Déjà vu
                                                   Por: José Manuel Segura Zeferino
México 2 de Julio de 2012. Desperté con un terrible dolor de cabeza después de la fiesta de la noche anterior, prendí el televisor y lo primero que encontré fue la horrenda noticia; había ganado el candidato más polémico y odiado por el pueblo, de forma inexplicable. Por alguna razón no me resulto extraño –parecía- que el pesimismo también me había alcanzado, me puse las pantuflas de cocodrilo que tanto me reconfortan y prepare un café, no había azúcar. Abría que acostumbrarse, ¡pan y circo para el pueblo! –Exclame con sobrada ironía- es una lastima que cada día nos den más circo y menos pan. Aun somnoliento recordé las viejas historias del vendedor de periódicos.
… francamente opino como todos “no se ve, no se siente pero es un hecho esta presente” y esta  en todas partes y a toda hora.
Tenía razón. Estaba en todas partes en los grupos sociales, en la vida cotidiana y en diferentes presentaciones –modos- “el corporativismo”, “la cooptación”, “el clientelismo”,  “el activismo coyuntural”; sus instrumentos: el gobierno, la televisión, el PRI y el narcotráfico.
Su nombre cambia según sí la padeces o la aprovechas: “sistema”, “aparato”, “maquinaria”, “las instituciones”… en lo personal yo prefiero decir: lo mismo de siempre.
Tome un baño y salí a trabajar con una extraña sensación, un Déjà vu con 18 años de retraso… en definitiva,  hace 18 años tampoco tenía café.