Con permanente vehemencia
busco en la sombra furtiva,
el calor de tu cuerpo
no he visto tu rostro,oigo tu voz
absorto el pensamiento,una quimera,
tu alegria contagiosa
lleno de placer el momento
imaginando una dulce primavera.
 
Ya no se si es real o imaginado
la vista se pierde en la lejania,
la naturaleza envuelve lo fugaz
tu lo haces realidad,
escarpe las montañas de tu cuerpo
con emocion jadeante,
en el monte de venus me perdi
no supe de mi por un instante.
 
Iluminado por los luceros
sumido en la melancolia,
las flores del camino
orietaron mi destino,
sintiendo la ternura en tus ojos
despertando con un beso gemido,
envuelto en la miel de tus labios
del sueño sin estar dormido.
 
BENIGNO RODRIGUEZ.