Jota Jota se levanta, como impulsado por un resorte, sale de la cama y agarra al Doctor Morales por el cuello, levantándolo del suelo hasta medio metro de altura.
- ¡Escuche también usted bien, Doctor Morales, porque es la única vez que se lo digo!
- ¡¡Súéltame!! ¡¡Suéltame de inmediato o llamo a Seguridad!!
- Si sigue usted chillando lo arrojo por la ventana.
El Doctor Morales suda a chorros por culpa del miedo.
- Está bien... ¿qué quieres?
- Que Carmen y yo salgamos inmediatamente de aquí.
- ¿Por qué tanto deseo de salir de aquí?
- Es urgente que volvamos al Observatorio Astronómico.
- Pero... ¿por qué tanta urgencia?
- Necesito recuperar las coordenadas con las que estaba trabajando cuando se perdió todo lo que estábamos elaborando.
- ¿Es verdad que estabas usando las hipótesis de Planck?
- Efectivamente. Todo eso de la radiación del "cuerpo negro" y los intercambios de energía a través de la radiación electromagnética.
- ¿De verdad te encuentras bien?
- ¡Mejor que nunca! ¡Así que ni se le ocurra cerrarnos el paso!
- Os dejo marchar pero bajo tu responsabilidad.
- Para que nos entendamos bien... bajo mi única responsabilidad y no de ella.
Jota Jota baja al suelo al grueso y corpulento Doctor Morales que sigue con el miedo reflejado en su crispado rostro.
- ¡Si nos cierran el paso vuelvo a por usted y esta vez le tiro de verdad por la ventana!
- ¡No, por favor, tengo familia!
- Pues si piensa en su familia ni se le ocurra intentar cerrarnos el paso.
- Bien; pero no puedo evitar que intenten deteneos antes da salir.
- ¡Usted no toque ninguna clase de alarma! ¿Entendido?
- Sí... sí... sí... ¡entendido!
- Entonces dígame cómo nos pueden cerrar el paso.
- Lleváis unos detectores pegados en vuestros pechos. Es algo que hacemos con todos los pacientes y sus acompañantes. ¡Esos detectores harán soltar todas las alarmas!
Jota Jota se abre la camisa y se arranca el detector de su pecho, después hace señas a Carmen para que se ponga de espaldas para no ser vista por nadie y que haga lo mismo que ha hecho él. Carmen lo hace.
- ¡Vámonos, Carmen! ¡Rápido! ¡Antes de que nos cierren las puertas!
Arrastrando a su compañera a quien lleva sujeta firmemente de la mano derecha en una veloz carrera por los pasillo, Jota Jota se abre paso apartando a todos los enfermeros y enfermeras que intentan cerrarle el paso.
-¡Apártense de nuestro camino! ¡No quiero hacer daño a nadie!
La asombrosa potencia energética de Jota Jota hace que todos los corpulentos vigilantes de seguridad que intentan detenerlos vayan cayendo por el suelo y rodando estrepitosamente al ser empujados por el joven.
- ¿Cómo puedes hacer eso, Jota Jota?
- ¡Ahora no puedo darte explicaciones así que corre hacia la puerta del piso bajo!
Bajan los tres pisos como un rayo y en la planta baja todos se apartan asustados y aterrados ante la potente velocidad de Jota Jota que no suelta, para nada, la mano derecha de Carmen.
El Doctor Morales aparece corriendo tras ellos, pera está tan fatigado que se derrumba, cae al suelo y un enfermero acude a atenderle rápidamente.
- ¡No podemos detenerle, Doctor Morales! ¡¡Nos derriba a todos sin hacer ninguna clase de esfuerzo!!
- ¡Es que no quiero que le detengan de esa manera violenta porque no lo conseguiremos jamás! ¡¡Cierren la puerta de Salida!!
Pero ya Jota Jota y Carmen están lanzados hacia ella. Jota Jota aparta de un empujón a un policía que le apunta con una pistola.
- ¡Rápido, Carmen! ¡¡Rápido, por Dios!!
- Pero... ¿cómo puedes hacer eso?
- ¡Déjate de hablar ahora y no mires para atrás por nada del mundo!
Por fin salen a la calle un segundo antes de que la sólida y acorazada puerta de metal se cierre tras ellos.
Jota Jota se lanza hacia una moto que está aparcada en el bordillo de la acera.
- ¡Vamos! ¡Sube, Carmen! ¡¡Rápido, por Dios!!
- Pero... ¡no es nuestra esta moto!
- ¡No te preocupes ahora por eso! ¡O subes o te quedas porque yo me largo de aquí ya mismo!
Carmen no se lo piensa dos veces y sube en la moto aunque sabe que es una locura; mientras que un joven aparece saliendo de un comercio de alimentación.
- ¡¡¡Ladrones!!! ¡¡¡Se llevan mi moto!!!
Pero ya Jota Jota se pierde por la larga avenida y en dirección hacia el Observatorio Astronómico de Madrid.
- ¡¡Te estás saltando todos los semáforos!! ¡¡Nos van a detener!!
- ¡Nadie nos va a detener, Carmen! ¡Necesitamos llegar antes de que hayan cerrado la puerta del Observatorio y lo vamos a conseguir!
Suena el estrepitoso ulular de la sirena de un coche de policía que les persigue.
- ¡¡Para, Jota Jota!! ¡¡Es mejor parar y darles una explicación!!
- ¡No tengo tiempo ni ganas de dar explicaciones a nadie! ¡Necesitamos llegar a tiempo! ¡Las explicaciones se las daré después!
- Si tú lo dices...
Agarrada fuertemente al musculoso cuerpo de Jota Jota, Carmen sigue asustada ante el constante y continuo sonido de la sirena del coche de policía, pero Jota Jota aumenta la velocidad de la moto.
- ¡¡Nos van a detener, Jota Jota!!
- ¡Ni te lo creas! ¡Vamos, Carmen, no pierdas el tiempo pensando en negativo! ¡Si lo deseas tírate al suelo y les das todas las clases de explicaciones que quieras!
- ¡¡De eso nada!! ¡Voy contigo hasta el final! ¡Pero seguro que terminamos en la cárcel!
- ¡Entonces haz el favor de callarte! ¡No puedo llevarte siempre conmigo como si fueras solamente una niña!
Jota Jota no pierde más el tiempo hablando con ella hasta que llega a la puerta, todavía abierta, del Observatorio Astronómico de Madrid. Se baja de la moto y le ayuda a ella a bajar. Carmen está totalmente asustada mientras la puerta se cierra herméticamente dejando a los policías fuera y sin poder entrar.
- ¡Venga! ¡No tengas miedo! ¡Vamos para arriba!