a veces
Publicado en Jun 26, 2012
A veces cuando pienso en el amor, pienso en su sexo duro y a punto de estallar.
Otras simplemente lo asocio a la piel. Al estar dormidos desnudos, abrazados los dos, sintiendo nuestro calor en la frescura de la noche. En muchas ocasiones simplemente es el estar junto a otros, de la mano. O en ese extraño cosquilleo de la melancolía cuando estamos solos. También cuando pienso en el amor, pienso en odio, opresión, abuso, mentira y violencia. En lo vomitivo que me resulta Pablo Neruda. En lo vano de intentar pretender el deseo del otro por siempre. En la impotencia del alegato. Pienso en su pija jugueteando en mi boca o abriendo mi culo bajo la mirada del techo. Dolorido, mis dientes mordiendo la almohada y una sonrisa en los labios.
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Umberto Senegal
Fecundo Facundo: Saludo con admiración y afecto este nuevo texto tuyo donde prosa y verso se juntan para transmitir una experiencia íntima, una poderosa incertidumbre, tus razones de vida y amor, deseo o lujuria que finalizan allí donde comienzan los desencantos."Extraño cosquilleo de la melancolía cuando estamos solos". Y más extraño aún, cuando estamos acompañados y decimos te amo, o nos confiesan te amo. Cuando nos desean y deseamos.
En esas partes del cuerpo donde amor y sexo no tienen explicaciones racionales. Cada vez que leo un texto tuyo de esta índole, el vigor de tus imágenes, la sinceridad de la anécdota o lo descarnado del evento, me remiten como siempre a otro autor, a otras inquietudes semejantes a las tuyas. En este caso, al escritor cubano Reinaldo Arenas. Crucé correspondencia con él. Fue mi amigo desde cuando llegó a Estados Unidos, en el éxodo del Mariel.
Hasta la obra de Neruda se te hace insoportable. Y fácil trasbocas si a tu memoria llega algún verso, algún poema del chileno con el cual jamás podrás identificarte. ¿Conoces la obra, transgresora ciento por ciento, del narrador, ensayista y poeta Reinaldo Arenas? Tu prosa tiene positivas semejanzas en su tono y su estilo confesional con las del talentoso y grande novelista Reinaldo Arenas. En una revista literaria que dirigí por los años 80, publiqué numerosos textos de Reinaldo y sobre Reinaldo. Él también, cuando codirigió en USA la revista Mariel, publicó varios microrrelatos míos. Voy a recomendarte solo uno de sus libros, por si no lo conoces, y disculpa mi actitud didáctica.
Soy profesor y se me sale el espíritu pedagógico cada momento. Pero solo cuando encuentro textos como los tuyos. Cuando encuentro una prosa o un verso con los cuales vibro y me emociono, Facundo. El libro de Reinaldo se llama El color del verano. Yo tengo la primera edición publicada en Miami por Ediciones Universal (1991). Una novela de 446 páginas. Fuego por todo lado. Ritmos por cada rincón. Denuncias, crítica, juegos de palabras. Ironía. Filosofía del dolor y del placer. Lo autobiográfico llevado a niveles literarios y estéticos insuperables. Arenas es uno de los mayores narradores latinoamericanos de finales del siglo XX. Esta novela ahonda en el ámbito homosexual cubano, en las interioridades del mundo sicológico y social de los homosexuales, como pocas novelas lo han hecho. Es un canto. Es un drama, un grito, una caricia.
De Reinaldo se pueden leer sus obras como una Pentagonía, así nombrada por él para clasificar sus cinco novelas: Celestino antes del alba, El palacio de las blanquísimas mofetas, Otra vez el mar, El color del verano y El asalto. No son una serie. Pueden leerse independientes, en cualquier orden. Su hilo conector es el dolor. La rebeldía. La heterodoxia social y política en todas sus manifestaciones. ¿Leemos un párrafo?...
..."Lo que no entiendo de esta ponencia es por qué se intenta establecer una diferencia entre hombre y loca, cuando en definitiva toda loca es hombre y todo hombre no es más que una loca. Existen señoras y señores, cuatro grandes categorías entre las cuales se agrupan todas las locas y esas cuatro grandes categorías abarcan naturalmente a todos los hombres. Escuchad pues las Cuatro Grandes Clasificaciones de Todas las Locas. Y no olvide, señor, que en una de esas categorías se encuentra usted. Sí, se encuentra usted,, acéptelo o no lo acepte. La realidad es más avasalladora que su propia mojigatería o su cobardía. Así que abra las orejas y escuche:Primera categoría o grupo: LA LOCA DE ARGOLLA (también conocida como "loca de atar"), camina como una araña ciega,como un topo desesperado, siempre en busca de una bragueta. Su inquietud fundamental es el falo y a cada instante estáen trance de muerte o desesperación..."
Y siguen las otras tres inquietantes categorías. No lo dudes: Reinaldo es un enorme narrador. Sus libros, los tengo todos, influyeron mucho en mi estilo, en mi forma de puntuar, en los ritmos narrativos. Lo reconozco con orgullo.
Puedes acercarte a él a través de una película demoledora sobre su vida: Before Night Falls. Antes que anochezca. Basada en su autobiografía. La película la dirigió Julián Schnabel y el encargado de encarnar a Reinaldo es nada menos que Javier Bardem, con un asombroso parecido físico al Reinaldo real, en esta película. Pareces discípulo -por darle algún nombre- de Arenas. Tu carnal intensidad narrativa, despiadada contigo mismo cuando lanzas al aire tus intimidades: "Pienso en su pija jugueteando en mi boca o abriendo mi culo bajo la mirada del techo". El color del verano, no lo dudo, si no ha sido una de las novelas que ha conmovido tu oficio de escritor, cuando la leas, fecundo Facundo, marcará tu derrotero de escritor. Un abrazo desde Calarcá, hoy con los tulipanes africanos florecidos por todos los caminos y carreteras de la región cafetera.
facundo aguirre
Eduardo Fabio Asis
"En lo vano de intentar pretender el deseo del otro por siempre."
Felicitaciones por todo, más por lo encomillado. Por razones que desconozco, te aprecio! salud!
facundo aguirre
facundo aguirre
Eduardo Fabio Asis
me cuidaré de los ravioles, porque tengo unos 10 kilos que sobran...pero del tinto NUNCA... por algo el anarquista Jesús lo convirtió en su sangre no? (tratándose de un diálogo entre vos y yo... el chiste pelotudo que hice... se impone no?) salud! y coincido con Umberto que te dice Fecundo Facundo... ¡adhiero!
Eduardo Fabio Asis