Muy buen poema, bien rimado, buen ritmo, breve y evocador, tiene gusto de canción popular. Gracias a Umberto Senegal pude terminar de captar su sentido y su delicadeza. Me recordó a Nicolás Guillén. Un abrazo, poeta.

Enrique: El tuyo, debió haber sido un alfiler de los llamados "toca de monja". Así se entiende el servicio que prestaba este, tal vez para encubrir secretas confidencias de quienes terminaban de decirse, por escrito, cuanto se habían confesado antes en el beso, en el abrazo, en las miradas. Innegablemente...una carta de amor.

Así lo señalan, evocadores, tus escuetos versos. Es el alfiler que continúa prendido en el alma de quienes conservan alguna carta de la adolescente con quien algún día perdido entre el pasado, el noviazgo romántico se completó con palabras escritas tímidamente y ocultas entre libros o cuadernos.