancho Panza y el mismísimo Don Miguel de Cervantes Saavedra (esta aventura la tengo publicada en un relato basado en hechos reales que he titulado "La noche que hablé con Cervantes". Y bueno... pues después me di una vuelta por Martín de los Heros, para recordar "El Rincón de Galápagos" y que el bar de mala muerte y peor olor -por el tufo que echaban sus botas militares en plena canícula estival- donde se reunían los neonazis a los que aparté dando codazos a diestra y siniestra y en donde repartí propaganda de "El Rincón de Galápagos" entre todos aquellos inútiles que no servían ni sirven para descalzar a un dominico descalzo (que ya es decir inutilidad grande y profunda por cierto) está situado en el número 70 de dicha Calle de Martín de los Heros. 
Pero lo mejor de todo el día llegó por la noche, cuando mi Princesa me invitó a cenar en el Restaurante Covadonga que tiene su entrada por otra calle pero que tiene su terraza, donde estuvimos cenando patatas con aceite y una buena tortilla española aderezado todo ello con una clara de cerveza que me supo a gloria bendita, en esta misma Calle de Marcenado número 28 en donde estoy escribiendo estas inolvidables y nuevas aventuras. Claro que, antes de llegar la noche, me lo pasé pipa bacilando con los estudiantines y las estudiantinas de la Universidad Pontificia de Comillas y después, cuando llegó la hora de dormir, me quedé "grogui" pero en plena forma física, mental y espiritual. A Dios gracias. Y muchas gracias para quienes me hayan leído este buen texto de mi Diario.