Aparentemente.
Publicado en Jun 21, 2012
Yo caminaba por esas calles todos los días,
veía las ventanas abiertas, como brazos extendidos buscando alguien a quien abrazar, y los perros salían a mi encuentro saludándome con efusivos ladridos, escuchaba el canto del río, y deseaba seguirla hasta el fin del mundo, pero no era digno de entrar en sus aguas contaminadas yo era demasiado puro para ser parte de el, así que cabizbajo y dándole la espalda, me adentraba en el bosque y cantaba con todos esos gigantes, el viento soplaba las melodías sangrantes, y al terminar, con alegría, las piedras siempre aplaudían... ...comúnmente van los hombres dándole su amor a cualquiera mientras unos cuantos se sientan bajo el umbral de la ciudad platicando con el motor de los coches, escuchando y cantando a dúo con los edificios abandonados y los otros hombres, van por las esquinas entregándole su amor a cualquiera... Y unos cuantos, se detienen en la barra de algún bar, y piden un par de copas llenas de alma y se beben un par de copas llenas de alma, se levantan y cantan a dúo con las almas de edificios desiertos... Y allá, por las calles mal trazadas van los hombres regalando amor a cualquiera, y unos cuantos se sientan en la acera, buscando en las miradas perdidas, una sola con quien compartir su vida...
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Laura Torless
Michelle Ramirez
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