Amiga daih: Tienes razón. En este caso, imagen y texto reproducen pasiones reales, estremecimientos, experiencias auténticas donde, de la mano de Navokov y de Carroll, nuestra literatura bebe de la realidad y la realidad se transforma en literatura.
Un texto, en el formato de narrativa súbita, no para escandalizar ni para vanagloriarse de la sexualidad heterodoxa, sino para rendir homenaje silencioso a pequeñas ninfetas brasileñas con las cuales, en algún momento del lejano o cercano ayer, por la Calle de la Augusta, donde dicen que todos los pecados se juntan en una misma calle, y entre 20 millones de personas donde a nadie le importa qué hace uno y con quién lo hace, cruzamos algo más que palabras.
Semejante a la Lolita que acompaña el microrrelato. Faltan aquí, la voluptuosa pronunciación de aquella brasilera sin edad precisa, con su manera de mezclar el portugués y el "colombiano". El color de su piel. Pero, en particular, cierta destreza, cierta habilidad con una íntima y contráctil parte de su cuerpo, que pocas mujeres, con experiencias y años encima, podrían llevar a cabo.
Spengler decía: "El día quita alma, la noche quita cuerpo". No era una sola ninfeta. Eran muchas. Y con plena libertad, circulando por visibles lugares de la Augusta. Alma y cuerpo se pierden fácil en algunos lugares de Sao Paulo donde, de antemano, han desaparecido todas las barreras de la moral y el pudor. Sí, daih, trascender la imaginación y la realidad. La literatura es la salvación...
Son un lujo tus comentarios Umberto, prolongación literaria, y para mi un aprendizaje. Me recuerda a una pelicula de Louis Malle con la polémica actuación de la puber Broke Shields. La literatura, el arte, la imaginación, la belleza que transgrede. El erotismo y el morbo ha sido el imaginario inspiracional recurrente del artista.
daih
Umberto Senegal
Un texto, en el formato de narrativa súbita, no para escandalizar ni para vanagloriarse de la sexualidad heterodoxa, sino para rendir homenaje silencioso a pequeñas ninfetas brasileñas con las cuales, en algún momento del lejano o cercano ayer, por la Calle de la Augusta, donde dicen que todos los pecados se juntan en una misma calle, y entre 20 millones de personas donde a nadie le importa qué hace uno y con quién lo hace, cruzamos algo más que palabras.
Semejante a la Lolita que acompaña el microrrelato. Faltan aquí, la voluptuosa pronunciación de aquella brasilera sin edad precisa, con su manera de mezclar el portugués y el "colombiano". El color de su piel. Pero, en particular, cierta destreza, cierta habilidad con una íntima y contráctil parte de su cuerpo, que pocas mujeres, con experiencias y años encima, podrían llevar a cabo.
Spengler decía: "El día quita alma, la noche quita cuerpo". No era una sola ninfeta. Eran muchas. Y con plena libertad, circulando por visibles lugares de la Augusta. Alma y cuerpo se pierden fácil en algunos lugares de Sao Paulo donde, de antemano, han desaparecido todas las barreras de la moral y el pudor. Sí, daih, trascender la imaginación y la realidad. La literatura es la salvación...
daih
Me recuerda a una pelicula de Louis Malle con la polémica actuación de la puber Broke Shields.
La literatura, el arte, la imaginación, la belleza que transgrede. El erotismo y el morbo ha sido el imaginario inspiracional recurrente del artista.
daih