Luz Celeste (Novela - Cómic - Guión Cine) - 23 -
Publicado en Jul 30, 2012
- ¡Oh, amado pueblo! ¡Yo, vuestro Rey Mayor Inka Kurax, os he reunido a todos y a todas, en este nuevo amanecer, para daros a conocer lo que será la salvación de nuestro mundo!
- ¿A qué te refieres, Gran Inka Kurax? - ¡Oh, amado Gran Confesor Ichuri! ¡Me refiero a algo que han acordado nuestros Siete Pequeños Brujos! - ¡Entonces habla sin temor ante el Pueblo Puka! - ¡Os propongo a todos y a todas, amado pueblo, que hoy mismo nombréis como Gran Reina Mayor de todos nosotros y todas nosotras a la más bella y hermosa de todas! ¡¡A Pacha Qushi!! ¡Ungirla como la diosa Chasca Coyllor, el lucero más bello de nuestros días! Un gran alboroto de regocijo se expande entre todos los guerreros, todas las mujeres y todos los niños y niñas... - ¡Esperad un momento! ¡Antes de celebrarlo es necesario que ella acepte el nombramiento! ¡Si ella no lo desea nadie puede imponérselo! - ¡Lo puede imponer el dios blanco, Ichuri! - ¡El dios blanco jamás desearía que una mujer tan bellísima sea nombrada la Reina Mayor de nuestro Pueblo Puka! ¡Atraería a nuestro pueblo la violencia de todo el mundo animal! - ¿Tú que dices, Pacha Qushi? - ¡Quiero dejar bien en claro a ti, Inka Kurax, y a todos y todas quienes formamos este pueblo, que yo no deseo jamás ser la Gran Reina Mayor que se me está ofreciendo, porque es cierto que, en ese caso, atraería la violencia de todo el mundo animal contra mi propio pueblo! ¡¡Nadie me puede imponer tal condición!! ¡Además, no sé qué puede decir el dios blanco ante esto! Un desánimo general se expande por todos los guerreros, todas las mujeres y todos los niños y niñas. - ¡No os pongáis tristes, amado pueblo! ¡Yo, el Gran Inka Kurax seguiré siendo vuestro Gran Rey Mayor hasta que el dios blanco nos vuelva a hablar! - ¡El dios blanco puede hablar cuanto quiera, cuanto dese y cuanto le de la real gana, pero la Ley de Viracocha no puede ser violada por ninguno de los dioses! - ¿Qué quieres decir, Pacha Qushi? - ¡Yo soy Luz Celeste! ¡Solamente Luz Celeste! ¡No deseo ser la diosa Chasca Coyllor! ¡¡Y nadie puede obligarme a ser la Gran Reina Mayor si es con la condición de unirme con quien yo no elija libremente y sin que nadie viole mi derecho de elección de esposo!! ¡Soy igual que las demás vírgenes del Pueblo Puka! - ¡Sabes bien que no eres igual a las demás Vírgenes del Sol y cuando se nombre al nuevo Gran Brujo tendrás que ser posesión exclusiva de él! - ¡Espera un momento, Inka Kurax! - ¿Qué me quieres decir, Güeppi, el afortunado padre de nuestra Pacha Qushi? - Que como afortunado padre que soy de ella quiero que hagas un juramento formal ante todo el pueblo y que lo cumplas! - ¡Sabes que no tengo nada que ocultar! ¡Pídeme ese juramento que, si es justo, yo lo haré cumplir! - ¡Jura ante todo nuestro Pueblo Puka que, una vez nombrado el nuevo Gran Brujo, antes de poseer a mi bellísima y hermosa hija, de la cual soy su afortunado padre, tendrá que cumplir las tres lunas completas de prueba. Debe ser expulsado de nuestra ciudad por ese tiempo completo. Sólo si vuelve después de tres lunas, sano y salvo, podré estar conforme con entregársela a él aunque con ello rompa la Ley de Viracocha, porque mi hija sí es diferente a todas las demás mujeres de este pueblo! - ¿Crees que es justo, Ichuri? - ¡Yo, el Gran Confesor Ichuri, hago saber que lo que pide Güeppi es totalmente justo! - ¡¡Entonces juro ante todo el Pueblo Puka que, una vez que hayamos elegido al nuevo Gran Brujo, tendrá que irse desterrado a la selva durante tres lunas completas antes de poder ejercer sus funciones!! - ¡Eso ha sido siempre así en nuestro pueblo, Inka Kurax! ¿Por qué has tenido que jurar algo que no era necesario jurar porque siempre ha sido así y siempre se ha cumplido de esa manera? - ¡No pienses mal, Pacha Qushi! ¡He tenido que jurarlo porque tú eres diferente! - ¡Pero la Ley de Viracocha nos hace a todas las mujeres iguales! - ¡A todas menos a ti! - ¡Acabemos con esta cuestión! ¡Yo, el Gran Confesor Ichuri, dicto y declaro que el juramento del Gran Inka Kurax deberá ser cumplido en su totalidad! - ¡Primero es necesario esperar a que logre escuchar al dios Illapa nuestro Gran Adivino Huatuc, Inka Kurax! - ¡No desesperes, Güeppi! ¡El dios Illapa está enfadado con todos nosotros, pero espero que muy pronto Huatuc recupere todos sus poderes! Luz Celeste piensa para sí misma... - ¡Todavía le está anulando por completo! ¡Espero que pueda hacerlo hasta que le encuentre! - ¿Qué piensas, hija mía? - Nada malo, padre Güeppi, solamente estaba soñando. - ¿Y qué dice tu sueño? - Que muy pronto serán hermosos los nuevos días para nuestro pueblo. - ¿Te entregarás al nuevo Gran Brujo? - Me entregaré a quien ame de verdad. - Espero que no cometas ningún acto de rebeldía. - Cometeré un acto de justicia. Si ser justa es ser rebelde eso sólo es problema tuyo pero no mío. - ¿Qué te hace ser así? - Yo misma con mi otro yo. - ¿Acaso tienes doble personalidad? - Algo parecido, padre Güeppi, algo parecido... pero no es importante aclararlo en este momento. Ahora solamente gocemos del nuevo amanecer.
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