EL MANIFIESTO DE KACZYNSKI
Publicado en Jul 17, 2012
En una cabaña rústica perdida entre bosques de Montana, Estados Unidos, distante de los hombres y su tecnología, se redactó el manifiesto del siglo XX que más contribuiría a desmitificar el desarrollo tecnológico contemporáneo: La sociedad industrial y su futuro. Desalentador diagnóstico sobre el presente y el futuro del ser humano ante la sociedad post-industrial. Se conoce como Manifiesto de Unabomber. Su autor: el genial matemático polaconorteamericano Theodore Kaczynski, encerrado de por vida en una cárcel de máxima seguridad, por terrorismo. Este especialista en una rama del análisis complejo, teoría de funciones geométricas, desde l978 a l995 envió l6 cartas-bomba contra diversos objetivos para manifestar su rechazo hacia el sentido que se le ha dado al desarrollo de la sociedad tecnológica, depredadora de las libertades individuales. Cada explosivo era el sanguinario mensaje neoludista y anarcoprimitivo de que sólo se regenera la sociedad industrial a través de la violencia. Al apasionado lector del anarcocristiano Jacques Ellul, le diagnosticaron esquizofrenia paranoica durante su juicio. Eremita moderno quien a los 26 años de edad renuncia a la docencia en la Universidad de California, en Berkeley y a los 28 dimite de la sociedad enclaustrándose en la montaña, donde redactará su frenético Walden antitecnológico. Kaczynski fue víctima del experimento MK Ultra, combinación de psicoelectrónica y narcohipnosis para lograr la sumisión total de los individuos, convirtiéndolos en terroristas dentro de sus propios países. Coaccionados por Unabomber, los periódicos New York Times y Washington Post, en l995 publican el manifiesto, “una ruda aproximación a la verdad” -según lo califica Kaczynski- conformado por 232 numerales cuya esencia es inculpar a la tecnología su acción alienante, distorsionante y mediada sobre el individuo. Contra el desarrollo de la revolución digital, la inteligencia artificial y toda estructura social y científica basada en la informática, este manifiesto cuyas 50 páginas pueden bajarse de internet, es un seductor manual de anarquismo para cuantos buscan distanciarse del rebaño consumista. Con criterios y argumentos propios del más radical neoludismo, Kaczynski afirma, apoyado en sus brillantes ideas y sus bombas caseras: “Hasta que el poder del sistema industrial haya sido destruido completamente, la destrucción del sistema debe ser el UNICO objetivo de los revolucionarios”. Incluyo una parte de la introducción: 1. La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana. Ha aumentado enormemente la expectativa de vida de aquellos de nosotros que vivimos en paises «avanzados»,ero ha desestabilizado la sociedad, ha hecho la vida imposible, ha sometido a los seres humanos a indignidades, ha conducido a extender el sufrimiento psicológico (en el tercer mundo también el sufrimiento físico) y ha infligido un daño severo en el mundo natural. El continuo desarrollo de la tecnología empeorará la situación. Ciertamente someterá a los seres humanos a grandes indignidades e infligirá gran daño en el mundo natural, probablemente conducirá a un gran colapso social y al sufrimiento psicológico, y puede que conduzca al incremento del sufrimiento físico incluso en paises «avanzados». 2. El sistema tecnológico-industrial puede sobrevivir o puede fracasar. Si sobrevive, PUEDE conseguir eventualmente un nivel bajo de sufrimiento físico y psicológico, pero sólo después de pasar a través de un periodo de ajuste largo y muy penoso y sólo con el coste permanente de reducir al ser humano y a otros muchos organismos vivos a productos de ingeniería y meros engranajes de la maquinaria social. Además, si el sistema sobrevive, las consecuencias serán inevitables: no hay modo de reformar o modificar el sistema así como prevenirlo de privar a la gente de libertad y autonomía. 3. Si el sistema fracasa las consecuencias aún serán muy penosas. Pero cuanto más crezca el sistema más desastrosos serán los resultados de su fracaso, así que, si va a fracasar, será mejor que lo haga antes que después. 4. Por eso nosotros abogamos por una revolución contra el sistema industrial. Esta revolución puede o no usar la violencia: puede ser súbita o puede ser un proceso relativamente gradual abarcando pocas décadas. No podemos predecir nada de eso. Pero sí delineamos de una forma general las medidas que aquellos que odian el sistema industrial deberían tomar para preparar el camino para una revolución contra esta forma de sociedad. No debe ser una revolución POLíTICA. Su objeto no será derribar gobiernos, sino las bases económicas y tecnológicas de la sociedad actual. 5. En este artículo prestamos atención sólo a algunos de los acontecimientos negativos que han engordado demasiado con el sistema tecnológico-industrial. Además, mencionamos tales acontecimientos sólo brevemente o los ignoramos en su totalidad. Esto no quiere decir que observemos estos otros acontecimientos como triviales. Por razones prácticas, tenemos que limitar nuestras discusiones a áreas que no han recibido suficiente atención del público o en las cuales tenemos algo nuevo que decir. Por ejemplo, desde que están bien reveladas las tendencias ambientales y desérticas, hemos escrito muy poco sobre la degradación del medio o la destrucción de la naturaleza.salvaje, incluso aunque consideremos esto de gran importancia.
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