Azúcar de Lágrimas
Publicado en Jul 12, 2012
A veces la estatura no da de si
para alcanzar las galletas de mantequilla, hay días en que la mesada de una chiquilla se esfuma sin darle esos pastelillos de vainilla, entonces la vida es una rabieta impostora es un error seguir adelante sin las manos pegostosas, a los dientes de leche se les tiene muy consentidos y al paladar se le aburre con tonos cítricos. En la dulcería te dijeron: ¡deja eso pequeña Laura! las envolturas de caramelos en tus manos era como contar los granos de arena del mar, fue entonces cuando te prohibieron los dulces vaya trauma para una niña que sólo quiere panques, comenzaste a llorar con tus fuertes argumentos pero las lágrimas siempre son saladas. ¡Devuélvanle los felices terrones blancos a Laura! en algún momento sabrá lo que es engordar intensamente, de los aterradores viajes al odontólogo gritando excusas, de ser una adolescente con granos auto infligidos. ¡Dejen en paz a la inocencia con una paleta! que el cielo se torne de un turrón de almendras y chocolate, porque si este lado de la vida es tan ácido hay que cruzar la calle para azucararse la existencia y prometer afrontar los riesgos con chispas de colores. ¡Dedíquenle a Laura las oportunidades que ofrecen los helados! de que la miel del futuro tendrá que costar el sudor del pasado permítanle darse cuenta que las nubes son algodones de azúcar y que su vida es la más empalagosa sobre la Tierra.
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Eliza Escalante