¿Verso libre o veso blanco? (Reflexiones).
Publicado en May 21, 2012
Desde que, entrada ya la época del Modernismo literario, muchos poetas y poetisas abandonaron el sistema de rimar los versos, y medirlos matemáticamente, para iniciar una nueva manera de plasmar poemas... se ha hecho ya perenne la discusión sobre si al nuevo arte de hacer poesía se le tiene que llamar verso libre o verso blanco. La verdad es que, ambas cosas, por mucho que digan bastantes teóricos y críticos literarios, no son la misma cosa.
Bajo mi propio prisma y mi punto de mira subjetivo (y he de aclarar que la Poesía es lo más subjetivo que existe en Literatura) no se puede llamar, a esta manera de presentar los poemas, como verso libre porque, sencillamente, los poetas y poetisas dependemos, más que en ninguna otra faceta literaria o artística, de nuestras emociones y nuestros sentimientos. Esto es una verdad absoluta si es que, en realidad, somos poetas y poetisas. Deduzco, por lo tanto, que no podemos escribir jamás versos libres. Si dependemos de factores que, aunque sean totalmente internos, condicionan nuestra manera de expresarnos y de sentirnos, no puede existir la libertad... y al no existir la libertad (como he demostrado muchas veces para quienes piensan como yo) es del todo incoherente que llamemos versos libres a los que podemos llamar, en eso estoy de acuerdo, sencillamente versos blancos. Esto de decir versos blancos no significa que estén faltos de contenido ni que el contenido sea, por llamarlos blancos, de carácter infantil (aunque muchos poemas blancos puedan ser catalogados como poesía infantil si estamos escribiendo para niños o/y niñas) sino que pueden ser, incluso, de alto contenido sesorial, sensitivo y hasta sensual. Lo que sucede es que algunos poetas y poetisas se creen que están escribiendo más allá de sus límites. Y sí. Estoy de acuerdo con que podemos escribir poemas más allá de los límites que nos quieran imponer desde el exterior a nosotros mismos... pero es del todo imposible hacerlo sin nuestros límites de pensamiento, de sentimiento y, sobre todo, de acción. Que no existan fronteras a la expresión artística -en este caso Poesía- no supone un infinito de libertades... sino una liberación de expresiones... y eso se llama verso blanco (sea el color con que lo hayamos escrito) y nunca verso libre. Es mi sincera opinión y la he comprobado conmigo mismo.
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Filiberto Oliveros
José Orero De Julián
JOANNA MATILDA
Un buen método para liberarnos de estos límites que nos menguan a la hora de crear es la introspección, la visión interior, preguntarnos y respondernos a nosotros mismos y llegar así a democratizar nuestra inspiración, esto nos permitirá ser nosotros mismos a la hora de escribir y manejarnos con total soltura y autodeterminación, logrando así, como resultado final, un poema auténtico, escrito con la voz de nuestra esencia, puro y emancipado.
Has presentado un texto altamente nutritivo y reflexivo, gracias por compartirlo, creo que da para un interesante debate.
Saludos.
SARTRE
Enrique Dintrans Alarcn
Tengo la impresión
que el blanco es la suma de los colores
y que por esto representa como ninguno
a la libertad.
Y que la rima
la metáfora
y otras tonalidades
visten el universo poético
de colores mágicos.
Atte.
E.D.A
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PD
Estrellas, ya que la luz que de ellas recibo, es generalmente blanca.
Concuerdo plenamente con Filiberto.
Filiberto Oliveros