Inicias tus andadas como caballero
Que cabalga en su caballo a galopadas.
Como marfil destellante de un
Colmillo alucinante te despojas de
Tus niñerías de un infante arrogante.
 
Alzas tus alas como águila depredadora,
Que le importa más volar que apreciar
El nacimiento de la  aurora.
Te surcas por fronteras desconocidas,
Tu mirada de nostalgia invadida se ha
Posicionado en el amor de una niña.
 
Ha conquistado tu corazón esa bella
Dama, lo ha llenado de ilusión
Trayendo paz a tu alma.
Se apoderó un sueño de tu incontable
Tranquilidad, ver un hijo es lo único
Que deseas mirar.
 
Has entregado todo por ese ser que
Ha nacido, has sido invadido por la
Emoción que albergaba tu corazón de
Ser padre de una bella ilusión.
 
Lo vez ahora caminar, aquel hombre
Que un día viste imaginar y esta
Acercándose más a tus deseos que
Corren sin avisar.
Un ser tuyo, cuyo sueño se volvió real,
El fruto de un cariño de dos corazones
Que se saben amar.
 
Va creciendo cada vez más, da sus
Pasos como queriendo correr ya,
Lo vez y te imaginas que de grande
Será un profesional.
Te ha llamado papá, entre el balbuceo
De su inocente hablar, entre el
Intento de tu mirada agradar;
Inocentemente el no sabe aun el
Significado de amar.
 
Se ve como todo un hombre y parece
Que es un adolescente más, pero
Ha sido escogido para tu corazón alegrar.
Tiene tu semblante cuando tenías su edad,
 Quizá hasta los mismos sueños tuyos
Ahora mismo poseerá.
 
Tus fuerzas desgastadas son notorias
Cada día más, ocultas el cansancio y
Quizá una enfermedad.
Lo sé…lo único que te importa es de tu
Familia la tranquilidad.
 
Lo has notado tú también…
Que tus fuerzas se han agotado y que
Ahora todo te cuesta más.
Aquella familia que soñaste junto al
Alma de tu amada, ya ha sido formada y
Por tus fuerzas incansables protegida.
 
Ahora te vez arrugado de tu piel; pero
De coraza fornida, gruesa y resistente
Como el diamante reluciente.
Te pierdes en pensamientos infinitos
Durante algunas tardes, no te cansas
De tus hazañas y tus anécdotas contarme.
Soy tu hijo y eso es lo único que ha
De importarte.
 
Ya no veo galopar aquel caballero en su
Caballo, ya no veo vislumbrar aquel
Deseo que se formó  por años.
Solo noto la presencia del tiempo en tu
Vejez, en lo bien que te portabas en los
Tiempos de ayer.
 
Me tengo que despedir padre mío,
Me encantaría el dolor dejar en el olvido.
Pero no es posible, ya nada es irreversible.
Te tengo frente a mí, con tu corazón a tus
Manos pegado, si…así con esa calma en tu
Rostro manipulado; puedo apreciarte
Claramente en este ataúd arreglado.
 
Se han clavado a mí los recuerdos y
Consejos del ayer, serán de mucha ayuda
En mis días por ver.
Se están haciendo efectivos los gestos de
Cariño en mi vida.
Padre…mi papito querido, te llevare en
Mi corazón el resto de mis días.