Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, un patinador o una patinadora es una persona que patina y patinar, en el contexto en que se basa esta página de mi Diario, se refiere a deslizarse o ir resbalando con patines sobre el hielo o sobre un pavimento duro, llano y muy liso. Pero ayer me sucedió algo que es digno de apuntar en este Diario para hacer reflexionar a algunos y hacerles pensar que una cosa es patinar como se debe y otra es que les patinen  las neuronas y no sean patinadores sino "patinetas".
Los patinadores pueden ser profesionales o aficionados pero saben, perfectamente bien, que para patinar hay lugares adecuados para ello; lugares en los que se puede patinar sin poner en peligro el físico de otras personas que están paseando por las aceras o que, como sucedió ayer, se trate de una mujer que lleva a un niño de su mano y a un bebé dentro de su cochecito-cuna. El hecho real es que aparecieron tres mocosos "patinetas" que venían, a toda velocidad, haciendo el "patineta" (que es lo mismo que le patinaban las neuronas) por donde circulan los automóviles, motos, bicicletas y, lo que es peor, hasta autobuses o ambulancias a toda velocidad. Uno de aquellos tres insensatos y mocosos "patinetas" estuvo a punto de golpearme en la pierna derecha y, además, pudo haber accidentado a la mujer y a sus niños.  Miré al patín de madera y luego le miré al mocoso. Supo que estuvo a punto de llevarse un par de guantazos además que de una sola patada hubiese mandado a su patín hasta Argamasilla de Alba; lugar donde nacieron los famosos Francisco de Contreras, poeta barroco; Vicente Cano, poeta; Cayo Lara, político español, miembro del Partido Comunista de España (PCE) y coordinador general de Izquierda Unida (IU); y Roberto Aliaga, escritor. Cosas todas ellas que desconoce por completo ese mocoso ignorante que debería estar repasando un poco de Historia, Literatura o cualquier otra materia escolar en vez de ir, con las neuronas completamente patinándole, haciendo el loco por las carreteras y poniendo en peligro la vida de otros seres que sí son humanos.
Además, no sólo fueron estos tres mocosos los bárbaros de la tarde murciana, pues sucedió en la ciudad de Murcia, sino que, después, aparecieron dos zánganos más mayorcitos, cruzando con patines de ruedas y volviendo a estar a punto de atropellar a la mujer, su niño y su bebé. A estos les hice que se desviaran del camino o les daba un par de guantazos (a cada uno por supuesto) y de otra patada les enviaba sus patines a Riudoms; lugar donde nacieron los famosos Miquel Baptista Gran Peris, más conocido como «Beato Bonaventura Gran», religioso, beatificado por la iglesia católica;Joan Guinjoan Gispert, compositor; Hermanos Nebot, militares; y Antoni Gaudí i Cornet, arquitecto nacido el 25 de junio de 1852 entre Riudoms y Reus, fallecido el 10 de junio de 1926 en Barcelona, que fue el máximo exponente del modernismo catalán. Otros dos que deberían estar estudiando en sus casas en vez de ir, patinándoles las neuronas, haciendo el vándalo por donde no deben ir. 
A ver si les gustaría a ellos (los tres mocosos de la "patineta" y los dos mayorcitos de los patines de ruedas) que les pusiese un guardia municipal una buena multa o que les encerrase un par de días en un calabozo por ser, en potencia, futuros maleantes... puesto que se empieza así, faltando al respeto de los ciudadanos que paseamos tranquilamente por las calles, y se acaba asaltando comercios.