solyedad
Publicado en Jul 25, 2009
SOLyEDAD
Se habían ido todos, y sin embargo aun estaban ahí. Estaba solo en medio de aquellas personas que conocía tan bien. Los escuchaba hablar y reír, pero no con el, ni de el. Eran risas y voces ajenas. Se sentía como transparente. Parecía no estar allí. Nadie lo miraba. Por momentos quería compartir la risa, pero no sabia de que ni porque. Ni siquiera la perra negra parecía notarlo. El la miraba de reojo. Ella seguía haciéndose la dormida, como si nada. Lentamente las cosas se habían ido diluyendo. Se fue acostumbrando a no estar. Hasta que ya no estaba más. Igual seguía ocupando la misma silla de siempre, el mismo lugar en la mesa. Ahora lo habían trasladado a la piecita del fondo. Total. Los chicos necesitan más lugar. Ya ni iba más a la plaza de acá a la vuelta. Para que? Si ya casi no quedaba nadie con quien hablar. La última vez que salio casi se pierde. Recordaba que cuando se mudaron aun no estaba la plaza acá a la vuelta, solo estaba la carnicería. Ahora ya no estaba más. La ultima vez que salio y que casi se pierde, la busco, pero no la encontró. Desde esa vez ya no lo dejaban salir. Habían cambiado las cosas acá a la vuelta, vaya. Mas desde que su amigo lo dejo para irse a otras tierras hace un tiempo. Que lejos queda la piecita .Tal vez un día de estos me quede halla y no venga nada a ver a los chicos. Eso pensó un día, después que los más chicos le dieran un pelotazo. Obvio, sin querer, pero como se reían esos mocosos. Capaz que hoy venga el mas grande, me lleve con el auto a dar una vuelta. Por momentos se le olvidaban los nombres y parentescos. De todas maneras no tenía importancia. A nadie le importaba. Ya bien entrada la primavera, se estaba mejor en el patio tomando sol. Miraba la casa. Por un momento se le hizo la imagen de cuando la empezó a construir. Cuanto hacia ya, cuarenta o cincuenta. Si estuviera esa señora por ahí para preguntarle, pero hace que no la veo. No se acordaba si había enviudado antes o después de separarse o si había sido al revés. Ni siquiera se acordaba ya de su nombre. Si se acordaba de su cara de quinceañera, con el pelo recogido siempre. Una de las chicas que pasaba en ese momento se le parecía bastante, solo que esta llevaba el cabello suelto Le quise preguntar a ella el nombre, pero parece que la chica estaba apurada, cuando abrí la boca para hablarle, ya no estaba más, estoy solo otra vez. Le venia otra vez la imagen de la casa. La fue haciendo de a poco, claro que lo ayudaba el gordo que vivía al lado. Hace tanto que no veo al gordo, ni siquiera lo escucho toser. En la piecita del fondo no había televisión, pero ya no le importaba, ya no la veía bien. Solo la escuchaba. Era mejor la radio, como cuando era chico. L a hora de la leche y escuchar el radioteatro. Como era que se llamaba? La imagen de la mudanza, cuando se instalaron en la casa. En esa época estaba el mayor solo. Después vinieron las dos nenas, o el varón había sido el tercero? Ahora cuando venga le pregunto, recien me pareció escucharlo. Será que volvió de España? Doce años tenía cuando empezó la segunda guerra mundial y tuvo miedo de que su padre fuera a la batalla. Pero su padre siguió trabajando en la carpintería, como siempre. Lo malo es que los chicos están tan ocupados que.... le voy a decir al mayor de ir a dar una vuelta en el auto. El año pasado lo habían llevado hasta el rió a pasar la tarde. Para el fue hace poco. Mientras miraba sin mirar, se acordó de cuando plantaron el ciruelo y de la primera vez que dio frutos. Que golpe se dio la nena cuando estaba aprendiendo a andar en bici, era la más grande o la más chica? Ya no se acordaba. Se esta poniendo fresco, quiero que vengan a ayudarme a levantar para irme a la pieza. Creo que ya los llame pero no me oyen. Tengo frió. Ah, ahí viene. No se porque me dice abuelo. A la mañana siguiente se despertó lucido y con fuerza. Se levanto solo y sin ayuda. Y sin ayuda se vistió. Tomaría después el te. Quería ir hasta la puerta a ver si estaban los muchachos. Y, si. Ahí estaba el Adolfo, José, Jorge. Teresita te dejaron venir! Más allá estaba Victorio, Luis, Carmen, su primera novia, y otros más. Pero se vinieron todos! Si. Si ya voy, les aviso a los chicos y voy. O mejor no, no los despierto. Era temprano ese domingo. Para cuando vuelva seguro que ya se habrán levantado. Bueno, para donde vamos? La casi multitud, dio la vuelta la esquina en medio de silenciosos gritos y risas sin que nadie lo notara. Y allá fueron. Al lugar donde se encuentran los recuerdos.
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