CAPITULO  III
La noche sigue igual de hermosa en las profundidades del bosque escocés, todo mundo duerme y mientras tanto, al otro lado de la montaña, en la parte más fría y oscura de ésta, tres sombras discuten en un tono agresivo.
-¿Qué quieren decir con que no encontraron el medallón?
-Cuando llegamos ya no estaba, alguien debió recogerlo.
-Pero ¿Quién? Nadie  aparte de nosotros y los guardianes puede verlo.
-Quiero que lo busquen por toda Escocia si es necesario, pero lo quiero ya o nunca podremos despertarlo. Así que Ifet y Kodiak si no quieren que les quite el último aliento de sus patéticas vidas  tráiganmelo no me importa a cuantos humanos maten.
-No volveremos a fallarte Argos.
Las dos sombras desaparecen en las profundidades de la noche, dejando a Argos más inquieto y furioso que nunca, en ese momento era capaz de destruir medio bosque si se lo proponía, pero alguien lo interrumpió.
-Mi amo, sé dónde está el medallón.
-¡Ah Kira! eres la mejor, tu si sabes agradecer el que te haya salvado, siempre resuelves todo, no como los inútiles de tus hermanos Ifet y Kodiak, supongo que desperdicié parte de mis poderes creándolos a ellos.
-Mi amo, mientras Ifet y Kodiak buscaban en los alrededores, yo seguí un rastro que dejo el individuo que tomó el medallón, eso me llevó a un lugar lleno de almas, pero ninguna es de las que estamos buscando. Se llama Asbel y tiene una esencia especial, su alma es muy fuerte pero no es  de las cuatro, es diferente.
-Bien hecho Kira, hiciste un excelente trabajo, mañana vuelve a hablar con él, ve la manera de alejarlo de la gente y quítale el medallón, después mátalo.
-Como ordenes mi amo, así será.
La mañana está llena de alegría y color, unos pájaros revolotean alrededor de un árbol en el pequeño jardín trasero de Asbel. Las actividades de la ciudad comienzan como todos los días, excepto para Asbel, debido a que es sábado e inician las vacaciones para él.
El teléfono suena, Asbel comienza a despertarse, son más de las 11 de la mañana. Se levanta aun medio dormido y contesta.
-Hola ¿Quién es?
-Despierta- bello durmiente, ¿Qué tal dormiste, ya te sientes mejor?
-Si Mike, dormí como roca y hasta apenas que sonó el teléfono desperté.
-Que bueno, ayer te veías mal, por cierto mi llamada es para decirte que te veré en la carrera, porque antes tengo que hacer unas cosas ok.
-Claro te veo en Veneno como siempre, va nos vemos al rato.
-De acuerdo dormilón hasta al rato adiós.
La noche llega como un parpadeo, el callejón de la adrenalina esta a todo lo que da, en Veneno la gente está más eufórica que nunca y Asbel ya estaba en su mesa de siempre platicando con Steve, después llega Mike deprisa saludando y diciendo:
-¡Hey chicos ya es la hora vamos!
Así que los tres salen hacia el segundo camino en donde se llevara a cabo la siguiente carrera. Esta se encuentra en la parte norte de la montaña, es un camino de terracería y sin nada de luz. Pronto la multitud se encuentra animando a los corredores, Steve se queda en la orilla para observar la carrera.
Los competidores se forman y para sorpresa de Asbel, la moto granate se ubica al lado de él. Se da el disparo de salida y todos salen dejando una nube de polvo.
Mike va a la par con Asbel, ubicándose en tercer y cuarto lugar, mientras la moto granate va en primer lugar, sin embargo una moto color negro se mete entre Asbel y Mike, haciendo que por la velocidad que llevan Mike pierda el control y salga del camino barriéndose colina abajo.
-¡Mike! gritó Asbel, sin poder detenerse ya que otra moto del mismo color va tras de él con intenciones de derribarlo también, de modo que no tiene más alternativa que acelerar y tratar de evadir a las dos motos que lo siguen sin titubear.
