Luz Celeste (Novela - Comic - Guin Cine) - 11 -
Publicado en Jul 27, 2012
- Güeppi, como mi padre que eres, tengo total confianza para poder hablar contigo con entera sinceridad.
- Eso siempre ha sido así, Luz Celeste. - Entonces quiero preguntarte ¿por qué no impusiste la Ley de Viracocha ante los deseos obscenos del Gran Brujo Jatun Layqa? - Hay cosas que no puedo evitar. - La Ley de Viracocha siempre ha regido en nuestro pueblo. Según ella absolutamente todas las mujeres del Pueblo Puka tenemos el derecho inviolable de elegir con qué hombre nos queremos unir hasta la Eternidad. - Sí. Eso es cierto. - Entonces... ¿por qué no hiciste nada para evitar la injusticia que querían cometer conmigo? - Olvidas algo muy importante, Luz Celeste. Olvidas la Leyenda de La Joya. - ¿Qué dice, en realidad, la Leyenda de La Joya? - Sabes bien que llegará el día en que nuestro pueblo quedará acabado para siempre si no lo evita una joven virgen diferente a todas las demás. - ¿Y qué tiene que ver eso conmigo? - Sabes bien que tú eres una joven virgen diferente a todas las demás. Y que Inka Kurax sólo desea salvar a nuestro pueblo de un desastre total. - ¡Uniéndome, a la fuerza y en contra de mi libertad, a un Gran Brujo? - No es a la fuerza. Es por necesidad. La Leyenda de La Joya dice que esa joven virgen diferente a las demás quede unida a un Gran Brujo para salvar nuestro futuro. - Algo de cierto hay en esa Leyenda de La Joya, pero no estoy de acuerdo con todo. - La Joya eres tú. Al ser la más bella y hermosa de todas las mujeres, eres La Joya de la que habla la leyenda. - Aceptemos que eso sea cierto. Aceptemos que me sacrifico y me entrego a un Gran Brujo. Pero olvidas algo muy esencial que parece haber olvidado también Inka Kurax. - ¿Qué hemos olvidado? - Desde siempre, cuando se ha elegido a un nuevo Gran Brujo, es necesario que éste, antes de ejercer como Gran Brujo, tiene como obligación permanecer durante tres lunas enteras fuera de nuestra ciudad y sobrevivir a esa experiencia. Cuando vuelva sano y salvo a nuestra ciudad será cuando comience a ejercer como Gran Brujo. - Es cierto. No lo he olvidado. - Pues parece que Inka Kurax sí lo ha olvidado. - No puede ser. ¿Cómo sabes tú eso? - Porque lo leo en su lasciva mirada. Así que espero que cuando nombren al nuevo Gran Brujo, tengas el valor de hacer jurar a Inka Kurax, delante de todo el pueblo, que se cunmplan esas tres lunas completas en el destierro. - No lo olvidaré, Luz Celeste. Cuando nombren al nuevo Gran Brujo haré jurar al Inka Kurax, delante de todo el pueblo, que se cumplan esas tres lunas completas de destierro para el nuevo Gran Brujo. - Con eso tengo más que suficiente... - ¿Qué quieres decir? ¿Y si sucede que al cumplirse la Ley de la Sucesión, durante esas tres lunas completas, ocurra la desgracia de la desaparición total de nuestro pueblo? - Si tanto crees en el dios Illapa eso no ocurrirá. - Entonces... ¿por qué dices que con eso tienes más que suficiente? - Por algo que vibra en el interior de mi corazón. - ¿Algo vibra en el interior de tu corazón? - Sí. Mi corazón tiene dos latidos paralelos. Nadie lo nota excepto yo. Alguien recibe mis mensajes y responde, en silencio, pero con rotundidad, poderío y contundencia. - ¿Puedo saber qué mensajes son esos? - Nadie más que esa persona puede saberlo. - ¡Pero yo soy tu padre! - No puedo confiar totalmente en ti, porque no sabes defender bien mis derechos como mujer libre. - ¿No comprendes que ha llegado ya la hora de La Leyenda de La Joya? ¡Estamos a punto de desaparecer! - Sé que estamos en peligro de desaparecer, mas si eso sucede no seré yo la culpable. - Entonces todos me culparán a mí. - No. ¡La culpa es de todos por creer en el poder de Oomba Woomba Shoomba y adorarle! - Espero no ver la destrucción de todo nuestro pueblo... - Entonces confía en mí. - Esta vez te ha salvado el dios Illapa dando muerte a Jatun Layqa, pero la próxima vez no podrá repetirse lo mismo. - Quizás no haya una próxima vez. - ¿Qué estás diciendo, Luz Celeste? ¿Sabes lo que estás diciendo? - ¡Sé lo que estoy diciendo y lo que estoy sintiendo y eso me es más que suficiente para no sentirme culpable por haber rechazado la unión con Jatun Layqa! Quien ha matado al Gran Brujo no ha sido el dios Illapa... - No comprendo... - Es mejor para tu conciencia que no comprendas. - Ahora ha vuelto todo a la normalidad en nuestras vidas. Haré como que esta conversación contigo no ha existido jamás. Es hora de dormir. Está lloviendo con fuerza en la selva y hace demasiado fresco y humedad dentro de nuestra choza así que acércate a la fogata para que tengas calor. - Güeppi... a pesar de todo te quiero... Y Pacha Qushi, le bellísima y escultural Luz Celeste, se introduce en se cama hecha de ramas y hojas vegetales y se cubre con varias pieles de yaguares bien curtidas.
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