Hace tanto tiempo, tanto que ya no me acuerdo si realmente paso o no, pero ahora ya no importaba…
Hace varias décadas, yo me había vuelto alguien indeseable, famoso por así decirlo, cada día, cada momento de mi vida, estaba dedicado únicamente a hacer miserables a las personas, a donde quiera que fuera, una sombra de muerte asolaba el lugar en el que me encontraba, sin en cambio, nadie sabía de mi, nadie podía dar conmigo, era igual que un fantasma, por un lado era la muerte hecha un ser mortal, por el otro, era una persona común, igual a aquellas que decidí desaparecer su vida en mis manos, por un tiempo, vivir así, estaba bien para mi, todo era planeado, calculado, no había nada que me sorprendiera, ese fue un grave error ¿no crees?.
Pasaron meses de esta divertida y simple vida, veía mis trabajos por así decirlo a los asesinatos, en las noticias de la tarde, tenía varios lugares bajo el miedo que les había generado, sin en cambio, paso algo, creo que por eso aun lo recuerdo, estaba  visualizando mi siguiente blanco, era un edificio normal, lleno de gente, me aseguraba primero de que no hubiera niños debido a que desde el inicio de esa vida llena de sangre había hecho mis propias reglas para mantener cierto límite, no había, visualizando en una banca de aquel inolvidable parque, lleno de personas que eran felices con sus cotidianas formas de vida, yo pienso que lo cotidiano no es vivir, ¿o tu qué piensas?
Cuando ya estaba dispuesto a retirarme de ese lugar para hacer mi divertido proyectito, caminaba rumbo al lugar donde descansaba, me tropecé con alguien por alguna razón ambos caímos al suelo, por suerte no llevaba un arma en ese momento, de lo contrario puede que se hubiese caído, cuando levante la mirada, resultaba ser que la otra persona con la que me había estrellado era una mujer, de una edad cercana a la mía, por alguna razón mi corazón empezó a palpitar mucho cuando la vi, tenía el cabello largo de un color que a mí me gustaba, por lo que podía ver, tenia hermosos ojos verdes, ojos que brillaban en aquel día soleado, parecía ser que me había estrellado con un ángel, me levante rápidamente y me ofrecí a levantarla, ella acepto el gesto y se levanto del suelo, me miro a los ojos y con una sonrisa me dijo su nombre, era una sonrisa que jamás podría olvidar, fue tan linda su sonrisa que no pude evitar que mi cara se enrojeciera.
Ella se dio cuenta de esto, en ese momento no pensaba en mi atentado, me había avergonzado que trataba de mirar a los ojos a esa linda mujer, ella me pregunto si venia aquí a menudo, no podía mentirle debido a que siempre estuve ahí observando el lugar, ella me dijo que parecía ser buena persona, sin querer, sin ninguna razón, había mostrado una sonrisa, mis manos empezaban a temblar bastante, tuve que meterlas en los bolsillos, le invite que fuéramos a tomar un café, por alguna razón ella acepto, no sé si fue una casualidad que no había previsto o un hecho del destino que no podía controlar, pero de alguna forma, yo sabía que era amor a primera vista.