Ante la barra de la cafeteria que hay al lado de la Recepción del hotel están hablando Leda y Jota Jota con unos cafés con leche que ha vuelto a pagar ella.  
 - ¿Qué deseas saber?
- Solamente un par de datos nada más, Leda. 
- Yo no tengo ni idea de lo que hay más allá de la población ecuatoriana de Coca.
- ¿No sabes nada de la población de Edén?
- No tengo ni la menor idea. ¿Por qué me preguntas eso? ¿Estás buscando el Paraíso Perdido?
- ¿Qué sabes tú del Paraíso Perdido?
- Que es un poema bíblico escrito por John Milton.
- ¿Qué dice ese poema?
- Que la caída de Adán y Eva está descrita como benéfica, puesto que desemboca en la libertad humana...
- Eso ya lo sabía yo. En el principio Adán era Nada y Eva era Ave. Todo se explica cuando damos la vuelta a sus nombres. La libertad no existe pero sí existe la liberación. ¿No me dices nada más?
- Sólo que John Milton fue londinense.
- Eso quizás tenga más importancia de lo que creemos.
- ¿Sabías que escribió El Paraíso Perdido cuando estaba arruinado y ciego?
- No me interesa conocer ese dato. No es el Paraíso Perdido lo que estoy buscando.
- ¿Qué clase de Paraíso estás buscando, Jota Jota?
- Uno muy personal y particular. No me importa que lo sepas. Busco el Paraíso Escondido.
- ¡Eso no existe!
- Por eso puede ser el principio del reportaje que te estoy ofreciendo.
- En ese caso quizás exista.
- O quizás no exista nada más que en mi imaginación.
- Yo sé bien que la imaginación es un poder.
- Exacto, Leda. Por ahí va el asunto.
- ¿Una imaginación hecha realidad?
- No. Te equivocas. Es una imaginación hecha veracidad. Como buena periodista que eres deberías saber que no es lo mismo ser real que ser veraz.
- ¿Cómo me explicas esa diferencia?
- ¿No te lo han explicado en la Universidad?.
- No de esta manera.
- La realidad no hace a una periodista como tú ni interesante ni creíble; lo que a una periodista como tú la hace interesante y creíble es que la realidad sea, además, la veracidad de lo que escribe.
- Pero la realidad siempre es una veracidad.
- Te equivocas. Las Ciencias de la Información y de la Comunicación demuestran que nosiempre es cierto.
 - ¿Quieres decirme que a veces las realidades que escriben los periodistas son mentiras?
- Eso es. Lo que yo busco no es una realidad mentirosa sino una realidad verdadera.
- La realidad es lo efectivo, lo que tiene valor práctico.
- No a la hora de la verdad; porque muchas veces no es lo que ocurre; sin embargo, la veracidad sí es lo que ocurre verdaderamente y no sólo realmente.
- ¿Quieres decirme que buscas la verdad de alguna realidad?
- Eso quiero decirte.
- ¿Y eso lo sabe Carmen?
- No. No lo sabe porque no sería capaz de entenderlo todavía y menos aún de aceptarlo en su totalidad.
- Entonces... ¿por qué la has elegido como tu ayudante?
- Yo no la he elegido. Ella se ofreció voluntariamente a serlo creyendo que era libre por ese motivo.
- Entonces... ¿por qué la aceptaste?
- Porque quiero comprobar y ver si, cuando llegue la hora de la verdad, es capaz de entenderlo y de aceptarlo en su totalidad.
- ¿Pero no estás diciendo que no es capaz?
- No es capaz y por eso tendrá, al final, que renunciar a seguirme.
- ¿Pero qué es lo que debe entender y aceptar si se puede saber?
- Eso solamente nos incumbe a ella y a mí.