-Pero ¿quiénes son estos tipos? ¿Qué quieren?
Asbel va a toda velocidad, pero los dos individuos se colocan de cada lado y comienzan a golpear a Asbel con los brazos y piernas mientras avanzan, Asbel en un descuido por evadir los golpes pierde el control de la moto y sale volando hacia los arboles. Pero el casco le protege la cabeza, lo demás solo es golpes y rasguños. Asbel se levanta lentamente por el dolor del impactó y ve a  dos sombras acercarse a él.
-Con que tú eres el insecto que tiene el medallón.
-Solo eres un simple humano replicó Ifet.
Kodiak agarra del cuello a Asbel y lo levanta sin ninguna dificultad apretando poco a poco su cuello.
-¡Detente Kodiak! no queremos que muera, primero tiene que darnos el medallón ordenó Ifet.
Kodiak suelta un gruñido de furia y avienta a Asbel hacia un árbol.
-Muy bien ahora lo haremos hablar-
Ifet con un simple movimiento de sus manos hace que Asbel se mantenga suspendido en el aire.
-Ahora humano insignificante dime donde tienes el medallón o te matare lentamente hasta que tus huesos se hagan polvo.
Cada vez que Ifet cierra su mano, hace que el cuerpo de Asbel se comprima provocándole un dolor aterrador.
-No sé de qué hablan yo no tengo nada, responde Asbel débilmente.
-¡Mientes! sabemos que lo tienes, puedo ver que tu alma es fuerte mmm creo que me divertiré devorándola.
-¡No!, espera lo perdí ayer durante la carrera en el bosque, es la verdad, bájame por favor.
-De acuerdo, ya que no tienes el medallón, Kodiak encárgate de él, mátalo para después quedarnos con su alma.
Y cuando Kodiak está a punto de quebrarle el cuello a Asbel, algo lo derriba tan fuerte que suelta a Asbel y este cae al piso.
-Vaya, vaya, que buen golpe, pero se necesita más que eso para matarnos, sal de donde estés guardiana, dijo Ifet.
Kodiak se levanta furioso. –Una guardiana, odio a los guardianes.
-Tanto tiempo sin vernos, a caso me extrañaron.
-¡Esa voz! Anya, por supuesto! Veo que de nuevo nos encontramos, solo tú derribarías a alguien de esa manera, que forma de tratar a los viejos amigos.
-Tómalo como muestra de mi afectó responde Anya, que sale de las sombras de entre los árboles.
-Para que te hayas tomado la molestia de venir hasta acá y salvar a este insignificante humano, debe ser porque tiene algo que te interese ¿verdad? Replicó Ifet.
-Y si ese fuera el caso, no es de tu incumbencia, responde Anya seria. Así que si no quieren morir en este lugar, que pensándolo bien seria una excelente tumba para ustedes dos, sugiero que se vayan ahora.
-No sin antes eliminarte a ti primero, responde Kodiak quien rápidamente va en dirección hacia Anya.
Kodiak sale disparado hacia donde se encuentra Anya y éste le regresa el golpe que recibió por parte de la guardiana, pero Anya desvía su golpe hacia los arboles, derribando algunos. Poniéndose más furioso por el golpe fallido, Kodiak concentra parte de su energía en una de sus manos, para así crear una bola de energía poderosa y causarle un mayor daño a la guardiana. Sin dudarlo lo lanza directamente hacia ella. Anya solo cruza sus brazos para protegerse y resistir el impacto, pero este la va empujando poco a poco, causándole daños leves, en eso Anya logra desviar la bola de energía al aire.
-Eso es todo lo que tienes cazador, que decepción afirma Anya en un tono burlón.
Kodiak ya rojo de rabia se prepara para dar su mayor golpe, pero Ifet lo detiene.
