Carmen ya se desespera buscando información sobre la supuesta población ecuatoriana de Edén. 
- ¡Que mala suerte tengo! ¡No hay forma de obtener algo razonable que le pueda hacer desistir de su empeño!
- ¿Le sucede algo, señorita?
- ¡Necesito ayuda de alguien mas experto que yo! ¿Usted podría ayudarme?
- Según de lo que se trate. Yo de mujeres no sé casi nada. 
- ¡No es eso, viejo verde! ¡Ustedes siempre están pensando en lo mismo! Lo que necesito es una información fiable sobre una población ecuatoriana llamada Edén. 
- ¡Menos mal! ¡Creí que era un asunto de celos! ¡Déjeme! Puedo intentarlo... 
Carmen, totalmente nerviosa, se muerde las uñas mientras aquel hombre, ya muy viejo, busca con desesperación alguna pista. 
- ¡Nada! ¡Soy incapaz de encontrar algo! ¿Se puede saber dónde diantres está dicha población?
- Cerca del río Coca, en la Amazonia. 
El hombre encuentra, por fin, la población. 
- ¡Aquí! ¡Efectivamente está relativamente cerca del río Coca!
- ¡Pues sí que estamos listos! ¡¡Eso ya lo sabía yo!! ¡¡Sólo necesito algunas informaciones valiosas!! ¿Sabe usted lo que son algunas informaciones valiosas?
-  ¿Usted cree que yo puedo saber lo que son algunas informaciones valiosas si soy solamente el cuidador de esta Sala y no tengo nada más que estudios de Primaria y no terminados del todo?
- ¡Déjelo! ¡Ya veo que es usted un inútil!
- ¡Oiga, señorita! ¿Qué es eso de que yo soy un inútil?
- ¡Tal como lo oye!
- ¡Salga de esta Sala y no vuelva más por aquí porque no le permito ni a usted ni a nadie que me llame inútil! 
- ¡Adiós, señor inútil!
- ¡No se le ocurra volver más por aquí, so desagradecida! 
- ¡Ni en pintura vuelvo más por aquí, so deslenguado! 
- Dónde habrá estudiado usted, señorita...
- ¡En mejores colegios que usted, so analfabeto! 
- ¡A lo mejor se cree usted la máxima maravilla del mundo moderno!
- ¡Más maravilla que usted desde luego que sí lo soy! 
- ¿Acaso se cree usted que es Miss Universo?
- ¡Más guapa que usted desde que nací, so anónimo!
- Oiga... ¡que todos por aquí me conocen como El Motorista Superstar!
- ¡Ande ya, so esaborío, tírese ya de la moto! ¡Usted es menos super que la gasolina que le pongo a mi Mercedes y a lo peor se cree usted el primer star de Hollywood, so paleto! ¡Es usted más viejo que Auguste Lumiére, césar iluminado, que se cree usted más augusto que el propio César y más iluminado que el mismísimo Buda! 
- ¿Qué está pasando aquí?
- ¡Jota Jota! ¡Este tipo es un grosero! 
- ¡Oiga, joven caballero, la que ha empezado a insultarme ha sido ella! 
- ¿Se puede saber por qué?
- Porque soy incapaz de encontrar informaciones valiosas sobre Edén. 
- No le digas más cosas, Carmen. No merece la pena. Vámonos ya de aquí. Nos están esperando. 
- ¿Ya salimos para Ecuador?
- Sí. Vámonos de aquí antes de que tenga que darle un corte a este impertinente viejo verde. 
- Pero si yo...
- ¡Usted se calla y aquí no ha pasado nada de nada! ¿Cómo se te ocurre pedir ayuda a un ignorante, Carmen?
- Creí que era un tipo bien informado.
- Pues ya ves que sólo es un tipo bien uniformado nada más. Muy bien uniformado pero muy mal informado. Vámonos ya de aquí que me está entrando la risa. 
Carmen y Jota Jota se van hacia la barra de la cafetería que hay junto a la Recepción del hotel en donde ya les están esperando Leda Melo de Carvalho y el resto de periodistas internacionales que viajan para Estados Unidos haciendo escala en Ecuador.