-¡Detente Kodiak! Gritó Ifet. Terminaremos esto otro día, se aproxima otro guardián.
-Pero podemos con los dos Ifet, exclama Kodiak impaciente.
-¡No! esta noche no, la próxima vez, será su último aliento de vida, afirma Ifet sin dudar.
-Ahora vámonos.
Kodiak no tiene más remedio que guardar su rabia para después. Sin quitarle la vista de encima a Anya, Kodiak  e Ifet desaparecen entre la penumbra.
Sin bajar la guardia, Anya se acerca a Asbel para ver si esta consiente después de haber recibido tremenda paliza.
-Vaya con que tú eres el elegido, pensé que sería alguien más…fuerte, exclama Anya.
-Y lo es responde el guardián que acaba de llegar.
Asbel sigue tirado en el piso sin reaccionar, de modo que Anya lo acomoda bien sobre el piso y le pasa algo de su energía por medio de su mano a Asbel para que de esta manera el reaccione.
Cuando despierta Asbel, no sabe si está soñando pero  se queda paralizado al ver a una hermosa mujer de cabello negro largo con unos hermosos ojos azules frente a él, viéndole con curiosidad.
-¿Quién eres tú? ¿Qué paso?
Anya y el se quedan viendo fijamente a los ojos por un momento.
-Dejemos las preguntas para después, ahora respira, no queremos que te pongas morado, dice Mike al ver a su amigo paralizado a causa de Anya.
Asbel al fin parpadea y vuelve a respirar normal al escuchar la voz de Mike, del cual no se percata de su presencia.
-¡Mike! Dijo al fin Asbel, ya repuesto. ¡Qué bueno que estas bien! Iba a regresar por ti, pero esos tipos no me dejaron y termine aquí. Por cierto y a donde se fueron, solo recuerdo que estaban a punto de matarme y desperté y la vi a ella, dijo Asbel quien voltea de nuevo su cara hacia Anya ya que se encuentra  de pie a un lado de Mike.
-No te preocupes a mi no me paso nada, digamos que solo fueron rasguños a comparación de lo que te hicieron esos cazadores.
-¿Cazadores? Preguntó Asbel .
-Si exactamente respondió Anya. Los que te atacaron hace rato, eran cazadores.
-Pero que mal educado soy, dice Mike. Asbel déjame presentarte a  Anya, ella y yo somos guardianes y nuestro deber es protegerte y destruir  ciertos sellos que solo tú sabes donde están ya que tu eres el elegido.
-¿Yo? Contesta Asbel sorprendido.
-Así es afirmó Anya. Dejemos al chico descansar por esta noche Mike, dice Anya. El acaba de tener una noche intensa, será mejor que duerma bien, porque no sabemos que nos espera mañana, ya que los cazadores nos han visto. Y si queremos que nos ayude, lo mejor es dejarlo dormir un rato.
-Tienes razón Anya, llevémoslo a su casa y descansemos también.
-Bueno amigo levántate y vámonos, no vaya a ser que los cazadores regresen.
Mike ayuda a levantarse a Asbel y se dirigen hacia sus motos.
-Pensé que mi moto se había dañado después del impacto, exclamó Asbel.
-No le paso nada solo tiene unos raspones, contesta Mike. Pero ¿seguro que ya estás bien para  manejar?
-Sí, ya estoy bien, no sé que me hizo ella que ya me siento mejor, contesta Asbel girando la cabeza hacia Anya, quien ya está en su moto lista para irse con ellos y entonces Asbel no puedo creer lo que ve.
-¡No puede ser! ella es la de la moto color granate. Ella fue con la que corrí ayer antes y durante la carrera. Afirma Asbel para sí mismo.
-¿Que pasa Asbel todo bien?, tienes cara de sorprendido dijo Mike.
-No pasa nada solo recordé algo, ok ya vámonos.
Los tres arrancan sus motos y toman el camino de regreso a la ciudad, para descansar en la casa de Asbel.